La caída de proyectos emblemáticos, las sanciones impuestas por organismos reguladores y la volatilidad de los mercados globales marcaron un arranque de año con alzas y descensos para las criptomonedas; qué pasará a futuro
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Una montaña rusa. Así se puede definir la evolución de la cotización de las criptomonedas desde que comenzó 2023. Con una leve tendencia alcista, sobre todo en enero, los principales tokens pelean por llegar a sus precios máximos –si bien están muy lejos–. Pero, luego, cada mala noticia que se conoce las vuelve a empujar hacia abajo. La sensibilidad del mundo cripto está alta, provocada por la caída de grandes proyectos el año pasado, por un lado, pero también porque el capital está más temeroso tras la pandemia y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) le da refugio con tasas de interés tentadoras y rendimientos seguros.
El año pasado fue desafiante para las criptomonedas y los mismos factores que hicieron que el bitcoin recorte su precio a la mitad entre el 1° de enero de 2022 y principios de este año siguen impactando en la industria. A esas variables se las podría agrupar en dos: endógenas y exógenas. Las primeras incluyen problemas en el seno del sector, principalmente la caída de proyectos emblemáticos o sanciones impuestas por organismos públicos a firmas de la industria, mientras que las segundas tienen que ver con variables macroeconómicas mundiales de cuyo impacto no están exentos.
En los primeros 50 días del año se puede ver la volatilidad de las cripto y febrero funciona como ejemplo. Tras un primer mes del año con subas de hasta 40% en algunos tokens debido a la desaceleración de la inflación en Estados Unidos, ocurrió un verdadero rally alcista –con subas de hasta 10% en 24 horas– tras el discurso de Jerome Powell a comienzos de febrero. El presidente de la Fed dio indicios de que va iría hacia un camino de desaceleración de la suba de tasas, que en el último año espantó al capital de inversiones más riesgosas, como las cripto, para volcarse a instrumentos más solventes. Finalmente, aumentó los tipos de interés 25 puntos.
Pero tan solo una semana después, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) sancionó con una multa de US$30 millones a Kraken, la tercera plataforma de intercambio de criptomonedas del mercado (medida en volumen de transacciones diarias), debido a que la empresa violó la legislación, al no registrar su programa de staking como servicio, que consiste en adquirir criptomonedas y mantenerlas bloqueadas en una billetera virtual con la finalidad de recibir ganancias o recompensas. El bitcoin cayó 3,61% en 24 horas y ethereum, 5,78%.
Otra acción de la SEC hizo caer las cripto. Paxos, la empresa encargada de la acuñación de la stablecoin oficial de Binance, la mayor plataforma de intercambio de criptomonedas del mundo, anunció el 13 de febrero que finalizaría su relación con el gigante cripto y no emitirá más BUSD. Se debe a que el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (Nydfs) inició una investigación en su contra y, “en estrecha coordinación” con el organismo oficial, tomó la decisión. En consecuencia, BNB, el token de Binance, cayó 11,27% en 24 horas y contagió al resto.
El 16 de febrero las cripto volvían a subir 10% por otro dato positivo. Se supo que la inflación interanual en Estados Unidos fue de 6,4% en enero, un descenso de 0,1 puntos porcentuales respecto a diciembre, razón por la cual el bitcoin subió 7,53% en un día y el resto de las monedas digitales la siguieron. Previamente, habían sufrido un impacto negativo tras conocerse el dato de desempleo en el país del norte, que marcó un 3,5% –la menor tasa en 53 años–. El mercado lo interpretó como una señal para que la Fed siguiera con la política de tasas altas.
Estos eventos marcaron un comienzo de año con idas y vueltas, aunque con una leve suba desde que las criptomonedas tocaron pisos de cotización a los que no llegaban desde noviembre de 2020. Bitcoin, por ejemplo, comenzó el año cerca de US$16.000 y, al cierre de esta edición, se encontraba en US$24.000.
Algunos analistas del mercado creen que ya pasó la peor parte de otro capítulo del denominado “criptoinvierno”. Parte de la caída de los tokens en 2022 se explica por el colapso de reconocidos proyectos, como FTX, uno de los exchange de mayor operación en el mercado. Otros casos fueron los de Celsius y Luna, que también sembraron incertidumbre en el sector.
Sin embargo, otros expertos creen que todavía no vendrá un bullmarket (tendencia alcista). Esto se debe a dos factores. Por un lado, organismos como la SEC están investigando y siguiendo de cerca, cada vez con más fuerza, a los proyectos cripto. Buscan regular esta industria con mayor firmeza, mientras una parte de él se resiste. Los datos que reflejan la intención oficial son, por ejemplo, que de 40.521 tokens lanzados en 2022, 9902 (24%) mostraron “indicios de ser una estafa”, según un reporte de Chainalysis (una plataforma de información cripto). Cada sanción, multa o sospecha eleva la incertidumbre entre los inversores y provoca bajas en las cotizaciones.
Por otro lado, la Fed anticipó que aplicará cuantos incrementos en las tasas “sean apropiados” para conducir la inflación al objetivo de 2% anual. Es decir, todavía no terminó la política monetaria restrictiva del gobierno estadounidense. La Fed subió ocho veces consecutivas los tipos de interés de referencia desde marzo de 2022, incluyendo cuatro aumentos seguidos de 0,75 puntos porcentuales, en un intento por enfriar la economía y contener la inflación.
El problema interno
“Cada vez que un actor importante de un sector fracasa, quienes sufren son los consumidores minoristas. En los últimos años, hemos visto gran fluctuación en la oferta de proyectos, pero se sigue destacando la capacidad de generar valor, más allá del contexto de mercado. A medida que se desarrollen los marcos regulatorios, será más fácil entender los beneficios que ofrecen las criptomonedas dentro de la industria financiera”, explica Maximiliano Hinz, director de Binance para Latam Cono Sur.
Mientras tanto, la industria se debate internamente hasta qué punto abogar por –o colaborar con– una mayor regulación. Las criptomonedas nacieron desde el punto de vista filosófico con la intención de ser descentralizadas para escindirse de la economía tradicional y sortear el control de los gobiernos, pero los cada vez más frecuentes colapsos o estafas, que dejan a cientos de miles de inversores sin su capital, produjeron cambios en la perspectiva de los líderes del rubro. Binance, por ejemplo, está a favor de lograr mayor transparencia, aunque hay ciertas dudas sobre su stablecoin. Muchos exchange hicieron en el último tiempo los denominados proof of reserve para demostrar que sus monedas y los ahorros tienen sustento.
Federico Ogue, fundador de Buenbit, una empresa cripto de origen argentino, fue uno de los primeros en prever el “criptoinvierno” que dejó a muchos empleados de la industria sin trabajo. De hecho, también fue uno de los primeros en el país en tomar la decisión de despedir a 80 personas por el momento de sequía financiera que advertía. Ante la consulta de LA NACION, expresó que considera que el desplome del ecosistema de Terra “fue el peor evento” del año pasado y comenta: “Fue un año difícil para la industria cripto y fintech a nivel mundial. A raíz de varias situaciones que se vivieron durante 2022, el mercado se depuró”.
Denisse Donoso, líder del equipo de BeInCrypto en español, aseguró que lo peor del año pasado es que “la confianza de los usuarios ha sido dañada”. Coincide en el diagnóstico respecto de que la mayor “decepción” fue la caída de Terra, seguido por la de FTX. “Ser custodio de tus activos digitales es importante. Los proyectos especulativos o que no se entienden bien pueden ser de gran riesgo a la hora de confiarle tus activos cripto”, menciona como moraleja de 2022.
Así, parte del mundo cripto espera hasta un año más de tensión con probabilidad a la baja y no augura grandes movimientos alcistas hasta fines de 2023 o principios de 2024. El año que viene, además, transcurrirá el halving del bitcoin, un momento que ocurre cada cuatro años y en el que el protocolo recorta a la mitad la cantidad de bloques que se producen cada un promedio de 10 minutos. En 2024, pasará de 6,25 BTC a 3,125 BTC. Por eso, los bitcoins serán finitos. En 2140 se emitirá el último, el número 21 millones. El efecto será una apreciación de la moneda, seguida de una suba de las altcoins (monedas alternativas), como ocurre en todos los ciclos.
“Va a ser un año tranquilo para la industria y servirá para que cada jugador pueda acomodarse y encontrar su lugar. Para la Argentina puntualmente, las cripto seguirán teniendo relevancia debido a todas las limitaciones que tenemos con el dólar, donde el formato stablecoin se convierte en una gran solución”, agrega Ogue.
Donoso también espera que se prolongue el mercado bajista de los tokens, aunque nuevas regulaciones pueden “afectar drásticamente” (para bien o para mal) varios proyectos en la industria.
Filip Karađorđević, príncipe de Serbia y Chief Security Officer de JAN3, expresó: “Durante tiempos de baja liquidez, muchos proyectos cripto fracasarán y desaparecerán porque se venden en función de sus narrativas en lugar de sus fundamentos. Lamentablemente, mientras los proyectos cripto continúen recibiendo nuevas inversiones, puede parecer que están creciendo, incluso si no cumplen sus promesas. Más del 99,9% de todos los proyectos cripto finalmente fallarán. Bitcoin alcanzará un nuevo máximo histórico, si no en 2023, entonces en 2024; es inevitable”.
Los referentes de las criptomonedas se enfrentarán a un debate interno por la regulación, lo que algunos califican como “enfrentamiento” con los organismos públicos. También hay preocupación por un eventual desplome de más proyectos. Y habrá que prestar atención a las novedades que se desprendan de la economía mundial, pero, especialmente, de la estadounidense. El mercado no parece vislumbrar grandes hitos para los tokens en 2023, aunque la volatilidad que muestran las criptomonedas enciende las alarmas. Para muchos, el año próximo podría ser una mejor temporada, aunque todavía hay preocupación por la posibilidad de que la crisis escale antes de tiempo.
Un febrero que arrancó movido para las cripto
- 01/02. ANUNCIO DE LA FED. SUBEN. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, anuncia una desaceleración en la suba de tasas de interés, lo que causa un rally de compra
- 03/02. EMPLEO EN EE.UU. BAJAN. Se conoció el dato de desempleo en EE.UU. Fue 3,4%: mostró la fortaleza del mercado laboral y el mercado lo interpretó como una señal para que siga la política de suba de tasas
- 08/02. “CORRALITO” TEMPORAL. BAJAN. Binance, la mayor plataforma de intercambio de criptos, suspendió las transferencias en dólares a algunos de sus clientes. Impactó en 1,3 millones de usuarios y causó preocupación
- 10/02. IMPORTANTE SANCIÓN. BAJAN. La SEC multó a Kraken, el tercer exchange más importante, por US$30 millones debido a violaciones a la legislación
- 13/02. CHAU DÓLAR DIGITAL. BAJAN. Una investigación contra Paxos, la emisora de la stablecoin de Binance, la lleva a suspender su emisión
- 16/02. INFLACIÓN EN EE.UU. SUBEN. La caída de 0,1 puntos porcentuales de la inflación en EE.UU. entre diciembre y enero (cerró en 6,4% interanual) generó un alza en las cripto
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