Hambre y esperanza en el Cuerno de Africa
NAIROBI.- Una vez más, el hambre acecha en el Cuerno de Africa. Más de diez millones de personas luchan por sobrevivir, sobre todo, las comunidades de pastores de las regiones áridas de Somalia, Etiopía y el norte de Kenya. Cada día trae noticias de más muertes y enormes flujos de personas hambrientas hacia los campamentos de refugiados en Kenya.
No ha llovido lo suficiente por dos años consecutivos en las regiones secas de Africa oriental. Millones de hogares, con decenas de millones de personas nómadas o seminómadas, crían camellos, ovejas, cabras y otros animales, que desplazan a lo largo de grandes distancias para llegar a los pastizales. Cuando no llueve, los pastos se marchitan, el ganado muere y las comunidades se enfrentan a la hambruna.
El pastoreo ha sido un difícil modo de vida en el Cuerno de Africa. La ubicación de los pastizales que le dan sustento está determinada por lluvias inestables, más que por las fronteras políticas. Sin embargo, vivimos en una época en que las fronteras políticas, no la vida de los pastores nómadas, son sagradas. Estos límites, junto con el crecimiento de la población de agricultores sedentarios, han terminado por acorralar a las comunidades de pastores.
Las fronteras políticas existen como un legado de la época colonial, no como el resultado de realidades culturales y necesidades económicas. En Somalia, vive sólo una parte de la población de pastores de habla somalí, muchos de los cuales viven en la frontera con Kenya y Etiopía. La frontera entre Etiopía y Somalia se ha visto devastada por la guerra durante décadas.
No se pudo predecir una gran sequía este año, pero el riesgo de hambruna era previsible. Hace dos años, en una reunión con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, describí la vulnerabilidad de las zonas áridas de Africa. Cuando no llueve allí, comienzan las guerras. Le hice notar que la región necesita una estrategia de desarrollo, no militar.
Obama respondió que el Congreso no apoyaría una iniciativa de desarrollo importante. Estados Unidos está centrado en enfoques militares caros y fallidos en las tierras secas -ya sea en Afganistán, Paquistán, Yemen o Somalia- como para prestar atención a estrategias de desarrollo destinadas a abordar las causas profundas de las crisis de estos países.
La sequía de este año ocurrió en un momento de agitación política y económica en Estados Unidos y en Europa. El sistema político estadounidense da a los ricos todo lo que quieren en la forma de recortes de impuestos, mientras que recorta los programas para los pobres. En Europa, la crisis financiera mundial de 2008 dejó un legado de profunda crisis política y económica en las economías más débiles del sur del continente.
El desastre en el Cuerno de Africa no se resolverá por sí mismo y cuatro factores hacen que la situación sea explosiva. En primer lugar, el cambio climático parece estar causando más inestabilidad climática. Estados Unidos y Europa no sólo no dan respuesta a la sequía, sino que probablemente hayan contribuido a ella con emisiones de gases de efecto invernadero.
En segundo lugar, las tasas de fecundidad y crecimiento de la población siguen siendo altas. A menos que se establezcan de manera generalizada campañas de planificación familiar y servicios anticonceptivos modernos, el crecimiento demográfico volverá a colisionar con un clima difícil en el futuro. En tercer lugar, la región está viviendo en una pobreza extrema, por lo que los golpes no hacen más que empujarla a la catástrofe. Por último, la situación política en la región es inestable.
Sin embargo, todavía hay esperanzas. El proyecto Aldeas del Milenio, que tengo el honor de ayudar, ha demostrado que es posible empoderar a comunidades de pastores con inversiones específicas en el manejo del ganado, atención veterinaria, desarrollo de negocios, clínicas móviles de salud, escuelas con internado e infraestructura local, como agua potable, electricidad y telefonía móvil. Tecnologías de vanguardia, junto con un liderazgo comunitario, pueden generar desarrollo sostenible.
Los países del Cuerno de Africa están dando pasos con este enfoque. Seis países con grandes zonas de tierras secas -Etiopía, Somalia, Kenya, Uganda, Yibuti y Sudán del Sur- se han unido en una Iniciativa de las Tierras Aridas para utilizar las mejores prácticas y tecnologías de vanguardia para apoyar los esfuerzos de sus comunidades de pastores por escapar de los flagelos de la pobreza extrema. Empresas como Ericsson, Airtel, Novartis y Sumitomo Chemical están participando de esta iniciativa, al poner sus tecnologías a disposición de pastores pobres.
Está comenzando a afianzarse una nueva relación de colaboración regional, a partir de comunidades afectadas y gobiernos nacionales. Países de la Península Arábiga, al otro lado del Mar Rojo, están mostrando disposición a ayudar con parte de sus ingresos del petróleo al socorro de emergencia y el desarrollo de largo plazo. El Banco Islámico del Desarrollo, con 57 miembros de la Organización de Cooperación islámica, está demostrando liderazgo.
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Son los millones de personas que están tratando de sobrevivir a la hambruna que se ha desatado en las regiones secas de Africa oriental
© Project Syndicate 1995-2011
El autor es profesor de Economía y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia