GM busca acelerar el afinamiento de motor de Opel, su división europea
General Motors Corp. pretende acelerar la reestructuración de Opel, su división europea que desde hace mucho tiempo arroja pérdidas y que aún no se ha sumado a la recuperación del resto de la automotriz estadounidense.
Dan Akerson, el presidente ejecutivo de GM, impaciente con las pérdidas, ha volcado su atención al problema de Opel ahora que la compañía regresó a la bolsa y está produciendo sólidas ganancias en América del Norte, dijeron fuentes al tanto.
El fabricante busca alianzas con otras compañías de la región para reducir los costos de producción y desarrollo de Opel. También contrató asesores externos, incluyendo a AlixPartners, para que recomienden maneras de reforzar los márgenes y recortar los costos. La división, cuyas ventas anuales bordean los US$24.000 millones, lanzará cinco nuevos vehículos en 2011 y analiza un alza de precios para apuntalar la facturación.
Las reorganizaciones y los prometedores nuevos lanzamientos, no obstante, han sido el pan nuestro de cada día durante años y Opel aún no detiene la hemorragia. La compañía acumula pérdidas superiores a U$S13.000 millones desde 1999. Asimismo, cualquier recuperación este año debe revertir una caída regional de las ventas de automóviles que, en opinión de algunos analistas, podría agravarse.
GM, sin embargo, no puede darle la espalda a Opel, un proveedor fundamental de diseño y tecnología para otras regiones. Varios de los vehículos más exitosos de GM en Estados Unidos, tales como el Buick Regal, tienen sus raíces en Opel. GM no quiere perder esa ventaja, una razón fundamental detrás de su decisión de 2009 de dar marcha atrás y retirarse de las conversaciones para vender Opel a la firma canadiense de auto partes Magna International Inc.
Nick Reilly, director gerente de GM Europa, indicó en una entrevista que espera que Opel sea rentable este año al excluir los costos de reestructuración. En el pasado, la compañía había dicho que esperaba llegar al punto de equilibrio este año y obtener ganancias en el próximo. Existe presión "para demostrar que podemos enmendar el rumbo de nuestras operaciones en Europa", reconoció Reilly. "Esta es una de las reestructuraciones industriales más difíciles de la historia", agregó.
Sus esfuerzos para reanimar Opel se han visto obstaculizados por sus altos costos con respecto a rivales como Volkswagen y los problemas de imagen derivados del fallido intento de GM de venderla en 2009. A diferencia de lo que ocurrió en Estados Unidos, donde GM redujo su deuda y cerró plantas durante su paso por la bancarrota, Opel nunca se acogió a los "procedimientos de insolvencia", como se conocen en Europa a las reestructuraciones por bancarrota. "Opel está peor de lo que se piensa. Pero GM vale más con ella que sin ella", manifestó el analista de Morgan Stanley, Adam Jonas. "Es una de las peores automotrices en Europq que ya es el peor mercado del mundo para los automóviles", opinó.
Por su parte, Reilly señaló que "Opel es muy importante para GM en cuanto a ingeniería y diseño. Pero necesita arrojar una ganancia constante, no sólo una ganancia menor".
GM Europa registró una pérdida de US$1.800 millones en 2010 y fue la única región donde GM perdió dinero. La semana pasada la compañía estadounidense divulgó sus mayores ganancias anuales en más de una década.
Jonas, el analista de Morgan Stanley, estima que Opel seguirá acaparando los recursos de GM, aunque sea rentable, por sus grandes necesidades de efectivo y sus altos costos operativos. Aunque Opel reportara una ganancia de U$S1.000 millones anuales, dijo, seguiría "quemando" dinero.
La raíz de los problemas de Opel, insiste Jonas, es que sus costos son más altos y que sus vehículos tienen un precio más barato en comparación con los de rivales como Volkswagen AG. "Necesitan buscar agresivamente alianzas y asociaciones para manejar este negocio en el tiempo", opinó.
Esta semana Akerson y el nuevo jefe global de marketing de GM, Joel Ewanick, irán a Europa para examinar más de cerca la marcha de la reestructuración.