India lanza un sistema para transferir dinero a los pobres
El país asiático toma como inspiración a diversos programas similares de América Latina para combatir la desigualdad y ofrecer prestaciones sociales
Las autoridades en esta aldea de India tienen un mensaje para los residentes: el gobierno les quiere dar una cuenta bancaria y depositarles dinero, ahora mismo.
India está a punto de poner en marcha un drástico cambio en su distribución de prestaciones públicas para los cientos de millones de pobres. El programa, que oficialmente empieza en enero en Dohakatu y será lanzado a nivel nacional antes del fin de 2013, transferirá hasta US$58.000 millones en efectivo a las cuentas bancarias de unos 90 millones de hogares. Los beneficiarios retirarán el dinero usando un sistema de alta tecnología que verifica sus identidades empleando escáneres de huellas digitales.
Para cobrar sus prestaciones sociales, los indios actualmente tienen que acudir a las oficinas de correos, donde a veces tienen que esperar días o semanas o pagar sobornos. Con el nuevo programa, recibirán depósitos directos en sus cuentas personales, desde pensiones y becas hasta salarios por proyectos de obras públicas.
Los más necesitados también recibirán depósitos de efectivo para comprar bienes básicos como queroseno y gas para cocinar a precios de mercado. Esto reemplazaría los subsidios que ahora van a los distribuidores, quienes después deben ofrecer descuentos. Sin embargo, el sistema está plagado de fraude y derroches.
India se inspiró en otras economías emergentes, como México, Brasil, Turquía y Sudáfrica, que implementaron sistemas de transferencia de efectivo para combatir la pobreza y la desigualdad social. India se está dirigiendo a un número mucho más grande de hogares, pero su programa es distinto porque no vincula las prestaciones a metas sociales concretas. El programa de Brasil , por ejemplo, otorga US$30 al mes a 12 millones de hogares de bajos ingresos bajo la condición de que demuestren que sus hijos mantienen un nivel de asistencia escolar de 85% y reciben revisiones médicas y vacunas.
El nuevo programa de pagos en India no crea ningún subsidio nuevo para los pobres. Pero el gobernante partido del Congreso lo ha promovido como una iniciativa clave contra la pobreza, con la esperanza de que sea una apuesta maestra de cara a las elecciones nacionales en 2014. Los líderes del partido afirman que los depósitos directos asegurarán que los pagos lleguen a los beneficiarios en vez de acabar en los bolsillos de los intermediarios. Su eslogan es: "Su Dinero en Sus Manos".
Menos corrupción
"Confiamos en que el plan de transferencias de efectivo será mágico en las próximas elecciones", indicó Shahzada Anwar, un representante de partido del Congreso en Jharkhand.
Dohakatu es un pueblo de agricultores de papa y arroz de subsistencia. Sus residentes dependen en gran parte de subvenciones del gobierno para sobrevivir y es una de las regiones que participó en las primeras pruebas de las transferencias de fondos. La gente aquí ya recibe depósitos directos para varias prestaciones.
El enorme gasto en prestaciones sociales de India es una de las razones que explican sus inestables finanzas públicas. El déficit fiscal fue equivalente a 5,8% del Producto Interno Bruto en el año que terminó el 31 de marzo. El gobierno indica que el nuevo programa de depósitos podría ahorrar mucho dinero, al eliminar casos de corrupción, como por ejemplo, cuando la gente usa documentos de identificación falsos para obtener el mismo subsidio dos veces.
Para retirar dinero bajo el programa, los beneficiarios tienen que presentar un número de identificación de 12 dígitos que se está emitiendo gradualmente para cada habitante del país (hasta ahora 220 millones de personas lo tienen). A continuación, tienen que escanear su dedo en un dispositivo portátil que valida su identidad en una base de datos biométrica nacional.
"Nadie puede falsificar su identidad y salirse con la suya", dijo recientemente el ministro de Finanzas P. Chidambaram. Apuntó que las ventajas de la mayor eficiencia son "incalculables".
Sin embargo, al menos en un comienzo, el proyecto de transferencia de efectivo supondrá una carga financiera, con unos US$1.200 millones en pérdidas netas para el gobierno hasta marzo de 2015, de acuerdo con un estudio reciente del Instituto Nacional de Financias y Políticas Públicas. Los ahorros previstos vendrán en los seis años siguientes y ascenderán a unos US$14.500 millones, o 15% del déficit público en el año fiscal, más reciente, indica el informe.
Transferir efectivo para 29 programas gubernamentales de subsidios supondrá un gigantesco proyecto administrativo. El primer desafío es abrir sucursales bancarias en lugares como Dohakatu: sólo 40% de los 1.200 millones de indios tienen cuentas bancarias, y apenas 36.000 de los 600.000 pueblos del país tienen un banco.
Además, las máquinas portátiles que funcionarán como pequeños cajeros automáticos dependerán de conexiones a Internet poco confiables. Conseguir que el sistema funcione requiere la complicada sincronización de bases de datos por parte de los administradores del programa nacional de números de identificación, las agencias gubernamentales que reparten los subsidios y los bancos.
Sin embargo, la limitación más grande del proyecto de transferencias de dinero, según los críticos, es que no resolverá el problema fundamental en el proceso de selección de los subsidios. Las pruebas biométricas aseguran que las personas que soliciten las ayudas sean efectivamente las que dicen ser, y además elimina los subsidios repetidos. Pero si una persona es excluida de las prestaciones por no ser clasificada bajo la línea de la pobreza, o es erróneamente incluida como beneficiaria, el programa de transferencia no puede hacer nada para detectar o cambiar esto.
Al mismo tiempo, hay límites a la capacidad del programa para acabar con la corrupción. En teoría, no hay nada que impida a los operadores de los dispositivos portátiles pedir un soborno cuando entreguen el dinero a la gente, al igual que hacen ahora los empleados de las oficinas de correos, apuntan los detractores.
"Si te tuercen el brazo hoy, te torcerán el brazo mañana", señaló Reetika Khera, una especialista de desarrollo en el Instituto de Tecnología de India, en Nueva Delhi.