Gracias a las sostenidas compras, las reservas brutas del Banco Central vuelven a superar los US$43.000 millones

Las reservas internacionales brutas del Banco Central (BCRA) volvieron a superar hoy la cota de los US$ 43.000 millones, un nivel que habían vulnerado hace 11 meses y no habían logrado superar desde entonces. Cerraron en US$43.009 millones, según los datos preliminares que reportó hoy esa entidad.

Fue tras siete jornadas en las que la entidad que conduce Miguel Pesce se alzó con otros US$620 millones por sus intervenciones en el mercado de cambios oficial.

Es que aprovechó que la plaza que contó otro buen aporte de los agroexportadores (liquidaron unos US$871 millones la semana pasada, 33,5% más que en la anterior y 54,5% del total de US$1605 millones operados), que procuraron hacer rendir el rebote que los precios internacionales de los granos habían mostrado días atrás, tras confirmarse que la Reserva Federal de Estados Unidos no tiene apuro en iniciar el proceso de recompra de parte de la liquidez inyectada (pese al repunte mostrado por la inflación en los últimos meses) hasta que el empleo no dé señales de estar fortalecido.

Pero, además, porque el BCRA buscó intensificar sus compras de reservas (adquirió ya unos US$1000 millones en lo que va del mes, el 62% de los cuales los compró en las últimas siete ruedas), tras haber aplicado una nueva vuelta de tuerca al cepo cambiario el último fin de semana, para tratar de disminuir su nivel de intervención (mediante la venta de bonos) sobre los denominados dólares financieros.

Claro que el empujón final llegó hoy con la recuperación que mostró el yuan.

El objetivo oficial es asegurar un colchón de reservas que le permita enfrentar con menos riesgo de sobresaltos la segunda parte del año, período estacional en la que la oferta de divisas comerciales tiende a disminuir y la demanda aumenta, algo que puede verse incrementado por lo rezagado que comienza a quedar el valor del dólar respecto de la inflación (se actualizó 14,3%, es decir 9 puntos por debajo de una inflación general que, a fin de junio, había ya llegado al 25,3%), y la creciente disposición a buscar coberturas cambiarias que suele registrarse durante todos los procesos electorales.

Claro que, en pos de ese objetivo, a veces retrasa la autorización de pedidos de compra. “Se notó un exceso de oferta genuina que tuvo que ser absorbida por las compras oficiales ante la insuficiencia de la demanda autorizada”, describió en términos casi diplomáticos por redes sociales días atrás el analista cambiario Gustavo Quintana, de PR Cambios.

Para los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI), el mayor espacio que se generó el BCRA para comprar derivó en los primeros días de las dudas que provocó su última medida en el mercado. “Hubo dudas sobre lo que pueden hacer -y lo que no- los grupos de control o accionistas de las compañías que acceden al MULC. Faltó un poco de claridad”, observó Matías Roig, director de esa administradora.

“Tras una muy buena primera mitad de año en materia cambiaria, el BCRA se prepara para un segundo semestre estacionalmente más difícil. Por eso, en un contexto de menor oferta de divisas comerciales, esperada mayor demanda de cobertura y previsibles mayores expansiones fiscal y monetaria, el BCRA, en conjunto con la Comisión Nacional de Valores, decidió restringir aún más las operaciones”, apuntaron desde la consultora Quantum, en relación a las últimas restricciones dispuestas cuando estaba a punto de comenzar la disputa de la final de la Copa América.

Por lo pronto, con el aumento de US$64 millones registrado en la jornada, las reservas internacionales bajo administración del BCRA alcanzaron su mayor nivel desde el 24 de agosto de 2020 (fecha en que estaban en US$43.047 millones), aunque quedaron aún US$726 millones debajo de los US$43.735 millones que mostraban cuando asumió la administración de Alberto Fernández, a poco más de tres meses que fuera reinstalado el cepo cambiario por su antecesor, Mauricio Macri.

Claro que se mantienen aún mucho más lejos del récord de US$77.481 millones que tocaron a comienzos de abril del 2019, tras recibir fuertes refuerzos por los inusuales préstamos que concedió el FMI. Esos mismos que deberían comenzar a devolverse en dos meses, aunque a un ritmo imposible de cumplir (lo que hoy obliga a una renegociación entre las partes). Sin emabargo, ya están 11,5% por encima del “piso” de US$38.619 que mostraron el 1 de diciembre del 2020.

La recuperación se vio potenciada por la mejora en términos de intercambio comercial que logró captar el país gracias al repunte que tuvieron los precios de varios de los productos que exporta, en especial la soja, cuya venta externa que no está condicionada por cupos como otros granos o commodities, ya que se consume poco localmente.

Hay que tener en cuenta que, con los US$30 millones que habría adquirido hoy, el BCRA lleva comprados más de US$7400 millones en lo que va del año en el mercado, aunque en ese mismo lapso las reservas total hayan aumentado poco menos que la mitad (en unos US$3620 millones), dado que parte de los ingresos se usaron para pagar intereses de la deuda con distintos organismos y bonistas (se concretó el primer pago de la deuda reestructurada el último fin de semana), comprar vacunas o, en el caso del BCRA, para tratar de mantener a raya las cotizaciones de los denominados dólares financieros (CCL y MEP).

Lo más provechoso de esas compras es que permitieron una sólida recomposición de las reservas netas (propias) y líquidas, que, según el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres), se ubicaban, al miércoles 7 de julio, en US$8318 millones y US$4741 millones, respectivamente, es decir, explicando el 19,7% y 11% en cada caso de las reservas total declaradas para esa fecha, tenencia que había termina el año pasado en zona crítica.

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