Conflicto en Pepsico: en el barrio rechazan el cierre de la empresa y temen que la planta sea tomada
Los vecinos dicen que el movimiento de los obreros les daba seguridad; temor de que el edificio sea tomado por gente de las villas aledañas
Azul por un lado, azul por el otro. Separados por la calle Posadas, dos extensas filas de policías vigilaban el ingreso a la planta de PepsiCo en Florida oeste, partido de Vicente López, que fue desalojada durante esta mañana tras dos semanas y media de ocupación por parte de ex trabajadores de la empresa.
Decenas de fotógrafos, camarógrafos y cronistas apostados en el sitio completaban esta postal atípica para un barrio de casas bajas, tradicionalmente obrero. Varios vecinos intentaban sortear la escena sin tropezar con los cables de los canales para ver con sus propios ojos aquello que ya inundaba las pantallas de sus televisores. Para algunos de ellos, el cierre de la planta despierta miedos sobre la seguridad de la zona.
“Nunca estuve en contra de la fábrica. El movimiento de los obreros generaba seguridad”, afirmó Walterio, que vive a escasos metros de la planta sobre la calle Urquiza. “Desconozco cuáles fueron los motivos del desalojo, pero espero que todo se normalice. Lo que se vivió no fue lindo, con los disparos y las gomas quemadas”, agregó.
Yolanda, que vive en Florida hace 28 años, dijo que los vecinos ya estaban acostumbrados a la rutina fabril y expresó temor por el futuro del inmueble: “A mí la fábrica nunca me molestó. Estábamos acostumbrados incluso a todos los camiones que venían. Ahora tememos que usurpen el edificio, que venga gente de otro lado y quiera meterse ahí”.
Otro vecino, Elio, coincidió en que un edificio abandonado de esas características puede ser una fuente de problemas. “Me da miedo que lo tomen familias o que hagan una villa, son cosas que suelen suceder. Acá cerca hay fábricas tomadas y han hecho tremendas edificaciones”, aseguró.
“Un poquito de miedo te da, no es seguro que quede así”, reconoció Agustina, que tiene un restaurante a una cuadra de la planta. “Igual también siento que el tema me afecta a mí”, agregó, y no le falta causa. Está embarazada y los operarios de la planta constituían buena parte de su clientela.
Carlos, un obrero retirado de Florida, se expresó en términos similares. “Para el barrio la fábrica significaba mucho, en especial para el comercio, porque los empleados compraban ropa y comida acá. Es una situación bastante crítica.”
PepsiCo anunció el 20 de junio pasado su decisión de cerrar la planta a causa de “los obstáculos inherentes a su ubicación en un área mayormente residencial, su compleja estructura de costos y extensos requerimientos logísticos”. La compañía expresó su deseo de expandir su matriz productiva en Mar del Plata como parte del “proceso de transformación” que encara.
Al cierre de esta nota, fuentes vinculadas a PepsiCo detallaron a LA NACIÓN que todavía no está definido qué va a pasar con la planta.