Glencore defiende su desempeño, a pesar de la caída de las acciones
LONDRES-Ivan Glasenberg se ha acostumbrado a pasar como aplanadora sobre los obstáculos en el camino en sus casi dos décadas al frente del gigante de las materias primas Glencore International AG. Últimamente, sin embargo, se ha topado con una serie de desafíos, como un decepcionante debut en la bolsa, que él considera sorprendentes.
En una entrevista, Glasenberg atribuyó la negativa de los inversionistas a apostar por las acciones de Glencore a "factores externos" luego de la salida a bolsa del 18 de mayo. El presidente ejecutivo se mostró confiado respecto a la demanda futura por los servicios de la compañía ya que países como China e India se desarrollan rápidamente y consideró que "el precio de la acción se arreglará sólo a medida que generemos ganancias". La caída de 8,3 % en las acciones de Glencore es un revés poco habitual para una empresa que desde su formación, hace casi cuatro décadas, se ha transformado en un jugador dominante en el mercado mundial de commodities como un intermediario clave, superando a sus rivales y creando una enorme riqueza para sus socios y, en particular, para el propio Glasenberg.
Las acciones de Glencore, que debutaron a 530 peniques, cerca de US$8,50 por unidad, han caído a 486 peniques en la Bolsa de Londres, lo que le da a la compañía un valor de 33.640 millones de libras esterlinas o US$54.100 millones. Ese desempeño contrasta marcadamente con el de LinkedIn Corp., que empezó a cotizar el mismo día pero cuyo precio de ha duplicado con creces, dándole a la empresa de redes sociales un valor de mercado de US$8.660 millones.
Glencore es una compañía de la "vieja economía". Con una amplia presencia en América Latina es un conjunto de activos que abarca una operación de intermediación que busca compradores y vendedores de materias primas que van desde azúcar, hasta el petróleo y los metales. A ello hay que sumar activos físicos como granjas, minas y participaciones en empresas de recursos naturales.
La empresa de Zug, Suiza, es una máquina de hacer ganancias que tuvo utilidades por US$1.300 millones en el primer trimestre, excluyendo algunas partidas. "Es bueno hacer una salida a bolsa donde los inversionistas obtengan valor de inmediato y el precio de la acción se dispara. Demuestra que se dejó algo para ellos en la mesa", dice Glasenberg en sus oficinas del barrio londinense de Mayfair. "Por desgracia, luego de que establecimos el precio y la acción comenzó a cotizar, los mercados se volvieron contra nosotros".
Es cierto, que el entorno se ha vuelto hostil recientemente y que los precios de los commodities han caído como resultado de los renovados indicios de debilidad en la economía mundial así como de decisiones del gobierno de China que apuntan a enfriar el crecimiento del país.
Pero el entorno externo no explica por sí solo la debilidad de la acción de Glencore. De hecho, el índice STOXX Europe Basis Resources Index, que agrupa a las principales compañías europeas de recursos naturales, ha subido 2% desde que Glencore salió a bolsa.
Otro factor que dañó a las acciones fue el primer informe de ganancias de Glencore el 14 de junio. Los inversionistas esperaban utilidades trimestrales en torno a los US$1.500 millones. El no haber llegado a esa cifra hizo que las acciones cayeran 4,5% ese día e irritó a algunos inversionistas. "Es sumamente decepcionante que a pocas semanas de la salida a bolsa viéramos reducciones en los pronósticos sugeridos por los asesores durante el proceso de lanzamiento de las acciones", dijo Ivo Pether, gestor de portafolio de Royal London Asset Management, que posee 2,9 millones de acciones de Glencore,
Otras dos noticias negativas desde que las acciones comenzaron a cotizar sirven como recordatorio de los riesgos que corre una empresa ligada a los recursos naturales. En junio, el Banco Europeo de Inversiones anunció que estaba investigando acusaciones de evasión de impuestos contra Glencore en Zambia, donde la compañía es propietaria de Mopani Copper Mines PLC, deudora del banco. El banco dijo tener "serias preocupaciones sobre la conducción de Glencore que van mucho más allá de la inversión en Mopani" y congeló cualquier financiación para la compañía. Glencore niega cualquier irregularidad y Glasenberg le restó importancia al asunto.
Dos semanas después, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, pidió incrementar las regulaciones sobre las transacciones de commodities e hizo una referencia oblicua a Glencore, al decir que la salida a bolsa de la compañía era emblemática de una especulación dañina con el precio de las materias primas. Glasenberg responde que Glencore no es un especulador, que produce y traslada commodities muy necesarios por todo el mundo. "Estamos creando nuevo suministro para el mundo, lo que es clave", dice. "Si no inyectáramos más toneladas al sistema, el próximo vehículo que compre va a costar más debido al aluminio", dice.
Glasenberg se transformó en una de las personas más ricas del mundo el día de la salida a bolsa, con un patrimonio neto cercano a los US$ 10.000 millones.