Hay mucho por hacer para bajar la desigualdad
El mundo muestra una alta concentración del PBI y de la riqueza
Son muchas las desigualdades económicas que existen a nivel global. Pero no hay duda de que dos de las principales son la impresionante concentración del producto bruto mundial en pocos países y los fenomenales niveles de pobreza e indigencia. Respecto del primer punto -y tomando como fuente los registros correspondientes a 195 países del Banco Mundial, FMI y la revista The Economist- las observaciones son las siguientes:
- Partiendo de una estimación para 2016 de un PBI mundial de 75 billones de dólares (millones de millones), los 5 primeros países medidos por tamaño de sus economías -Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Reino Unido- generan el 55% del total del producto.
- Si se amplía el rango a los primeros 10 países, el porcentaje de concentración sube al 67%, mientras que si se consideran los primeros 20 países, el ratio asciende al 80%. Si se lleva el intervalo a los primeros 40 países, se cubre nada menos que el 90% del producto total.
- El resto de los 155 países sólo cubre un 10%. Más grave aún, los últimos 65 apenas generan un 0,6% del PBI mundial, prácticamente el producto argentino (US$ 550.000 millones).
Esta increíble concentración de la generación de riqueza tiene su correlato en los niveles de pobreza. En efecto:
- El Banco Mundial considera pobre al segmento de la población mundial que vive con menos de 4 dólares por día, e indigente aquel que subsiste con un máximo de 1,90 dólares.
- De un total de 7500 millones de habitantes, 2000 millones (26,7%) están en niveles de pobreza y, entre ellos, unos 770 millones (10,3%) están sumergidos en el segmento de famélicos indigentes.
- A modo de contraparte de la concentración del PBI, a nivel mundial se han generado importantes bolsones de miseria. De los 770 millones del penoso segmento de indigentes, casi el 80% (560 millones) se concentra en el África subsahariana y en el Asia Meridional.
- Los cinco peores escenarios de ratios de indigencia se dan en Madagascar (82%), Mozambique (68%), Nigeria (54%), Tanzania (47%) y Bangladesh (45%). El menor nivel se da en la Comunidad Europea (1,7%), mientras que en América latina el ratio es del 5,6%.
Las cifras muestran las enormes desigualdades económicas a nivel global. Sin duda se trata de un problema de suma trascendencia. Afortunadamente, tanto el Banco Mundial como Naciones Unidas están empeñados -junto a las naciones más ricas- en morigerar el escenario descripto. Es mucho lo que se ha hecho, especialmente en los últimos 25 años donde la población indigente se redujo en 1100 millones de personas. Sin embargo, y a los efectos de acelerar la corrección de los desequilibrios, es mucho lo que resta por hacer. Especialmente incrementar los recursos hacia los países más pobres. Caso contrario, las desigualdades se irían profundizando, con todos los riesgos sociales y políticos que ello implica.
El autor es economista y socio de Fimades