Guía para sobrevivir al boom de la inteligencia artificial en 2025
La tecnología que es eje de todas las conversaciones cumplió su segundo aniversario y abrió la puerta a una era de cambios revolucionarios; diez expertos ofrecen claves para entender lo que viene y aprovechar sus oportunidades
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En uno de los episodios de Seinfeld, la serie humorística más vista de la historia, el protagonista revela una de sus fobias: lidiar con chicos o chicas de dos años, los “toddlers” en inglés: “A esa edad caminan por todos lados, son impredecibles, como una licuadora funcionando sin la tapa: puede pasar cualquier cosa en cualquier momento”.
Días atrás, ChatGPT, el producto más exitoso de todos los tiempos, cumplió dos años y entró formalmente en lo que entre los humanos se llama la etapa de los “terribles dos”. Es la cara más conocida de la inteligencia artificial generativa (IAG), que en las últimas semanas ya desbordó las secciones de negocios, ciencia o tecnología y pasó a ser un eje central de la conversación cotidiana, disparada por noticias que van desde la entrevista de Susana Giménez a su “yo de hace décadas” con su personaje de La Mary y las fotos hiperrealistas de famosos en situaciones falsas que habilitó hace menos de dos semanas Grok, la IA de Elon Musk, con su motor de generación de imágenes Aurora.
Y mientras se habla de una nueva velocidad de avance, la ley de Huang (por el CEO de Nvidia), varias veces más rápida que la ley de Moore, la IAG convive a su vez con otras tecnologías con menos prensa, como las del mundo de las ciencias de la vida, la descentralización (blockchain y terreno cripto), la promesa de la computación cuántica: todas avenidas que por sí solas ya pueden disparar un cambio cámbrico pero que ahora están combinadas y retroalimentándose. Futuristas como Amy Webb (directora del Future Today Institute) hablan de un “superciclo” de transformación como nunca se vio.
En los metaanálisis que están apareciendo mayormente en los Estados Unidos sobre empresas que ya llevan más de seis meses de proyectos con IAG se están revelando ganancias de productividad (en costos, tiempos para las tareas) del orden del 30%, explica la tecnóloga, columnista de La Nación y especialista en IA de Silicon Valley Rebeca Hwang: “Depende de cada vertical, pero cuando vas a casos individuales aparecen extremos como tareas que antes demandaban ocho horas ahora requieren 20 minutos”.
¿Cómo no abrumarse frente a esta tormenta de novedades? ¿Por dónde empezar una estrategia personal o de negocios de IA exitosa el año próximo?
Tal vez en la lista de deseos y metas que se suele hacer siempre a fin de año haya que incluir algún ítem (o varios) vinculados a la tecnología estrella del momento. La Nación consultó a diez especialistas en IA, de vanguardia en su uso intensivo para sus proyectos personales y de negocios, para saber qué herramientas (de plataformas, de mindset, de hábitos, de modelos de aprendizaje) conviene priorizar en este frente. Lo que sigue es un destilado de estas conversaciones en un decálogo para el plan IA de 2025.
1) Unicornios unipersonales y “generalistas”
Días atrás, Sam Altman, el CEO de OpenIA, dijo que no estamos lejos de ver el nacimiento del primer “unicornio unipersonal”: una persona que gracias a decenas, centenares o miles de “agentes autónomos” que la ayudan puede construir una empresa por sí sola. Para el lanzamiento de la plataforma de búsqueda de créditos hipotecarios online tasatasa.com, Alan Daitch viene haciendo todo con un equipo muy compacto, mucho más chico que el que hubiera necesitado seis meses atrás. “La verdad es que es una locura lo que está sucediendo; hasta hace poco tiempo hubiera sido necesario contratar varios programadores, gente de back end, front end, a alguien de redes, de experiencia de cliente. Hoy en día eso uno lo puede aprender aunque no sepa programar. Hay dos claves: que te guste aprender cosas nuevas –y que seas bueno haciéndolo- y ser un generalista, saber conectar los puntos. Quienes sean muy buenos en estos dos vectores van a ser los que mejor capturen la enorme riqueza que se va a generar”.
2) Pequeñas batallas
Mucho de lo que estamos viendo en terreno de la IA pertenece al cuadrante del conocimiento de lo que “no sabemos que no sabemos”, donde aparecen estados emocionales ambiguos. Hace rato que Walter Abrigo, ingeniero y fundador de Santex, una empresa de software e IA, viene haciendo doble clic en esta “emocionalidad del cuarto cuadrante”.
“Hay miedo, incertidumbre; y a veces se elige mirar para otro lado, en una suerte de ignorancia estratégica, que se puede dar a nivel individual u organizacional. Cuando no lo registramos hay ausencia de emociones. Para empezar a cambiar este cuadro mi recomendación es comenzar a dar ‘pequeñas batallas’ –elegir y encarar un par de proyectos con IAG–, ahí baja el nivel de stress e inseguridad y se da espacio a emociones más positivas, como la curiosidad y el asombro”, cuenta Abrigo a la nacion. También recomienda identificar una figura de coach o gerente operativo interno para esta transición en una empresa que empuje esta agenda, “porque la realidad es que ir a este cuarto cuadrante requiere un proceso de introspección profundo, que hoy en día con la catarata de información que hay y la rutina a veces desbordada no aparece como una opción natural, se la tiende a postergar”.
3) Manos a la obra
Yendo a lo estrictamente práctico, Rebeca Hwang recomienda hacer cuanto antes una lista de tareas “indeseables” (que nos generan energía negativa) para reemplazar por IA en 2025; participar en un grupo de apoyo con “coaprendices” (“esto es importante porque todo está cambiando demasiado rápido y las recomendaciones de pares se vuelven muy valiosas”), elegir cuanto antes la caja de herramientas que vamos a necesitar (la plataforma de LLM-ChatGPT, Claude, Perplexity, etc., la herramienta de captura de datos (otter.AI,fireflies, etc.), y la herramienta de procesamiento de esos datos (super whisper, etc.). “Estas son las decisiones básicas para tener una caja inicial”, dice.
4) Segundo cerebro
El ingeniero argentino Sebastián Cao trabajó varios años en Tesla, con un puesto jerárquico en el área de OA, y hoy usa esta tecnología para varios proyectos personales y para su vida cotidiana. “Lo que más me sirve es para conectar ideas que saco desde diferentes fuentes. Cada vez tenemos más bases de conocimiento, yo leo muchos libros, los subrayo, etc. Hay mucha literatura sobre metodología para capturar digitalmente todo este conocimiento y usarlo en nuestro favor, como el de cómo construir un segundo cerebro de Tiago Forte, pero en general requerían mucho trabajo en catalogar, ordenar”, cuenta Cao. “Ahora esto se puede automatizar; yo uso Notion para tomar notas de todo tipo y luego la utilizo como interfaz a otros motores de IA (Gemini, OpenAI, el que sea). Se lo paso a una LLM [procesador de lenguaje] y se me hace mucho más fácil y rápido mantener esa megabase de datos y que busque referencias, conecte ideas”. Nota al pie: Forte viene a Buenos Aires y va hacer un encuentro con los suscriptores de su newsletter el 30 de diciembre en un bar porteño a definir.
5) Frontón de introspección
Luis Figueroa trabaja como consultor para BidInvest ayudando a empresas a integrar soluciones digitales, y además es emprendedor con varios proyectos. En 2024 la IAG le cambió la vida y su forma de trabajar. “A GPT le encontré mucho valor para hacer un proceso de introspección, que recuerde mis gustos, mis habilidades; y que me ayude a gestionar proyectos, metas, propósitos, aspiraciones. Ese documento es un motor fenomenal para un montón de cosas que hago en el día a día, me ayuda a optimizar la agenda diaria, a planificar, a descubrir insights que de otra forma se me pasarían por alto”, cuenta. Figueroa participa en varios grupos de CEO temáticos de IA: “Hay infinitas oportunidades para 2025, está cambiando la forma en la que las empresas trabajan internamente y la conciencia de que esto es importante ya está muy extendida: entró en empresas chicas, medianas, grandes, autónomos, creativos”.
6) Convivir con la ambigüedad
Y hablando de creativos, Nicolás Pimentel, de Becoming, hace rato que viene trabajando proyectos publicitarios con IA; de hecho uno para Pepsico de mitad de año viene arrasando con premios en festivales. “Todo el tiempo estás con sensaciones ambivalentes; me cuesta ponerle mucha alegría y entusiasmo, entiendo que es lo que se viene y que hay más riesgos no haciendo nada con IA que encarándolo; pero al mismo tiempo estoy inmerso en un sector que va a ser profundamente disrumpido; con amenazas muy tangibles y sectores enteros que ya están quedando obsoletos”, dice Pimentel. Esta ambigüedad es una de las características del pensamiento creativo: la capacidad de tener ideas opuestas en la cabeza y seguir funcionando normalmente es un signo de inteligencia, decía el escritor Francis Scott Fitzgerald.
7) Elegir las batallas
Un error muy común de estrategia empresarial cuando se entra a este mundo es querer dar todas las peleas juntas, dado el asombro que producen en primera instancia las nuevas herramientas. Quien marca este punto es Rafael Sánchez, CIO y director de innovación del grupo Blue Star, los dueños de Todo Moda e Isadora. El caso de Blue Star es uno de los más impactantes a nivel regional de crecimiento apalancado en IA (y últimamente mucho IAG), con un crecimiento vertiginoso que lo llevó a tener más de 800 locales y a ser la tercera cadena de retail de accesorios más grande del mundo. Sánchez, fanático de las matemáticas, optimiza con IA prácticamente todo: desde los horarios del personal hasta decisiones de alquiler de nuevos locales, pasando por miles de precios diarios y indicadores de “atractividad” en los productos. Sánchez habla de una “automatización con propósito”: “La automatización de procesos rutinarios puede liberar tiempo, pero es fundamental que estas iniciativas se alineen con necesidades específicas del negocio, asegurándose de que cada automatización incremente el valor percibido por los clientes y no simplemente agilice procesos ineficientes”, remarca.
8) Subcontratar IA para lo que ya sabés hacer
“No se ha producido una sustitución en gran escala ni de desarrolladores ni de diseñadores por herramientas de IA, sino más bien un apalancamiento paulatino para los que poseen un nivel de habilidad lo suficientemente alto como para guiar las herramientas de IA por el camino correcto y verificar sus resultados. Sin esta capacidad, disponer de potentes herramientas de IA es como tener libre acceso a Wikipedia y no saber leer”, cuenta ahora a La Nación el físico y tecnólogo ruso Andrei Vazhnov. “Es muy importante tener en cuenta que esta sustitución se produce a nivel de tareas específicas, no sustituyendo puestos enteros. Así que mi principal consejo sería experimentar con las herramientas de IA midiendo proactivamente en cada paso si pueden facilitar sustancialmente una de tus tareas profesionales que conocés lo suficientemente bien como para verificarla y pulirla. Subcontratar con la IA lo que ya sabes hacer”, recomienda.
9) Impacto con IA
Hay 200 millones de artesanos en Latinoamérica viviendo en la pobreza, y a su vez la industria de la moda es una de las que más contaminan en el mundo. Con estos dos desafíos en mente, Antonio Muño lleva adelante desde México el proyecto “Someone Somewhere”, para conectar el mundo de los artesanos a escala con las grandes empresas. La IAG les sirve para crear diseños y también para postear ideas en redes, una estrategia con la cual pudieron llegar a Adidas para productos asociados a la selección mexicana. Esta “creatividad aumentada” con impacto real hubiera sido imposible años atrás. En 12 meses se vendieron 10 millones de productos, con un QR asociado a cada prenda que muestra la historia del artesano o artesana que ayudó a crearlo.
10) Tareas antes que herramientas
Uno puede marearse con los miles de herramientas que aparecen, pero no hay que poner el carro adelante del caballo: el experto en IA Freddy Vivas, autor de varios libros al respecto, sostiene que a la hora de plantear nuestra estrategia personal de IA, lo mejor que podemos hacer es pensar primero en términos de tareas. “¿Qué cosas realizamos cotidianamente que se podrían automatizar? Responder siempre lo mismo a nuestros contactos, tomar notas, buscar determinados perfiles en redes sociales, programar un anuncio, crear una pieza de diseño básica, traducir un texto. Pensá en cuáles son aquellas cosas que te sacan mucho tiempo en tu trabajo cotidiano, y seguramente vas a encontrar una herramienta que automatice el proceso o pueda hacerlo menos tedioso”, explica el director de RockingData. Para las empresas, Vivas recomienda simplificar el proceso en cuatro pasos: explorar, elegir, gobernar y entrenar. Esta iteración es, para el experto, el mejor encuadre para maximizar los beneficios de la estrategia personal o de negocios con IA para 2025.
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