Granix. La historia de la empresa de origen religioso que fabrica las Frutigran
Casi todas las empresas tienen una misión y una visión, pero la de Granix es particular. No solo alude a su rol en el mercado, sino también a su pertenencia a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. "Producir y distribuir alimentos naturales y saludables, generando trabajo y recursos económicos para cumplir con la misión cristiana", se lee en su web institucional.
La compañía produce las galletitas Frutigran, que hoy estuvieron en el centro de la polémica por la orden de la Anmat de retirar sus galletas semilladas con chía y lino elaboradas antes del 12 de enero por una falla en el etiquetado. Como no llevan la leyenda "puede contener leche" -y aunque en su elaboración no se utiliza- la entidad entiende que hay riesgo de contaminación cruzada por la planta donde se producen.
"Con el objetivo de extremar el cuidado de la salud de nuestros consumidores, comunicamos esta decisión a toda la cadena de comercialización para que cesen de inmediato la exhibición y venta de este producto", aclaró la compañía en un comunicado oficial, e informó que la galleta "no implica ningún riesgo para aquellos que no tienen alergia a la proteína de leche".
La compañía se fundó en 1932 en Entre Ríos, donde comenzó a trabajar la primera planta de producción. Se elaboraban copos de trigo y de maíz que se distribuían en la provincia litoraleña y en Buenos Aires.
"En 1935, un creativo anónimo propuso un nombre para nuestra empresa: Granix. Su idea habría estado inspirada en Granosea (marca de la fábrica de alimentos que la Iglesia Adventista tenía en Inglaterra) y Granola (nombre del primer compuesto de cereales inventado por el Dr. Kellogg, director del Sanatorio Adventista de Battle Creek, Estados Unidos)", narra la empresa en su web.
Actualmente, según informaron fuentes de la empresa a LA NACION, en la firma trabajan más de 1000 empleados que desempeñan sus actividades en tres plantas productivas y 10 sucursales en todo el país.
A pesar de que pertenece a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no es necesario pertenecer a la organización para formar parte del equipo de la compañía. "Aproximadamente solo el 40% de los empleados es adventista; las búsquedas laborales son abiertas y cualquiera pueda postularse enviando su CV a través de nuestra página web", aclararon desde la empresa.
Aun así, la mayoría de los gerentes son participantes "activos" de la comunidad religiosa y comparten "creencias y valores que influyen en las decisiones que se toman en la gestión de la organización", explicaron.
Qué produce Granix
Granix comericaliza más de 40.000 toneladas de producto por año que incluyen cereales, galletas dulces, crackers y barras de cereal. Son unas 160 millones de unidades de 15 marcas. La firma exporta a Uruguay, Brasil, Paraguay, Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, Panamá, Costa Rica, Estados Unidos y Canadá.
En coincidencia con las tendencias de alimentación saludable, esta semana la compañía comenzó a comercializar una barra de cereal vegana, con proteínas 100% de origen vegetal. Según detallaron, la comunidad adventista trabaja en las áreas "mental, física y espiritual" como "factor de desarrollo humano". Los ingredientes que utiliza la firma, explicaron, "van de la mano con el estilo de vida adventista".
En la Argentina, la Iglesia Adventista cuenta con más de 100 establecimientos educativos de nivel primario, secundario, terciario y universitario, donde más de 24.000 alumnos toman clases a diario con más de 3300 docentes. Además, trabaja en clínicas y sanatorios con tareas de "contención y guía" y da cursos de cocina saludable, entre otras acciones comunitarias.
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