Hay que reconocer a los CEO del Presidente

Durante las últimas semanas, se escucharon críticas al gabinete de Mauricio Macri sindicándolo, peyorativamente, como un "gobierno de los CEO", sugiriendo que una administración con funcionarios provenientes de la actividad privada no cuidará los intereses de los que menos tienen.

Cualquiera que conozca la actividad privada sabe que los CEO responden a los deseos de los accionistas, son ejecutores de una idea de quien le dio la función. Macri interpretó cabalmente los deseos de sus accionistas -la sociedad- y fue muy claro en la exposición de sus objetivos de gobierno para lograr el mandato que se le dio: pobreza cero y lucha contra el narcotráfico, entre otros.

Las personas que fueron designadas en distintos puestos demostraron a través de la actividad privada -donde no hay padrinazgos políticos y solo cuenta el desempeño en la gestión- que son eficientes para el logro de objetivos.

La historia de los últimos 50 años demostró que un gabinete formado por personas exitosas en el cursus honorum de la política no nos llevó a obtener grandes logros como nación. Si en el país de los alimentos hay gente que muere de hambre, los "gerentes" que tuvimos hasta ahora fracasaron rotundamente. Difícilmente hubieran durado tanto tiempo en la actividad privada. La sociedad argentina demostró ser un accionista paciente, pero hoy se cansó y espera resultados.

Las personas que aceptaron el desafío de entrar en la función pública dejando atrás carreras exitosas en la actividad privada, donde seguramente tenían ingresos superiores y una menor exposición a la crítica merecen un reconocimiento.

El autor es presidente de la bodega Catena Zapata

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