Hace un par de semanas y casi sin anuncios se empezaron a vender en el mercado argentino las prendas de la marca de ropa H&M. El desembarco de la marca que no se concretó en forma directa sino a través de un grupo local que compra sobrestocks en Europa despertó una expectativa inéditas en un mercado marcado por la recesión como el de la indumentaria local. Gente haciendo más de una hora para entrar al local, playas de estacionamiento desbordadas y récords de venta disparan la pregunta del momento: ¿Por qué H&M no abre una tienda propia en Argentina, siguiendo los pasos de lo que ya hizo enChile y Uruguay?
Para entender lo que está pasando el primer punto a tomar en cuenta es el tema impositiva. Contando todos los impuestos, tasas y aranceles, importar una prenda en la Argentina implica de entrada un sobrecosto del 50%. Es decir una blusa que tiene un precio FOB (sin fletes ni aranceles) de US$4, cuando se la saca de la aduana porteña ya tiene un piso de US$6, a lo que hay que sumarle los costos operativos (alquiler del local, pago de personal) y la ganancia para la empresa que trae la mercadería (en este caso la firma del empresario Arturo Alacahan, que también tiene las licencias de para el mercado local de las marcas New Balance y Speedo).
El segundo factor que frena la llegada de la marca sueca es el recuerdo de lo que pasó con el cepo a las importaciones de 2011. H&M, como todas las marcas fast fashion, fabrica toda su producción en Asia y su negocio depende de importar rápido y sin problemas, ya que trabaja con cuatro o cinco colecciones al año. Este esquema industrial y comercial es completamente compatible con una política clara y estable en materia de importaciones, como la que históricamente faltó en la Argentina.
A estos factores además se suma que H&M está creciendo en todo el mundo (en el último trimestre sus ventas a nivel mundial superaron los US$6000 millones, con un crecimiento interanual del 11%= lo que deriva en que exista menos interés en ingresar a un mercado relativamente chico como el argentino.
"El peligro de instalarte acá es que tu acción afuera sea castigada por el riesgo argentino por un volumen de ventas que nunca son muy grandes, por más que los resultados sean buenos", explican en otra marca, que dejó el país con el cepo a las importaciones
H&M inauguró hace diez días en la tienda Luxury Outlet, dentro del shopping Luján Walk. Las prendas que se comercializan en el país son sobrestocks de la marca sueca que provienen de Europa y por un tema de logística nunca ingresó a las tiendas. "A esta mercadería se la compramos a mayoristas y lo importante es destacar que no se trata de ropa usada o productos de segunda, sino prendas que no llegaron a las tiendas de H&M por un tema de error de cálculo o sobrestock. Por eso, cumplen con lo que en la industria llamamos como 'mantener la curva', es decir tener todos los talles y tamaños", explicó Alacahan a La Nación.
Los planes de Luxury Outlet incluyen una expansión de su propuesta, incluyendo la apertura de nuevas tiendas en Tigre, Pilar y la Capital Federal. En todos los casos, las aperturas incluirán a las prendas de H&M.
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