Glencore aplaca a los inversionistas, por ahora
LONDRES—La acción de Glencore PLC completó el miércoles la recuperación de todo lo que había retrocedido la semana pasada en medio de las dudas sobre su modelo de negocios y el impacto del derrumbe de mercados de commodities en sus cruciales operaciones de corretaje.
La reversión de la caída accionaria es en gran medida resultado de una ofensiva de comunicación que el gigante suizo de la minería y las materias primas ha desplegado para convencer a los inversionistas de que sus finanzas y modelo de negocios son sólidos, a pesar del derrumbe de los precios de los bienes básicos que produce y comercia, como el cobre y el carbón, y que una posible rebaja de su calificación de deuda no tendrá grandes repercusiones sobre su división de corretaje.
"Aquí no hay ningún gran misterio. Nuestro negocio de comercialización es una red mundial de logística que genera ingresos a través de oportunidades de arbitraje que encontramos y sobre las que actuamos, entregando al final la materia prima física a nuestro cliente industrial en todo el mundo", dijo Peter Freyberg, responsable del negocio de carbón del conglomerado, en un discurso en Newcastle, Inglaterra.
La división de corretaje, considerada por algunos inversionistas una "caja negra" en la que los riesgos son imposibles de valorar, ha sido una de las fuentes de fluctuaciones de la acción de Glencore.
"Las economías de escala de Glencore en suministro, transporte, almacenamiento, seguros, finanzas y gestión del riesgo son fortalezas centrales", subrayó el ejecutivo, quien también recordó que la compañía ha soportado sin inconvenientes los distintos ciclos por los que han pasado las materias primas durante más de 40 años.
Aunque reveló más información sobre sus finanzas, Glencore dejó sin respuesta muchas de las preguntas de los inversionistas sobre su corretaje. En una hoja informativa publicada el martes luego de que inversionistas y analistas presionaron para obtener más información acerca de su muy reservado negocio de comercialización, Glencore indicó que una rebaja de crédito se traduciría en modestos costos para la empresa. Una reducción de dos peldaños de su calificación de deuda, que la ubicaría en la categoría de bonos especulativos o chatarra, aumentaría en 1,25 puntos porcentuales sus pagos de US$4.500 millones en bonos, alrededor de US$56 millones al año. Gran parte de los aproximadamente US$18.000 millones en préstamos a corto plazo que la empresa utiliza para financiar sus apuestas no pueden ser revisados por los bancos hasta 2017 y no tienen cláusulas especiales.
La hoja informativa y el discurso de Freyberg son parte de una ofensiva que ayudó a apuntalar la acción de la compañía, que el miércoles subió 5,2% en la Bolsa de Londres. El temor de los inversionistas es que la brusca caída de los precios de las materias primas, junto con la elevada deuda de Glencore, pueda dar lugar a una rebaja crediticia, que a su vez podría paralizar la división de corretaje.
El modelo de negocios de Glencore es diferente del de otros grupos de recursos naturales como Rio Tinto, que construyen minas, extraen el mineral y lo venden. Glencore, en cambio, posee una gran división de corretaje que compra y vende productos de otras compañías, además de comercializar los propios. Glencore despacha más carbón por mar que cualquier otra compañía en el mundo. Para hacer sus negocios, este brazo de Glencore utiliza deuda a corto plazo, considera sus existencias de mercaderías como bienes realizables y no está obligada a revelar detalles de sus operaciones.
Una particular preocupación es el uso que Glencore hace de instrumentos financieros como los derivados para proteger sus posiciones de bienes físicos contra las oscilaciones de precios. En junio de 2015, la compañía tenía US$9.800 millones en derivados brutos, una reducción respecto de los US$19.000 millones de fines de 2014.
Glencore explicó que la cifra cayó tan drásticamente debido a la volatilidad del mercado, según fuentes cercanas. Cuando los precios varían considerablemente, el valor de las posiciones de cobertura puede aumentar.
La respuesta de Glencore no fue satisfactoria, asevera Michael Leithead, gestor de cartera de fondos de renta fija de EFG Asset Management, que a finales de marzo administraba US$12.000 millones y que ha invertido en la deuda de Glencore. Leithead quiere que Glencore sea más transparente acerca de cómo se verían afectados sus derivados si los bancos reducen los préstamos a su filial de corretaje. "La preocupación es que si los bancos reducen el crédito que estaban preparados para otorgarle a la empresa, ésta tendría que reducir su negocio de cobertura o derivados y, por lo tanto, se contraería su capacidad para llevar adelante su negocio de corretaje", dice Leithead.
El inversionista no cree que la empresa corra el riesgo de caer en cesación de pagos, pero opina que podría ser golpeada por una contracción crediticia "en el momento más perjudicial para ellos".
En reuniones privadas y en su hoja informativa, la compañía ha dicho que sus líneas de crédito para las operaciones de corretaje no están en peligro: no tienen condiciones y pueden ser renovadas cuando Glencore lo estime conveniente.
La compañía insistió en que las posiciones en derivados están respaldadas por dinero en efectivo y no por un riesgo de crédito.
Brompto Group, un fondo de Toronto que administra US$2.200 millones, no invierte en firmas de comercialización de commodities debido a su falta de transparencia, dice Laura Lau, vicepresidente sénior especializada en recursos.
"Son cajas negras", expresa. "Es difícil saber lo que hay adentro, difícil de proyectar sus ganancias. Empresas como Glencore dicen: ‘Confía en nosotros’, pero la confianza no es razón suficiente para invertir dinero".
—Rhiannon Hoyle, Georgi Kantchev y Alex MacDonald contribuyeron a este artículo.
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