General Electric estaba en guardia
La estrategia de General Electric Co. de cara a la tambaleante Europa es bastante simple: reducirlo todo.
El conglomerado industrial y bancario invierte en mercados en los que espera lograr un crecimiento de dos dígitos. Eso no es posible en Europa, que, en su lugar, será la principal destinataria del programa de reducción de costos de US$2.000 millones de GE.
Europa "será una parte más pequeña de la compañía de aquí en adelante, y si las cosas empeoran, también estaremos listos", señaló la semana pasada su presidente ejecutivo, Jeff Immelt.
De hecho, las ventas en Europa han pasado de representar alrededor de 45% de los ingresos de GE hace cinco años a sólo un quinto el año pasado. Es probable que esa tendencia continúe conforme la crisis de la deuda se intensifica y se propaga a nuevos mercados.
La semana pasada, Immelt dijo que las débiles ventas en Europa de piezas de repuesto para aviones reducirá el crecimiento de GE Aviation este año, pasando de porcentajes de dos dígitos a sólo uno. GE ya anunció recortes en su división de cuidado de la salud en Europa. En el primer trimestre, la compañía asumió pérdidas para salirse de inversiones europeas como desprenderse de su portafolio de bonos griegos y cerrar un acuerdo para vender sus activos hipotecarios irlandeses.
La prolongada incertidumbre y la amenaza de contagio pondrán bajo presión a los consumidores y más de 500.000 empresas europeas a las que GE Capital había prestado unos US$93.000 millones hasta finales de marzo. Tales préstamos incluyen US$2.300 millones en España, US$7.200 millones en Italia y US$73 millones en Grecia. En general, cerca de 85% de la cartera europea está garantizada, señaló GE.
"En realidad, previmos que Europa acabaría así de mal así que no estamos decepcionados", declaró, Mike Neal, el jueves en una conferencia de prensa, presidente ejecutivo de la compañía.
Con todo, GE no renunciará completamente a Europa, donde opera desde hace más de 100 años. GE ha elaborado amplios programas de contingencia considerando diferentes escenarios, desde la expansión de los problemas financieros a otros mercados hasta las consecuencias de una salida de Grecia de la moneda común europea.