IDEA. De qué hablan los empresarios: devaluación, diálogo y la falta de un plan creíble
En sintonía con los consejos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina desde Washington, los empresarios que participaron hoy del 56º Coloquio de IDEA creen que la falta de un plan creíble es la madre de la desconfianza en el Gobierno, de la tensión que hace volar la cotización del dólar y del impulso a la ampliación de la brecha cambiaria, situación que incide en la definición de las inversiones que prevén sus empresas en el país.
No hay recetas mágicas para recuperar la confianza, dicen. Ni un nuevo equipo económico ni palabras oficiales que -cuestionan muchos- entran permanentemente en contradicción. La solución es más amplia: una hoja de ruta que sume otros actores -sector privado, la oposición y el FMI- en un compromiso colectivo que incluya los desafíos estructurales del país.
Además, cuestionaron el proyecto de impuesto "a la riqueza", que prevé un aporte extraordinario de las grandes fortunas, diseñado por el diputado Carlos Heller; la ley de teletrabajo, los problemas con importaciones, la inflación, los cambios en la Justicia impulsados por el kirchnerismo y las modificaciones permanentes de reglas de juego desde el poder político. Afirmaron que preocupan la falta de señales sobre cómo salir de la pandemia y de la crisis económica, y el rol que el Estado les asigna a los empresarios en la recuperación de la actividad.
Agradecieron que Alberto Fernández se mostrara dispuesto al diálogo con los empresarios, y celebraron las aclaraciones sobre los depósitos en dólares y la devaluación.
"La de los depósitos es una aclaración que suma. El miedo de que los depósitos sean confiscados existe", afirmó un banquero en off the record. "El tema cambiario es una cuestión de confianza. Lo que el empresariado está reclamando es un plan que diga cosas concretas, como hasta cuándo va a haber déficit fiscal y cómo se van a equilibrar las cuentas. Esas respuestas son la base de un proyecto de inversión, las variables con las que nos manejamos", agregó el hombre que definió a la tensión con el dólar como la fiebre que esconde un problema mayor. "Me genera tranquilidad. Si viniera una devaluación sería una carnicería", dijo un abogado presente. "Si dice que no va a devaluar, tendrá un plan", se esperanza.
Todos los consultados pusieron el foco en la necesidad del equilibrio fiscal como una política de Estado a consensuar por años, sin ideologías. "Probá gastar de más de lo que ganás unos años. Ahí vas a vivir en carne propia lo que es Argentina. Te cortan la tarjeta y te rematan la casa. La Argentina necesita dramáticamente equilibrio fiscal. Y no de corto plazo. Lo necesita como política pública permanente y estable. Con el gasto se puede tener cualquier ideología, pero cuando gastás en exceso creás pobres", dijo el banquero.
"Puede ser que venga una política clara después del acuerdo con el FMI", se esperanzó el dueño de una firma industrial, que se mostró preocupado por el poco espacio que le da al sector privado el ministro de Economía, Martín Guzmán. "Todo el tiempo está diciendo que el Gobierno va a llevar a la reactivación. Por eso, la sensación es que tienen que acaparar más recursos. Pero lo que hay que hacer es alivianar a la fuerza productiva que tienen los privados", reclamó.
En una automotriz admitieron las "distorsiones" que produce la brecha cambiaria en el aparato productivo. "Hay que trabajar para achicarla", dijo un directivo, y pidió generar divisas. "La falta de confianza genera, en parte, esa brecha y esa distorsión", aclaró. Un empresario de una compañía de electrónicos mencionó los problemas para importar bienes finales y señaló que el Gobierno trabaja allí en un plan de "sustitución". El mismo hombre de negocios se mostró preocupado por la demora en la salida de la pandemia en la Argentina y en el mundo. "Ya hay un rebote en otros países desarrollados. Nos preocupa cómo va a ser la salida y cuánto nos va a demandar esta crisis", dijo.
"Hay una contradicción entre lo que se manifiesta y lo que pasa", dijo el presidente de un grupo especializado en auditorías e impuestos a nivel nacional. "De lo único que hablamos es de crear impuestos, que no tienen que ver con la cuestión contributiva", agregó el especialista, y concluyó: "Necesitamos un país que crezca, que produzca y que exporte. Para eso, hay que invertir y recrear la confianza. Para eso hay que dar condiciones con reglas de juego. Ahora, hay una carga tributaria y laboral que se exporta, eso va a los precios y te hacen poco competitivo. Sos dependiente de los dólares, necesitás exportar y no sos competitivo".
"Me canso de convencer a gente de que no se vaya al Uruguay", dijo ese mismo especialista en impuestos, que cuestionó fuertemente el llamado "impuesto a la riqueza", que estuvo en el foco de un almuerzo privado con patrocinadores del Coloquio y algunos legisladores de varios bloques. Esa iniciativa fue fuertemente cuestionada durante el primer día del Coloquio por varios asistentes, pero también lo es desde hace semanas por la Unión Industrial Argentina (UIA), que señala que afecta el capital nacional del sector productivo.
"Hay un mensaje de diálogo abierto; más allá de las diferencias que puede haber, diálogo es todo lo que necesitamos", dijo el presidente de una empresa automotriz sobre la presentación de Alberto Fernández, y señaló los consensos entre la UIA y la CGT como un punto alto en el Gobierno. Un empresario de la salud afirmó, en tanto, que el equipo económico no es un problema por el salto del dólar. "Para lograr pax cambiaria se requieren medidas estructurales, y eso necesita un acuerdo político", dijo. Otro empresario señaló como positivo la alusión a un país más "federal", aunque criticó los problemas que crea la inflación.
La Corte Suprema también fue tema de debate en el 56º Coloquio de IDEA, que arrancó hoy. Un miembro de la Justicia reclamó a la Corte Suprema que diera señales claras con relación a la "composición política" que adquiere el Consejo de la Magistratura desde 2016 tras su reforma. "De esta manera, cada gobierno tiene una mayoría que quiere afín", agregó.
Hubo críticas a las permanentes intenciones de refundación. Muchos se refirieron a una "Argentina pendular" cuando llegan los cambios de gobierno. "Tengo que adaptarme a la apertura comercial, después a uno que cierra la economía. Necesito seguridad, previsibilidad y continuidad de políticas", dijo el CEO de una electrónica. El mismo dilema surgió cuando se cuestionaron los cambios en las reglas de juego en el mercado de telecomunicaciones, algo a lo que se refirió el Presidente hoy temprano haciendo alusión a la falta de competencia.
A esos dichos contestaron los cableros hoy: "En los últimos 20 años la TV por cable desarrolló la única red capaz de competirle a la infraestructura de las telefónicas incumbentes. Nuestra industria es por demás dinámica, logrando popularizar los accesos de banda ancha, ubicándose ante los usuarios como una opción de alta calidad, logrando significativas bajas en los precios de los abonos y sustanciales aumentos en la velocidad de la conexión".
Los empresarios llamaron a la política a buscar consensos para el futuro y dejar de ver sólo el pasado. "El país no puede seguir sin rumbo; sin un plan claro", dijo una empresaria, ya cansada y frustrada de explicarle a su casa matriz qué es lo que pasa, otra vez, en la Argentina.
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