Toyota concentró 41% de las exportaciones de autos
La participación de la firma japonesa fue sobre un total de 209.587 vehículos vendidos al exterior en 2017
Las relaciones se estrecharon justo cuando el Gobierno más necesitaba saber de nuevas inversiones. Fue entonces que Toyota se convirtió en un embajador oficial del sector. Ocurrió a mediados de mayo del año pasado. El presidente Mauricio Macri se reunió entonces con Jun Karube, número uno de la firma japonesa, en el Hotel The Prince Park Tower de Tokio. Sin embargo, fue con la visita de Macri a una planta que el presidente del directorio de Toyota Motor Corporation, Takeshi Uchiyamada, realizó el anuncio definitivo: una ampliación del 30% de la fábrica que la firma tiene en Zárate. Macri le dedicó un elogio a Toyota que hasta hoy sigue vigente: la empresa "es un ejemplo".
Para mantener la llama intacta, la afinidad japonesa se encendió en el debate por los impuestos. Apenas el Gobierno redujo las alícuotas para la importación de autos eléctricos e híbridos, Toyota usó el Salón del Automóvil para anunciar una rebaja del precio del Prius en US$23.000. Con la eliminación de parte del impuesto interno, la firma nipona fue la primera en informar que a todos los clientes que hubieran comprado un vehículo alcanzado por el gravamen se les devolvería el dinero que se le había cobrado de más.
La pelea por la competitividad, otras de las batallas del oficialismo, generó ruidos con sus competidores locales. Mientras las terminales encargaron un profundo estudio a Bain & Company para reclamar más medidas al Gobierno, Toyota mantuvo un único discurso público: "Nosotros somos competitivos".
Los números de exportaciones por marca de la Asociación de Fábricas de Automotores de la Argentina (Adefa) a finales del año pasado parecen darle la razón: el 41,2% de todas las exportaciones del sector en 2017 (209.587 unidades) estuvieron representadas por Hilux y SW4, vehículos fabricados en la planta de Toyota de Zárate.
En el sector cuentan que las ventajas de Toyota tienen que ver con una decisión estratégica a nivel global: "Con la caída del mercado de Brasil, Toyota Japón decidió compensar esa caída asignándole [a la filial local] los mercados de Centroamérica", contó un ejecutivo. "También tuvo la suerte de que Tailandia [donde se fabrica la Hilux que llega a México] está a full de capacidad", agregaron.
Toyota fue la primera en el año en ventas al exterior. La siguieron: Ford (19,1%), Volkswagen (16,5%), General Motors (13,6%) y, muy detrás, Renault, Citröen y Peugeot. Toyota vendió a lugares a los que ninguna otra firma local llegó: Bahamas, Bonaire, Aruba, Saint Marteen, Belize, Haití, Curacao o República Dominicana. Pero también a Perú, Bolivia, El Salvador Guatemala, Panamá, Honduras, Ecuador, Colombia o Costa Rica. Nadie alcanzó tal diversificación, salvo Volkswagen, que vendió unidades en África o en Oceanía. Fue en ese sentido que el desplome de Brasil fue el de casi todo el sector.
"Con el mercado doméstico no nos alcanzaba para convertirnos en una empresa global. Necesitábamos escala; producir al menos 100.000 unidades", explicó a LA NACION Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina. "Eso nos dio tranquilidad y una competitividad suficiente en toda la cadena de valor. Mi competidor dejó de ser otra marca y pasó a ser Toyota Tailandia", explicó el ejecutivo argentino. Herrero afirmó que América Latina sufre de problemas cíclicos de tipo de cambio o de caídas de mercado, como el actual de Brasil. "La única manera de tener un intercambio de exportaciones e importaciones compensado era abriéndote a otros mercados", dijo el número uno de una de las únicas empresas que no tiene problemas de flex en el país. "Mi Hilux es igual de competitiva que la de Tailandia. Tenemos 95% de eficiencia en la planta y 3% de ausentismo", agregó Herrero, que negó que la fábrica del país asiático esté al límite de capacidad.
Toyota, parece, seguirá siendo un ejemplo para el Gobierno. Tal es así que el sistema de mejora continua de la firma (Kaizen) se convirtió en un programa oficial luego de que el secretario de Industria, Martín Etchegoyen, sellara un acuerdo en febrero pasado con el presidente de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por sus siglas en inglés), Shinichi Kitaoka.