Harrods volvería a ser una galería internacional
No se vende y alquila metros a marcas de ropa y tiendas.
La tienda Harrods, independizada de su compañía madre de Inglaterra, luego de haber ganado el juicio por el cotizado nombre para la región de América del Sur y sorteado un pedido de remate, quiere avanzar en su reconversión.
Hace dos semanas y como primer paso, la galería que se ubica entre la avenida Córdoba y las calles Florida y San Martín, acordó el pago de su deuda de $ 320.000 con Obras Sanitarias (residual) y se salvó del remate.
Con más oxígeno financiero, sus dueños - la compañía suiza CBCInterconfinanz- gira el volante de su estrategia.
Desechada una venta del inmueble de 60.000 metros cuadrados, el grupo ahora quiere alquilar el edificio a cuatro o cinco grandes marcas de ropa o tiendas internacionales, dándole a cada una alrededor de 10.000 metros.
En los próximos días se estará cerca de cerrar un acuerdo con un banco de inversión norteamericano que será el encargado juntar a los inquilinos -ya habría varios en espera- sin descartarse que aporte el capital necesario para eventuales reformas de Harrods, cerrada desde hace casi un año.
Mini Harrods
Luego de acordado el ingreso de las marcas, CBC Interconfinanz se reservaría no más de 7000 metros para reinaugurar dentro del inmueble un miniHarrods, tipo boutique, aprovechando la recordación de la marca luego de casi cien años de historia. Hoy, la galería tiene 5 pisos y un subsuelo.
Otra de las alternativas que se están manejando para darle un nuevo concepto es el desarrollo de ventas por Internet, montando una especie de Harrods virtual, donde también se invitaría a varias marcas internacionales a participar del proyecto.
CBC Interconfinanz - con sede en el cantón italiano de Suiza- compró Harrods en la década del 80.
Pudo disfrutar de una época de gloria, con la importación abierta de productos exclusivos que se exhibían en sus vidrieras.
Las ventas llegaron a alcanzar un techo de hasta 1 millón de pesos por día, con un ingreso de 80.000 personas en una misma jornada.
El cierre de la importación, la competencia de los shoppings y una medida de no innovar plantada por el empresario egipcio Mohamed Al Fayed -dueño de la galería en Inglaterra- en tribunales británicos por el nombre Harrods, inmovilizó aún más a la galería.
Ganado el juicio en la Corte británica, todo parece dirigirse hacia nuevos rumbos.
Una galería con un valor estratégico -es una de las últimas grandes propiedades de la Capital Federal-, declarado monumento nacional, con una ubicación única, quiere revivir.