Howard Buffett quiere ser más que el hijo del legendario Warren Buffett
DECATUR, Illinois, EE.UU.—Durante la mayor parte de su vida, el hijo mayor de Warren Buffett se ha dedicado a muchas actividades fuera de la esfera de influencia de su padre. Howard Buffett, de 59 años, no terminó la universidad, es agricultor de maíz y soya, conservacionista, filántropo, fotógrafo trotamundos, autor e, incluso, oficial de policía voluntario.
"La gente dice: ‘Oh, Howard Buffett, el hijo del multimillonario’. Pero es uno más de nosotros", dice Tom Schneider, sheriff del condado de Macon, Illinois, un amigo. "Tiene un entusiasmo juvenil… Es el primero en ensuciarse las manos".
No obstante, se acerca el día en que Howard Buffett llegue a la presidencia del conglomerado de US$300.000 millones que su padre convirtió en unas de las entidades corporativas más admiradas del mundo. "Howie", como lo llama Warren Buffett, es su elegido para sucederlo como presidente de la junta directiva de Berkshire Hathaway Inc.
Es un cargo no ejecutivo, lo que significa que Howard Buffett no estará a cargo de realizar inversiones o supervisar las operaciones diarias del holding y sus más de 70 subsidiarias.
Su rol, como lo describió su padre, será cuidar de la cultura y valores de Berkshire. Sin embargo, su trabajo no empezará hasta que Warren Buffett, de 83 años, fallezca o deje de dirigir la empresa, y la junta apruebe su nombramiento.
Dada la edad de Warren Buffett y su tratamiento contra un cáncer de próstata en 2012, el tema de la sucesión ya está en las mentes de los accionistas, que se reunieron el pasado fin de semana para la asamblea anual de Berkshire. Entrevistas con accionistas sugieren que muchos saben poco de Howard Buffett más allá de que es agricultor y que ha estado muy involucrado en la donación del dinero de su padre.
Howard Buffett no se inmuta ante la creciente atención. "La mayoría de la gente no conoce mi experiencia en negocios", dice, refiriéndose a cargos ejecutivos que tuvo en dos compañías y su desempeño en varias juntas directivas. "Piensan que soy un agricultor y que ahora tengo una fundación", en referencia a su organización filantrópica, que se financia con el dinero que aportó su padre.
Personas que han trabajado con Howard Buffett indican que tiene muchos de los atributos de su padre: habla con franqueza, confía en sus decisiones y ve con escepticismo a quienes valoran los conocimientos por sobre el sentido común.
Asumir la presidencia de la junta de Berkshire no será tan complicado, dice. "Entiendo exactamente lo que mi papá quiere que haga conceptualmente, y ciertamente puedo hacerlo". Eso incluye asegurarse de que los altos ejecutivos no abusen de su poder, explica, y a la vez no interferir con el presidente ejecutivo.
Howard Buffett asistió a varias universidades pero nunca se graduó y tuvo numerosos trabajos después de cumplir 20 años. Se mudó a Decatur en 1992 para trabajar en la procesadora de granos Archer Daniels Midland Co., a cuyo directorio se había incorporado el año anterior. Durante cuatro años, desempeñó varios cargos altos, y ayudó a desarrollar negocios en México y Centroamérica.
En 1993, ingresó a las juntas de Berkshire y CocaCola Enterprises. Luego, estuvo varios años en el directorio del gigante de alimentos ConAgra Foods Inc.
Howard Buffett se fue de Archer Daniels en 1995, pero continuó viviendo en Decatur con su esposa, Devon. Tienen un hijo de 30 años, Howard Warren, y cuatro hijas del matrimonio anterior de ella.
En 1999, Warren Buffett les dio a cada uno de sus tres hijos acciones de Berkshire para que las usaran con fines benéficos, creando tres fundaciones. La Fundación Howard G. Buffett empezó a distribuir dinero a nivel mundial en 2000 para causas como conservación y seguridad alimentaria.
Mientras Howard Buffett probaba distintas cosas, su padre transformaba Berkshire en un gigante diversificado. El conglomerado posee acciones y bonos, así como empresas de seguros, energéticas, industriales y de otros rubros.
Últimamente, algunos accionistas han pedido un dividendo, que la empresa nunca ha pagado. Otros temen que el gigantesco conglomerado siga unido sólo por la presencia de Warren Buffett y su socio Charlie Munger, vicepresidente de la junta, quien tiene 90 años. La preocupación es que sin su dirección, altos gerentes de Berkshire puedan marcharse o que un sucesor divida la compañía en partes más pequeñas.
Warren Buffett, quien fue tratado con éxito por su cáncer, ha pasado los últimos años planeando la sucesión. Ha señalado que su trabajo será dividido en tres: un presidente ejecutivo, un presidente no ejecutivo de la junta y gestores de inversión. En 2012, dijo que el directorio había elegido a un favorito para la presidencia ejecutiva y otros dos candidatos, pero no divulgó los nombres. Ha contratado además a dos gestores de inversión, Ted Weschler y Todd Combs, para que administren el portafolio de acciones de US$107.000 millones.
Como un director de Berkshire, Howard Buffett es una de las pocas personas que saben quién será el próximo presidente ejecutivo. Cuando pase a ser el titular no ejecutivo de la junta, dice, no prevé involucrarse en adquisiciones y en las operaciones.
En los últimos años, Howard y sus hermanos, Susan y Peter, han dedicado un tiempo considerable a donar una parte de la fortuna de su padre. En 2006, Warren Buffett anunció que otorgaría la mayor parte de su dinero a la Fundación Bill & Melinda Gates, pero también prometió grandes sumas a las entidades de sus hijos. En 2012, duplicó sus promesas originales a sus hijos.
La Fundación Howard G. Buffett ya ha repartido alrededor de US$530 millones. Se estima que para 2045, cuando se distribuya la última parte del patrimonio de su padre, habrá recibido más de US$7.000 millones. Howard Buffett viaja constantemente para aprobar oportunidades. Ha visitado 133 países, principalmente en nombre de su fundación.
Su actividad en juntas no es tan conocida. Hoy, además de estar en el directorio de Berkshire, es director en CocaCola y en Lindsay Corp., una empresa de infraestructura de irrigación.
Algunos accionistas afirman que si Warren Buffett cree que su hijo es la mejor opción, eso es suficiente para ellos. "¿Por qué alguien pensaría que haría algo que ponga en riesgo el trabajo de una vida?", apunta Paul Lountzis, cuya firma Lountzis Asset Management posee acciones de Berkshire.