Precios. Se desaceleró la inflación en febrero, pero sigue la suba en alimentos
Con su director, Marco Lavagna, y parte de su equipo técnico en cuarentena por prevención ante la expansión del coronavirus en el mundo y en la Argentina, el Indec informó esta tarde que la inflación de febrero fue de 2%, una variación de precios que estuvo por debajo del IPC de enero pasado.
Pese a que en el Gobierno ya habían adelantado semanas atrás que observaban una "profundización de la desaceleración" en los relevamientos alternativos que coordinan, febrero suele ser un mes -por estacionalidad- de baja inflación.
A esto se suma la tranquilidad que rigió en el tipo de cambio -por el cepo- y el congelamiento de precios de combustibles y tarifas de servicios públicos, entre otros.
Además, el capítulo de Alimentos y Bebidas -el que más pesa en el índice que elabora el organismo estadístico y el que más preocupa al Gobierno- sigue encima del nivel general. La suba para este ítem fue de 2,7%, según los datos del Indec.
En el primer bimestre del año, el índice de precios al consumidor acumuló un alza de 4,3%. Mientras que en doce meses, avanzó 50,3%. El IPC núcleo, que mide la suba de precios sin los valores estacionales y los regulados, mostró una suba mensual de 2,4%.
Las mayores subas se dieron en Restaurantes y hoteles (3,1%), en Alimentos y Bebidas (2,7%), Prendas de vestir y calzado (2,4%) y Bienes y servicios varios (2,4%).
"El índice de febrero marca la tenencia a una normalización paulatina de los precios, es la segunda baja consecutiva y ubica al IPC en niveles más compatibles con una reactivación de la actividad", aseguró a LA NACION el ministro de Desarrollo Productivo, Marías Kulfas.
"De todos modos tenemos claro que hay que seguir trabajando, pero estos son pasos firmes hacia una normalización de la economía que hoy enfrenta nuevas incertidumbres por el corona virus. Esta desaceleración nos permite bajar las tasas de interés que es un elemento central para conseguir una recuperación de la actividad", agregó.
"No es posible que los precios sigan subiendo; eso debe parar porque no tiene lógica y vamos a ser inflexibles", aseguró Fernández la semana pasada en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp).
"En esto quiero serles franco: voy a ser implacable porque no estoy defendiendo un Gobierno, estoy defendiendo a la Argentina. Estoy defendiendo a los consumidores. Eso tiene que parar. Y tiene que parar fundamentalmente porque no tiene lógica que los precios sigan subiendo. Vamos a ser inflexibles con este tema".
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de fines de febrero -que congrega el Banco Central (BCRA)- proyectó que la inflación minorista en diciembre de 2020 se ubicará en 40% interanual. Se trató de la tercera revisión consecutiva a la baja de este pronóstico. En el informe previo proyectaban 41,7% interanual.
"Para enero de 2020 la mediana de las estimaciones del REM sugería una inflación de 3,5% mensual, mientras que el dato observado se ubicó en 2,3%, lo que implicó una sobreestimación (error de pronóstico) de la inflación de 1,2 p.p", indicó ese informe del BCRA, y agregó: "Para febrero de 2020, tanto la mediana de los pronosticadores del REM como el promedio del TOP-10 estimaron una inflación de 2,5%".
"El capítulo de Alimentos dio por encima del nivel general, mientras que los precios de los regulados fueron por debajo. La inflación núcleo, en tanto, no se desaceleró", remarcó el director de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina a LA NACION. "Estamos llegando a una velocidad crucero que va a ser ser difícil de perforar. El tipo de cambio comienza a deslizarse y en marzo tenemos factores estacionales, como el arranque de las clases, entre otros que van a impactar", agregó el economista.
"En febrero se mantiene el efecto de los distintos programas de congelamientos de precios, lo que de alguna forma colaboran a reprimir la inflación en el corto plazo. Los precios regulados, es decir, sobre los que el Gobierno tiene mayor incidencia, aumentaron solo un 0,7% en febrero", señalaron los especialistas de Iaraf, Nadín Argañaraz y Bruno Panighel en un informe.
"La inflación crónica de Argentina tiene su raíz en un problema fiscal. Se gasta más de lo que se recauda y los distintos Gobiernos han recurrido a diferentes fuentes de financiamiento y alquimias monetarias para que cierren las cuentas. Alcanzar el equilibrio presupuestario es condición necesaria para ser conseguir una sostenida desinflación", concluyeron.
"El atraso de tarifas plancha la inflación con respecto a lo que debería ser si se observa la medida núcleo", advirtió Juan Paolicchi, analista de la consultora Eco Go, que remarcó que el dólar sólo se movió sólo en la segunda quincena de febrero.
"Para adelante, va a resultar clave lo que pase con la renegociación de la deuda. Si es exitosa puede bajar la brecha entre el dólar oficial y el extraoficial hasta el 25% del 40% actual. Serviría para moderar expectativas de inflación", estimó y agregó: "Con la actual incertidumbre y una brecha como la de hoy es difícil pensar en una inflación controlada o en un acuerdo de precios y salarios para bajar la nominalidad".
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