Gimnasios. Cómo sobreviven con las puertas cerradas y cuál es su plan de retorno
Luego de que el Gobierno decretara la cuarentena obligatoria, empresarios del sector fitness comenzaron a diseñar un plan para el día después. Consiste en armar protocolos sanitarios en conjunto con las cámaras, para planificar la reapertura de los gimnasios. Las pymes del rubro aducen que perdieron el 80% de sus clientes desde que inició el aislamiento social y preventivo y ansían el retorno de la actividad ya que la mayoría podrían entrar en quiebra.
Hernán Covos, propietario de Buena Vida Gym, un gimnasio en Palermo, indicó que hay cerca de 7800 establecimiento que están pasando por una realidad distinta a la de las grandes cadenas. Su empresa perdió casi la totalidad de los clientes y teme que en unas semanas la situación se profundice.
"Los gimnasios chicos cobran las cuotas directamente en la caja y al estar cerrados, los clientes no pueden pagar. La actividad está cortada, no podemos pagarle los sueldos a los profesores. Es desesperante para los propietarios, en menos de un mes hay gente que se va a quedar sin trabajo. El 80% de los empleados son profesores que cobran un sueldo, lo hacen en la informalidad o son monotributistas", extendió.
"Como pyme, pedí el crédito para pagarle a mis empleados, pero me dijeron que solo me lo podían dar para los que tengo en relación dependencia. Yo tengo 30 familias en mi hombro a las que les tengo que pagar el sueldo", agregó Covos.
El Gobierno nacional creó el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción a través del cual las pymes podrán postergar el vencimiento en el pago de contribuciones patronales, prorrogar declaraciones juradas y compensar una parte del salario de los trabajadores que va de $6000 a $10.000.
En el país hay aproximadamente 8000 gimnasios que albergan cerca de 180.000 empleados en relación de dependencia y monotributistas. La mayoría, afirman desde el sector, son micropymes que en una semana "se irían a la quiebra". La proyección surge de un estudio de la consultora Mercadofitness, que refleja que el 45% de los gimnasios no podrían sobrevivir una semana más.
"Son empresas muy chicas con cero fondos de contingencias desde el punto de vista financiero y que si no tienen ingresos no pueden subsistir demasiado tiempo", dijo Guillermo Vélez, director de la firma que hizo el relevamiento.
Guido Miguez, propietario de On Fit, sostuvo que en su caso, la empresa tiene un poco más de respaldo. Sin embargo, su solidez económica en el corto plazo depende de lo que decida el Gobierno respecto de alguna ayuda financiera y a la extensión de la cuarentena. "Dependemos de cuándo se reabriría la actividad, porque todo esto tiene que ver con la baja en aportes patronales y en cubrir parte de la nómina del mes de abril. Podemos soportar la pérdida al estar cerrados, pero sólo un mes más. Y, en función de lo que nos vayan a ayudar, depende de cuánto vayamos a sobrevivir", señaló.
On Fit alberga más de 100 empleados y, según Miguez, hasta el momento han cumplido con el pago de los salarios. Para continuar con la actividad tuvieron que reinventarse y generar contenidos en redes sociales y las plataformas online.
De cómo mira la actividad a mediano y corto plazo, indicó que "a futuro va a haber menos consumo porque va a haber gente que va a quedar fuera del sistema, y se va a tener que ocupar de su situación y su crisis", expresó Miguez.
Por su parte, Fernando Storchi, fundador y CEO de Megatlon agregó que "es la primera vez que tenemos que cerrar los gimnasios por mucho tiempo. Todos sufrimos, tal vez más los pequeños empresarios del rubro y aunque hay un paquete de medidas destinadas para las pymes, falta instrumentarlas", explicó.
La Cámara de Gimnasios de la Argentina también solicitó un paquete de medidas impositivas, laborales y financieras para afrontar la pandemia. "Fuimos los primeros en cerrar y vamos a tener un regreso paulatino", insistió Storchi.
Entre Megatlon y Fiter, la empresa tiene más de 1600 empleados. "Vamos a necesitar todos ayuda y medidas de parte del Gobierno para transitar esta situación tan penosa. Si bien hay más herramientas para las pymes que para nosotros, no estamos generando ventas nuevas. Estamos cobrando lo del mes de marzo, y aún tenemos un residual de esa cobranza por los pagos con tarjetas. También pedimos un préstamo bancario para sostener la liquidez de la empresa", extendió Storchi.
En tanto, Adrian Stoll, secretario de la cámara, señaló que "cuando el mal es de muchos" le corresponde al Estado bajar una ayuda. "Hubo muchos anuncios de salvataje a las pymes que no se vieron reflejadas en nuestro rubro", dijo.
Stoll indicó que para los empresarios de la actividad, los números se van deteriorando, y hay gimnasios con cero ingresos ni con débitos pendientes por cobrar, ya que la gente se está dando de baja. "La clave está en los sueldos del mes que viene. La mayoría no los va a poder pagar. Con el residual de las cuotas cobradas lo pudieron pagar este mes, pero el próximo nadie va a poder pagar nada", sentenció.
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