Inflación: diferencias en el Gobierno por la posible suba de retenciones ante las alzas de los alimentos
Paula Español afirmó que analizan usar los derechos de exportación para “desacoplar” el aumento de los precios internacionales de la mesa de los argentinos; en Casa Rosada lo descartaron
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En medio de un rebrote inflacionario y del intento del Gobierno de controlarlo –sin éxito al momento– con más acuerdos de precios, congelando tarifas y frenando la depreciación del peso, crecen las diferencias dentro de equipo económico sobre la posibilidad de aumentar las retenciones al campo.
La encargada de habilitar esa posibilidad hoy fue la secretaria de Comercio Interior, Paula Español. Pero en Casa Rosada descartaron que se estuviera analizando seriamente. Incluso, en el Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas –jefe de Español–, minimizaron que se estuviera pensando en usar derechos de exportación para contener el traslado del alza de los precios internacionales a la golpeada mesa de los argentinos.
Tal potencialidad generó que las agrupaciones del campo anticiparan su rechazo en medio de un malestar extendido luego de que la Secretaría de Comercio Interior avanzara con la implementación de registros de información al mercado de la carne, que fueron interpretados como más trabas a las exportaciones. Hoy, Juntos por el Cambio publicó un comunicado cuestionando esas mismas iniciativas oficiales.
“El aumento de retenciones forma parte del abanico de medidas y está en análisis”, dijo Español en declaraciones a El Destape. “No paguemos la comida acá como en el resto del mundo. Para desacoplar los precios de exportación de los precios domésticos hay que tomar medidas o usar determinadas herramientas, sean declaraciones juradas, sean la suba de retenciones o determinados cupos o encajes para ser más específicos”. Cerca de la funcionaria aclararon luego que sus palabras no implicaban que esa posibilidad fuera a formalizarse en breve, pero dejaron entrever que, si los desequilibrios con los precios se mantienen, es una herramienta más en la caja del oficialismo.
“No se va a avanzar con eso a pesar de nuestra gran preocupación por el traslado de las subas a los alimentos”, dijo una importante fuente de Casa Rosada a este medio. “No es que esté tan en análisis. No es una posibilidad cercana”, afirmaron cerca de Kulfas.
El camino tomado por Español comienza a crear un patrón. En febrero pasado, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca dijo: “No se descarta una suba de retenciones. No tenemos tantas herramientas y tenemos que usar todo lo que tengamos”. No habló en cualquier medio. Se lo comentó a El Destape, que tiene una sintonía especial con el kirchnerismo. Ayer algunos no descartaban que, en el marco de la creciente preocupación por los precios –sobre todo de la carne–, el oficialismo le hablara a su propia tribuna. El precio del kilo del asado se duplicó en los últimos doce meses. El capítulo de Alimentos y bebidas subió 44,8% en un año.
Dos días después de las declaraciones de Todesca, Casa Rosada salió a ratificarla. “El tema de los precios de los alimentos es lo que más le preocupa [a Alberto Fernández]. Le dijo a los productores que busquen una solución, que propongan, sino decidirá unilateralmente él”, avalaron entonces a diferencia de lo que ocurrió ayer.
El desmarque actual de Casa Rosada de Español tiene una explicación. El Gobierno está en el peor momento para generar un conflicto con el campo, que genera el 60% de los dólares que llegan al país. Los exportadores de cereales y oleaginosas liquidaron hasta el jueves US$644 millones. El complejo de la soja tendrá un ingreso de divisas récord de poco más de US$20.000 millones en 2021, un 26% más que el año pasado.
Otro factor explica a Español. Tras las declaraciones de Todesca y el aval de Casa Rosada en febrero, una reunión del Presidente con la Mesa de Enlace terminó desactivando las posibles subas ante la promesa de los productores de acercar soluciones. En estas horas sonaba también la versión de que Español habló de derechos de exportación para volver a sentar al sector a negociar en la mesa. Por caso, la economista fue la que alertó en su momento al ministro de Agricultura, Luis Basterra, el año pasado, de que la suba de los precios internacionales estaban afectando los valores de los alimentos. Los reflejos del ingeniero agrónomo lo llevaron, el 30 de diciembre, a cerrar la exportación de maíz, al tiempo que el Gobierno ya anticipaba el 4% de inflación de ese mes. Esa medida duró pocos días.
Español es la encargada de negociar una nueva canasta de precios con firmas de consumo masivo. A ellas les pidió la semana pasada que sumen uno o dos productos que lleguen a todo el país, que sean de la canasta básica, tengan valor accesible y que pongan el precio en la etiqueta, una solución que ya había acercado Guillermo Moreno.
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