Impuesto a la riqueza: por qué la Argentina es un país único en la región
Es el único en la región que grava dos veces el patrimonio, y registra las tasas más altas en la tributación sobre los bienes
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Los sistemas tributarios del mundo suelen tener tres tipos de impuestos. Los primeros son aquellos que gravan el consumo. En el caso de la Argentina, sería un ejemplo el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Los segundos son los que cargan sobre la renta, como el Impuesto a las Ganancias. Por último, se encuentran los impuestos al patrimonio. Estos entraron en desuso en gran parte del planeta. Muchos gobiernos dejaron de aplicarlos por haberse vuelto obsoletos. Hoy en día, sólo el 15% de los países tienen este tipo de tributos.
En América Latina, únicamente cuatro sistemas fiscales los incluyen: la Argentina, Bolivia, Colombia y Uruguay; aunque estos con un esquema distinto al de nuestro país.
La Argentina es el único país que grava (en el ámbito nacional) dos veces el patrimonio, a partir de la sanción del “Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia”. Según los especialistas, el impuesto a la riqueza se superpone con el impuesto a los bienes personales.
“Es la misma base imponible. Esto se llama, técnicamente, duplicación de impuestos. En algunos bienes hay una triplicación, inclusive, como patentes de autos o los bienes inmobiliarios”, explicó César Litvin.
El impuesto a los bienes personales se aplica sobre el patrimonio de las personas, en el país y en el exterior. Si la valuación de los bienes supera determinado monto, que se actualiza en cada período fiscal, se aplica una alícuota al monto que excede el mínimo aplicable. Para 2021, la base será de $2 millones. Las tasas van del 0,75% para los bienes nacionales y hasta 2,25% los que se encuentren fuera del país.
El impuesto a la riqueza funciona de forma similar. Alcanza a las personas cuyos bienes superen un mínimo imponible más alto que bienes personales, pero con los mismos conceptos incluidos. La suma, definida por la ley y reglamentada por la AFIP, es de $200 millones. Pagarán una única tasa de entre el 2% y 3,5% para bienes nacionales. Los exteriores tributarán entre 3% y 5,25%.
La doble tributación provoca que las personas alcanzadas por el impuesto a la riqueza lleguen a tener una imposición por el 7,5% sobre sus bienes.
En el continente latinoamericano, solo tres países más gravan el patrimonio, aunque de forma muy distinta. LA NACIÓN reconstruyó una comparación, para entender por qué Argentina es el país con más gravamen a los bienes.
Riqueza y bienes personales
La Argentina y Bolivia son los únicos países con esquemas similares de “impuestos a la riqueza”. Ambos aprobaron la legislación que implementaba el tributo el año pasado, en el marco de la pandemia. Primero Argentina y luego Bolivia, el 28 de diciembre.
Sin embargo, las diferencias entre ambos son notorias. Bolivia no contaba con un impuesto a los bienes personales anteriormente. Solo algunos municipios cobraban tasas locales sobre algunos componentes del patrimonio.
El mínimo imponible sobre el cual el fisco boliviano comienza a cobrar el impuesto es de 30 millones de bolivianos (cerca de US$ 4.3 millones). En Argentina, a tipo de cambio contado con liquidación, los $200 millones de pesos equivalen a US$ 1.3 millones, aproximadamente. La base mínima del país vecino es tres veces más grande que en Argentina.
Por esta razón, en Bolivia sólo 152 personas deberán tributar impuesto a la riqueza. En Argentina, según tributaristas, serán entre 12.000 y 20.000 personas.
Además, las alícuotas para las fortunas bolivianas fueron definidas entre 1,4% y 2,4% mientras que, para los argentinos, llegarán a 5,25% en los bienes extranjeros.
“A diferencia del argentino, es perpetuo. En principio uno de los proyectos planteaba hacerlo temporal. La estructura del sistema boliviano se inspiró en el modelo argentino; ahora el mundo mira a estos países como un ejemplo de laboratorio”, comentó Pablo Ordoñez, especialista de Bolivia.
Debido a la perpetuidad, algunos especialistas consideran que, en realidad, Bolivia aprobó nuestro equivalente al impuesto de bienes personales, aunque con un esquema que se asimila más al impuesto que aplica Colombia. Ambos son perpetuos y tienen una base imponible alta.
Uno de los puntos de discusión ante la implementación del impuesto en Argentina fue la preocupación por la continuidad que podría tener el gravamen. Muchos de los tributos que se aprobaron “de emergencia” (tal es el caso del impuesto a las ganancias) fueron reiterados a lo largo de las décadas.
Sin embargo, en el continente hubo múltiples casos de implementación de un aporte extraordinario con efectiva finalización. Ecuador, por la tragedia ocasionada en el terremoto de abril de 2016, aprobó la “Ley Orgánica de Solidaridad y Corresponsabilidad Ciudadana”, un mes después.
“En ese momento, se fijó un tributo de 0,9% para los patrimonios superiores a US$1 millón, por única vez. En 2020, se iniciaron campañas para promover la introducción del impuesto nuevamente, aunque fracasaron. Seguramente vaya a pasar en 2021”, detalló Juan Gabriel Reyes, experto tributario de Ecuador a LA NACION.
¿En qué país se tributa más por el patrimonio?
La Argentina es el país con tasas más altas, tanto en el impuesto a la riqueza, como en bienes personales. En Uruguay y Colombia, la tasa es fija: 0,4% y 1%, respectivamente. En Bolivia, llega al 2,4%. En Argentina, Riqueza alcanza hasta 3,5% (bienes nacionales) y 5,25% (bienes en el exterior). El máximo de Bienes Personales se sitúa en 1,25% y 2,25%.
Uruguay es un caso interesante. “En 2007 fue la última gran reforma fiscal. En ese año, el gobierno propuso eliminar el impuesto al patrimonio porque estaba obsoleto, recaudaba poco, era difícil de fiscalizar. Se acordó con la oposición no eliminarlo, pero ir bajándolo anualmente en 0,1% hasta llegar a 0,1%. Pasó de ser del 2,75% al 0,4%, este año. En tres años, Uruguay llegará al mínimo”, comentó Federico Camy, socio de Guyer & Regules en Uruguay.
El sistema de grabación a los bienes personales en Uruguay presenta un atractivo particular para los residentes argentinos: los bienes en el exterior no están gravados. Esta diferencia con Argentina ha promovido el cambio de domicilio fiscal para muchos empresarios.
Las bases mínimas imponibles entre los cuatro países varían ampliamente. En Colombia (bienes personales), el mínimo es de US$1,4 millones; Uruguay (bienes personales): US$ 118.000; Bolivia (riqueza): US$ 4,3 millones. Argentina, por su parte, tiene una base de US$13.000 para bienes personales y US$1.3 millones para riqueza.
Colombia es el país con base mínima imponible más alta para bienes personales. Sin embargo, en un inicio, fue concebido como un impuesto a las grandes fortunas que se continuó en el tiempo.
“Cada vez que hay un gobierno nuevo, trae un impuesto al patrimonio distinto. Sin embargo, los elementos esenciales se mantuvieron. Hay mucha resistencia a pagarlo y no ha sido bien recibido”, explicó Catalina Jaramillo, tributarista colombiana a LA NACION.
El ejemplo argentino sobresale en la región, y en el mundo. “No existe lugar donde se cobre tanto impuesto sobre los bienes. En muchos casos, estos dos impuestos se tornan confiscatorios, por el efecto que tienen sobre la renta”, remarcó César Litvin.