Hora de jugar: la clave para ser más creativos
Las actividades lúdicas son fundamentales para desarrollar una socialización positiva y manejar situaciones estresantes de la vida cotidiana
El 1° de agosto 1966, en la Universidad de Texas, Charles Whitman, 25 años, estudiante de ingeniería, subió al ascensor de una torre que le permitió tener una vista panorámica del campus. Durante las tres horas siguientes, mató a 17 personas e hirió a otras 41. ¿Por qué una persona que parecía normal, sin antecedentes criminales o violentos, terminó cometiendo el mayor asesinato en masa en la historia del país hasta ese momento? El gobernador de Texas en ese momento tomó personal interés en la situación y juntó a un grupo de expertos liderados por el médico psiquiatra Stuart Brown. Bajo la tutela de Brown se compilaron datos en las áreas de toxicología, neurología, psicología entre otras tantas para entender el desenlace tan violento que tuvo Whitman. "Charles era brillante. Pero tuvo un padre ambicioso y violento que nunca lo dejó desarrollarse según sus motivos. Whitman fue educado en una casa tiránica y abusiva. Desde su nacimiento y hasta los 18 años, la capacidad de jugar del chico fue sistemática y dramáticamente suprimida por su padre. Se lo castigaba cuando intentaba jugar. Y esto generó una inhabilidad para adaptarse", asegura Brown.
Según reveló el informe posterior del comité, la falta de juego en la vida de Whitman, fue un factor crítico para cometer los homicidios. Si hubiera experimentado momentos de juego espontáneo durante su vida, hubiera desarrollado habilidades para manejar las situaciones estresantes de la vida sin violencia.
Este hecho trágico marcó la vida del doctor Brown quien se focalizó en el estudio del juego para entender su valor como catalizador de una socialización positiva así como un antídoto para la violencia. Brown es el fundador del Consejo Nacional del Juego en Estados Unidos. Y sus estudios sobre el tema en el ámbito laboral han sido relevantes para entender la capacidad de innovación, creatividad y felicidad de la gente.
¿Qué impacto tiene el juego en el trabajo? "Las personas que han jugado en su vida fuera del trabajo y llevan esa emoción a la oficina, tienen la capacidad de desenvolverse mejor aunque parezca que el trabajo no tiene relación con el juego. Separar la idea de juego y trabajo no es saludable. Quien ha jugado en su vida genera mayor capacidad de imaginación y genera opciones al trabajo tedioso. Es claro que la cualidad que comparte el trabajo y el juego es la creatividad. Quien más ha jugado tiene más potencial creativo".
El potencial creativo está relacionado con la capacidad de exploración que ofrece el juego: "Explorar es poder imaginarse lugares o situaciones donde uno no estuvo. Y eso a nivel laboral es crítico para lidiar con problemas y darles una respuesta con una visión diferente".
"Hay que estar muy atento a las barreras y resistencias al juego. Hay que buscar un trabajo que tenga un ambiente donde se permita el juego y la toma de riesgos. Y a no equivocarse, lo opuesto a la idea de jugar no es ir a trabajar, es la depresión."
El autor es PhD y profesor de la Escuela de Negocios de la UTDT