La tenista argentina Gabriela Sabatini se refirió al momento que se vive en el país y en el mundo por la pandemia del coronavirus y dijo que entre todos los sectores hay que unir fuerzas para ayudar a aquellos que más lo necesitan.
"El mundo está revolucionado en este momento. Es una situación muy difícil y los países que están con más problemas son los que más lo sufren. Yo creo que el deporte ayuda en estas circunstancias porque una busca la manera de salir adelante. El que puede tiene que tratar de ayudar. Por eso se creó Seamos uno y estamos tan metidos", afirmó en diálogo con el secretario general de LA NACION, José del Rio, sobre la campaña que integra junto a otros empresarios y celebridades.
-Acabas de cumplir 50 años ¿Cómo pasaste esta etapa que es para nuestras vidas un hito por el número redondo?
-Es una etapa interesante y más de esta forma tan particular en que estamos viviendo en la que los festejos son por Zoom. Por ahí pude hablar con mi familia y mis amigos. Es una etapa de reflexión: de ir para atrás y de ir para adelante también, ver dónde está una y de sentirme feliz. Creo que es una etapa muy linda y todo lo que vengo viviendo es muy lindo. Me siento muy agradecida de estar donde estoy, de ser quién soy y de todo lo que pude vivir y los 50 son un poco eso.
-¿Cuál es la parte que más disfrutaste de estos primeros 50 años?
-Es inevitable hablar del tenis, de mi carrera, porque yo empecé a jugar a los seis años. Me apasioné con el tenis a esa edad y nunca más lo quise dejar. Ya a los ocho años empecé a jugar torneos y era lo único que quería hacer. En su momento fue difícil porque había que decidir si seguía con los estudios o me dedicaba a jugar y, obviamente, tenía las condiciones para seguir jugando. Logré muchas cosas con el tenis. Yo era muy introvertida y el tenis me ayudó a expresarme más. Hice lo que quería hacer, pude viajar, conocer otras culturas y gente de todos lados por eso tengo la cantidad de amigos que tengo. Ocupó casi toda mi vida el tenis.
-Debe haber habido un momento complicado que fue el "hasta acá llegue" ¿Cómo fue la intimidad de esa decisión siendo vos tan joven?
-Viéndolo ahora quizás con 26 años era muy joven, pero no lo sentía así en ese momento. Yo sentía que hace mucho que estaba en el circuito y empecé a sentir la fatiga psicológica de no querer estar en la cancha. Me costaba entrenar y ya me venía pasando quizás dos años antes de anunciar mi retiro. Me puse a trabajar con un psicólogo porque no sabia si era un vacío, un hueco del que tenía que salir o era definitivo. Y esa ayuda con el psicólogo me ayudó a tomar la decisión, que era lo que yo también creía, que era dejar de jugar.
-¿Qué es lo que te genera un triunfo y qué te generaban las derrotas cuando uno se sacrifica tanto para llegar a finales o semifinales?
-Las derrotas son duras porque una sabe todo lo que deja ahí adentro. Todo el esfuerzo y he perdido partidos que me han quedado adentro porque los tenía ganados. Esos son los que más dolieron porque eran partidos que no pude manejar y los terminé perdiendo. Que yo sabía que venía jugando bien, con confianza, y era un torneo que podía ganar –Roland Garros- y dolió mucho. Pero se aprende mucho de las derrotas: uno puede ver qué hizo bien, qué hizo mal. El tema es no involucrarse tanto al punto de no poder levantarse. Y los grandes triunfos son la respuesta a todo. A todos esos años, horas, a todo ese esfuerzo. Y poder lograrlo y tener esa certeza en ese momento es como tocar el cielo con las manos. Decir "llegué".
-Vos sos esa argentina que da orgullo ¿de dónde surge esa humildad que tuviste en la cima y también todos estos años?
-Yo creo que la experiencia está también dentro de una. Saber de donde vengo, qué es lo que tenía al principio, lo que tuve después, no olvidar y valorar. Yo creo que es eso también. Se trata de valorar lo que una va sumando en la vida y saber que hay gente que no la pasa bien y una puede estar haciendo lo que le gusta. Y yo creo que es eso: valorar y agradecer y nunca olvidarse de donde una viene.
-Hoy sos una ciudadana global que vive en Suiza, aunque ahora circunstancialmente estás en los Estados Unidos, y, sin embargo, decidiste involucrarte en Seamos Uno que es una campaña del sector privado para mandar un millón de cajas a todos los argentinos ¿Por qué decidiste involucrarte?
-Me llamó Manu Ginóbili con esa idea y me encantó. Más viniendo de Manu a quien respeto y admiro profundamente y se armó un equipo lindo, que una quiere tener cerca siempre, como son Ricardo Darín, Diego Torres, Adolfo Cambiaso, Diego Schwartzman, Laura Catena, Javier Mascherano y fuimos teniendo varias conversaciones con el cura Rodrigo Zarazaga y nos fue contando del proyecto. El proyecto ya existía, ya se había hecho un montón en silencio. Es increíble todo lo que nos fueron contando. Hay que ver la eficiencia, la transparencia. Tienen a cuatro de las mejores empresas del mundo auditando todo el proceso con todo el amor y el compromiso que hay y todos nos entusiasmamos un montón. La misión es llegar al millón de cajas que tienen alimentos y productos de higiene para familias de barrios vulnerables. Y lo grandioso es esto: que se unieron organizaciones de diferentes sectores, sector público, sector privado, ONGs, diferentes religiones y creo que esto es necesario: que estemos todos unidos para poder llevar adelante algo así.
-Y ¿cómo ves esta Argentina que como varios países está sufriendo muy fuerte la pandemia? ¿Cómo es tu análisis?
-El mundo está revolucionado en este momento. Es una situación muy difícil y los países que están con mas problemas son los que más lo sufren. Yo creo que el deporte ayuda en estas circunstancias porque una busca la manera de salir adelante. El que puede tiene que tratar de ayudar. Por eso se creó Seamos uno y estamos tan metidos. El poder de unirnos todos es muy importante para salir adelante.
-Acá en la Argentina y también en Estados Unidos hay grieta y pelea entre unos y otros ¿Qué análisis te genera esta división que se da entre los habitantes de un mismo pueblo?
-No es una palabra que me guste mucho. Yo pienso todo lo contrario. Siento que hay que trabajar en equipo y quizás esta es buena oportunidad para dejar de lado los intereses y unirnos. Es la única manera en que todos podemos salir adelante.
-Una faceta emprendedora fue tu perfume ¿Cómo es esa experiencia y tu relación con ese mundo?
-Desde el `86 que estoy vinculada con la gente del perfume y es un mundo totalmente diferente. Yo estaba jugando, en un momento pleno de mi carrera y me llegó esta idea que me encantó porque no tenía nada que ver con el deporte.Recuerdo que me mandaban aromas para probar a los torneos, envoltorios, envases y así fue creciendo la relación. Aún hoy sigo trabajando con ellos, promocionándolo. Es increíble que hayan pasado tantos años
-¿Cómo te convertiste en experta en café?
-Hice un curso de barista en Suiza y me fascinó el mundo del café. Cuando te metes no salís más. Me encanta, me gusta mucho el hábito de ir a un café con amigos y quedarme horas. Me gusta probar diferentes cafés y hacerlo y, como soy perfeccionista, estoy todos los días probando.
-Sos familiera, pero vivís lejos. ¿Cuánto extrañas y qué te gustaría que cambie con la pandemia?
-Se extraña, pero voy a la Argentina seguido y lo disfruto más que nunca. Un buen asado se extraña y me encanta tener uno cuando estoy ahí. Son países diferentes y está bueno el contraste. En Suiza la vida es tranquila y de bajo perfil. A mí me gusta viajar y me gustaba Europa, pero tengo amigos en Suiza por eso también terminé ahí.
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