Cómo entrena la AFIP a los perros que detectan dólares y drogas
No suelen salir en las noticias, pero ahí están. Sin ellos, no habría sido posible el decomiso de 1800 kilos de marihuana disimulados en un camión paraguayo que buscaba cruzar la frontera en Formosa. Ni el hallazgo de un millón de dólares escondidos detrás de una pared falsa en el departamento de un reconocido financista de Buenos Aires.
Los perros han asistido a las fuerzas de seguridad desde la Edad Media, cuando se usaban sabuesos para cazar a los fugitivos de la ley. Con la llegada del siglo XX empezó a perfeccionarse el entrenamiento de estos animales, que hoy pueden detectar narcóticos, papel moneda y explosivos o encontrar personas u objetos perdidos.
A nivel local, los perros que trabajan con los agentes de Gendarmería o las policías Federal y de Seguridad Aeroportuaria son entrenados en un predio de 3500 metros cuadrados en Boulogne que pertenece a la AFIP . Aunque la División de Canes y Entrenamiento de Guías de la Aduana fue oficialmente inaugurada en 2015, el programa comenzó a gestarse en 2004.
En este moderno complejo, que tiene 58 caniles, un hospital veterinario, aulas, oficinas, depósitos y estacionamiento cubierto, se ha capacitado a más de 400 perros (y sus respectivos guías) que luego son destinados a pasos fronterizos, aeropuertos, puertos, rutas y centros postales.
La división, que entrena de 10 a 15 animales por vez, suele inclinarse por razas de trabajo, como el pastor belga malinois y el grupo retriever (labrador y golden). "Buscamos perros juguetones, con un instinto de presa bastante desarrollado, resistencia física y salud", dijo Néstor Palas, el veterinario a cargo de la división.
Según cuenta, hay muchas variables a la hora de seleccionar un perro: "No es lo mismo un perro para una guía mujer o un hombre corpulento. Tampoco podés mandar un perro de pelo largo al calor del norte, donde pueden hacer 50 grados".
Aunque la AFIP tuvo un criadero propio, finalmente optó por la compra de ejemplares, ya que solo el 10% de los cachorros que criaba demostraba la aptitud necesaria para las tareas que se requerían. El resto debía ser puesto en adopción entre los empleados de la entidad.
El entrenamiento
Durante un mes, los cachorros elegidos entrenan en el predio de Boulogne con quien será su guía humano.
Allí, en una pista que simula un depósito fiscal aduanero con mercadería paletizada, los entrenadores esconden los elementos que deben buscar. Para detectar drogas, se expone a los perros a químicos que simulan el olor de los narcóticos. En el caso de las divisas, se utilizan dólares nuevos y en diversas facetas de deterioro.
El perro debe ladrar ante una identificación positiva y, en caso de acierto, recibe un premio, como un bocado de comida o la chance de usar uno de sus juguetes. "Hay que desmitificar esa idea arraigada de que al perro se lo droga o somete a un entrenamiento donde no es feliz -afirmó Palas-. El perro no está humanizado, pero vive con su guía, tiene una vida normal y su trabajo es salir a jugar".
Al cumplir ocho años, edad en la que los perros entran en la vejez, la AFIP los jubila y, en la mayoría de los casos, se quedan con sus guías. Ya libres de sus responsabilidades, pueden finalmente dedicarse a disfrutar con tranquilidad el resto su vida.
Otras noticias de AFIP
Más leídas de Economía
Habrá cambios. Cuánto costará el dólar tarjeta en enero
Advertencia. El CEO de una cadena francesa de supermercados no quiere comprar carne del Mercosur
El camino emprendedor de Gwyneth Paltrow. De ganar un Oscar a ser la CEO de una empresa con 80 empleados
“Decisión totalmente desacertada”. El campo bonaerense embistió contra la supertasa creada en un municipio