Inédito. La historia detrás del récord de exportación de arte de noviembre
El dato pasó casi desapercibido, el lunes 23 de diciembre, cuando el Indec publicó el informe mensual de intercambio comercial argentino (ICA). Salvo para el economista Federico Thomsen, que se preguntó: "¿Las exportaciones se incrementaron principalmente por las mayores ventas de pinturas y dibujos hechos totalmente a mano en 419 millones de dólares? ¿Qué? Exportar más US$400 millones de arte no pasa todos los días".
"Los números están bien. Solo un Van Gogh salió declarado en US$300 millones y dos Monet en US$100 millones. Hay otras obras más. De ahí salió el número", confirmó a LANACION un ex funcionario de Cultura.
Efectivamente, el Indec destacó que de los US$5854 millones que se exportaron en noviembre –un alza de 9,4% en relación al mismo mes de 2018–, las ventas al exterior de pinturas y dibujos fueron mayores a las de maíz en grano (US$237 millones); porotos de soja excluidos para siembra (US$144 millones); carne bovina, deshuesada, congelada (US$124 millones), y aceite de soja en bruto, incluso desgomado (US$78 millones), entre otros productos.
El ente estadístico señaló además que el aumento de pinturas y dibujos hechos totalmente a mano "se dirigió, principalmente, a Luxemburgo y Estados Unidos".
El número llamó la atención ya que, solo entre enero y octubre, se habían exportado obras por 62,5 millones de dólares. Esta cifra casi se septuplicó en solo un mes. En relación a otros años, según el Indec, en 2014 se exportaron pinturas y dibujos por US$917.501; en 2015, US$848.965; en 2016, US$2,5 millones; en 2017, US$5,8 millones, y en 2018, US$37,1 millones.
Sin embargo, a partir del 31 de enero del año pasado entró en vigencia un nuevo decreto que simplificó los trámites para la circulación internacional de obras de arte y se quitó el pago de derechos de exportación específicos (queda el 15% de retenciones que se les cobra a la mayoría de las exportaciones).
El origen de las obras
En marzo pasado, el Gobierno había publicado en Boletín Oficial la venta de cuatro piezas de arte francés, que le pertenecían a unos coleccionistas privados que tenían interés de vender esas obras fuera del país, pero, por una disposición nueva que se aprobó para la circulación de bienes culturales, primero había que ofrecerlas a compradores locales. Esta medida busca preservar el patrimonio cultural.
"Se pone en marcha un mecanismo que consiste en que primero el propio Estado, y luego particulares en la Argentina, tengan la primer opción de compra de la obra. Agotados los plazos legales, y en caso de no haber ofertas, la obra puede salir. Esos casos menores los firma la máxima autoridad, o sea el ministro", explicó Marcelo Panozzo, exsecretario de Patrimonio Cultural.
En esa subasta a la que había convocado el Gobierno, que finalmente quedó desierta, se ofrecían las dos versiones de la serie Nymphéas, de Claude Monet; Nature morte a la cruche bleu (Naturaleza muerta con jarra azul), de Maurice De Vlaminck, y Les Andelys Port Morin (El puerto Morín de Andelys), de Paul Signac. Si no aparecían compradores en el término de un mes, se autorizaba la salida definitiva de la Argentina de esas obras.
En su momento, la Secretaría de Cultura había convalidado el precio base de las obras. De las dos Nymphéas de Monet, para la más antigua y más grande –de 1904, 90 x 92cm– se estableció un valor de US$50 millones, y la otra –de 1908, mide 90,2 x 87cm–, US$42 millones; ambas integran las cerca de trescientas versiones distintas de "Nenúfares" que pintó el francés. La obra de De Vlaminck, de 1906, estaba valuada en US$5millones. El cuadro de Signac, por su parte, es de 1886, mide 33 x 46cm y costaba US$3,5 millones.
En relación con la obra de Vicent Van Gogh, como la información es confidencial es un misterio saber a quién le pertenece. En este caso, además, el gobierno anterior no realizó una subasta previa para buscar compradores locales.
La única pieza pública del artista holandés es la que se encuentra en el Museo de Bellas Artes, Le Moulin de la Galette, que data de los años 1886-87 y mide 61 x 50 cm. Pero no se descarta que haya obras de Van Gogh en mano de coleccionistas privados.
Entre los coleccionistas de arte argentinos más reconocidos se encuentran Eduardo Costantini –fundador del museo Malba–, los descendientes de Amalia Lacroze de Fortabat, Nelly Arrieta de Blaquier, Jorge Helft y Mauro Herlitzka.