Glencore sale a vender, pero no quiere desprenderse de sus joyas agrícolas
LONDRES—El gigante del corretaje y la minería Glencore PLC, en medio de una carrera para reducir su deuda, enfrenta un dilema: ¿cómo desprenderse de activos en momentos en que los acuerdos entre empresas de materias primas escasean y la compañía evalúa vender su negocio de infraestructura agrícola a fondos soberanos y sellar pactos por regalías sobre sus activos auríferos?
Glencore, cuya acción ha sido vapuleada en las últimas semanas, anunció en septiembre un plan para reducir su deuda neta de US$30.000 millones a US$20.000 millones para fin de 2016. Ya ha recortado US$5.000 millones mediante la suspensión del dividendo y la emisión de nuevas acciones y espera conseguir los US$5.000 millones restantes con ventas de activos y recortes de costos.
Cuando la empresa divulgó su plan de reducción de deuda en septiembre, el director financiero, Steve Kelmin, dijo que ventas de activos por US$2.000 millones deberían completarse para fines de 2016. Es una tarea ardua conforme los acuerdos en el sector minero cayeron 43% en el primer semestre frente a igual lapso del año previo, según Ernst & Young.
Una opción es la venta de su negocio agrícola, aunque sería una medida dolorosa. Las ganancias antes de intereses e im-puestos de la filial alcanzaron fueron de US$856 millones el año pasado, casi un tercio de las utilidades de la división de co-mercialización, según la propia compañía. Glencore se estaría desprendiendo de parte de un negocio que hace poco reforzó con la adquisición de la canadiense Viterra en 2012.
Kalmin calificó el interés de otras empresas en su negocio agrícola de "fuerte". Glencore ha contratado los servicios de Citigroup Inc. y Credit Suisse Group AG para trabajar en la venta de la división, señalan fuentes cercanas. La compañía podría vender hasta un tercio de la filial y está en conversaciones con fondos soberanos y empresas de comercio asiáticas, pero se resiste a desprenderse de una participación de control, indicaron fuente al tanto. Una persona dijo que el valor total de la división agrícola podría ascender a US$12.000 millones.
La adquisición de Viterra ayudó a Glencore a cumplir su objetivo de aumentar su exposición al corretaje de granos a medida que el crecimiento económico en China y otras economías emergentes impulsaba la demanda de alimentos. El acuerdo fortaleció su posición como uno de los líderes globales en los mercados de granos y oleaginosas.
Avanzar en la reducción de la deuda es importante para restaurar la confianza, señalan tanto inversionistas como analistas. Ante el derrumbe de los precios de los commodities, las acciones de Glencore han perdido más de dos tercios de su valor en lo que va del año. La caída refleja la preocupación de los inversionistas sobre el alto nivel de endeudamiento y la capacidad de la empresa para llevar a cabo su plan de reducción de deuda.
Como parte de una ofensiva comunicacional para frenar la caída de la acción, los ejecutivos de Glencore informaron a Barclays PLC que no están preocupados por una posible rebaja de su calificación de crédito, uno de los temas que más inquieta a los inversionistas, y que, en caso que ello ocurra, se mantendrá competitiva y traspasará cualquier costo a sus clientes, dijo el jueves el banco británico en un informe.
La acción, que cayó 29% el lunes para luego recuperarse el martes y el miércoles, llegó a subir 8% durante la jornada del jue-ves pero cerró con un retroceso de 0,58% en la Bolsa de Londres.
Incluso si Glencore pierde su calificación de grado de inversión, los costos serían mínimos en un entorno caracterizado por las bajas tasas de interés y el negocio de corretaje de materias primas seguiría siendo competitivo, enfatizaron los represen-tantes de la minera en su reunión con Barclays.
"Estamos realizando y cumpliendo un conjunto de medidas para reducir nuestros niveles de endeudamiento en hasta US$10.200 millones", afirmó Glencore en un comunicado divulgado el martes y el miércoles.
Un vistazo al mercado del carbón, uno de los productos principales del portafolio de Glencore, sirve para tener una idea de los desafíos que enfrenta.
Glencore es el mayor exportador de carbón térmico, que se utiliza en las plantas de energía eléctrica, y también produce car-bón metalúrgico, que se emplea en la producción de acero.
El precio del carbón metalúrgico cayó en septiembre a su menor nivel de los últimos 11 años y acumula un desplome de 73% desde sus máximos de 2011, según la consultora IHS Inc.
"Si el mercado chino continúa su derrumbe como hasta ahora, será difícil que el mercado global de carbón logre algún avance", dice Matthew Moore, corredor de carbón físico de la holandesa Vattenfall AB.
Goldman Sachs acaba de reducir su proyección para todos los precios del carbón en hasta 23%. El banco de inversión estadounidense prevé que las cotizaciones del carbón térmico sigan en caída hasta 2018 y las del carbón metalúrgico no registren grandes variaciones hasta 2017.
El carbón, al igual que otras materias primas a granel como el mineral de hierro o el manganeso, parece tener suficiente su-ministro "para años, si no es que décadas", manifestaron los analistas del banco Macquarie en un informe de fines de septiembre.
Es probable que el siguiente paso en los planes de capitalización sea la venta de parte de su portafolio de proyectos de oro y plata, señalan fuentes al tanto. Los metales preciosos no son activos esenciales para Glencore, pero constituyen una manera expedita de recaudar capital.
En lugar de vender minas, Glencore está en conversaciones para levantar hasta US$1.500 millones en esta clase de acuerdos, en los que recibe dinero ahora a cambio de regalías del oro y la plata que venda en el futuro, dijo una fuente al tanto.
Acordar esta clase de transacciones relacionadas con la producción de metales preciosos debería ser sencillo, dijo Kalmin, el director financiero de Glencore.
La empresa ha estado vendiendo activos mineros menores, como un proyecto de níquel en Brasil, que fue adquirido esta semana por Horizonte Minerals PLC por US$8 millones. También vendió proyectos mineros en Filipinas, República Dominicana y Costa de Marfil a diferentes compradores por un total de US$290 millones en agosto.
—Timothy Puko contribuyó a este artículo.
The Wall Street Journal