Gabriela Renaudo y Santiago Mignone: “A los empresarios nos toca invertir, pero para eso se necesitan ciertas condiciones”
La presidenta del 60° Coloquio de IDEA y el presidente de la entidad dijeron que se vive un cambio de época, que se abre una oportunidad para la Argentina y que es hora de concretar la transformación
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En un país que lleva años de estancamiento económico y de acumulación de crisis periódicas, el empresariado argentino cree que este es un año bisagra, con un cambio de administración que permite abordar los problemas más serios de la Argentina, como la inflación, la falta de generación de empleo formal privado y la pobreza. Así lo expondrán en el 60° Coloquio de IDEA, desde cuyo título trazan una línea de acción: “Si no es ahora, cuándo. Transformar. Invertir. Sostener”.
En este sentido, Gabriela Renaudo, presidente del 60° Coloquio y country manager de Visa Argentina y Cono Sur, y Santiago Mignone, presidente de IDEA y socio de PwC, dejaron en claro su intención. “Queremos transmitir un llamado a la acción a los propios empresarios, para aprovechar esta oportunidad de cambio y dar de nuestra parte lo que tengamos que dar para que la Argentina salga adelante. Celebramos las transformaciones y creemos que hay un contexto en el que se están realizando. A nosotros nos toca invertir, pero hay que hacerlo de manera sostenible y para eso se necesitan condiciones que fomenten esa inversión y permitan sostenerla”, afirmaron.
El 60° Coloquio de IDEA se realizará los próximos 16, 17 y 18 de este mes en Mar del Plata. En esas tres jornadas, IDEA presentará 14 propuestas que son el resultado de un trabajo conjunto realizado por más de 60 CEO, con el acompañamiento de expertos técnicos y en diálogo con otros actores y organizaciones. “Queremos reivindicar y revalorizar el rol del empresario. Por eso, cada día tendremos un panel con empresarios dueños de la Argentina, que contarán por qué siguen eligiendo a la Argentina”, comentó Renaudo.
Por su parte, Mignone señaló que con el título de este encuentro se quiere transmitir que hay una oportunidad. “Está la transformación, que es un clima de época, con la propia sociedad que ha ido delante de la dirigencia con la votación; el invertir, que nos interpela y que, en la medida en que se produzcan los cambios vamos a responder con ella, y finalmente, la sostenibilidad, que se logra fortaleciendo las instituciones y forjando acuerdos. Queremos llevar una idea de oportunidad, pero también de esfuerzo y acción”, dijo.
En este Coloquio estarán, entre otros, el presidente de la Nación, Javier Milei; Luis Caputo, ministro de Economía; Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, y Julio Cordero, secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
–¿Qué hace falta para que se materialice esa inversión a la que hacen mención?
Santiago Mignone (SM): –Lo primero es el ordenamiento de la macroeconomía, que es donde el Gobierno acierta en la priorización; el equilibrio fiscal, algo que veníamos pidiendo en los últimos coloquios, al igual que el combate a la inflación, y el retiro del Gobierno como tomador de crédito compitiendo con el sector privado. Luego hay condiciones de mediano y largo plazo, donde el RIGI ayuda, porque da estabilidad fiscal y cambiaria en el tiempo. Después, lo otro que tiene que suceder es que se termine de ordenar la macro y se pueda trabajar con una política cambiaria definitiva, que permita un libre acceso al mercado cambiario. No es una dinámica única, sino que puede ser mirada en cortes de corto, mediano y largo plazo, con reglas de juego que se vayan consolidando en el tiempo.
–Otro punto fundamental es la creación de empleo. ¿Cuál sería para ustedes la clave para generar empleo privado formal?
Gabriela Renaudo (GR): –Hay un par de condiciones que veníamos marcando y que ya se incluyeron, pero vamos a ser bien concretos con lo que queremos, porque son temas urgentes. El año pasado propusimos modificar el esquema de multas y extender el período de prueba, y eso ya se incorporó. Ahora, lo que estamos pidiendo es modificar el esquema de capitalización de intereses, declaración de acciones prohibidas y modificación de los convenios colectivos de trabajo. Entonces, estos tres puntos, elaborados con un grupo de 60 CEO y asesores técnicos, son claves. No es lo único, porque hay que seguir modificando el régimen laboral, pero esos son obstáculos muy fuertes.
–¿Qué importancia le dan a la reducción de la inflación en este contexto?
SM: –La baja de la inflación es necesaria, pero no suficiente, al igual que el resto del orden macroeconómico. Estas dos cosas son necesarias para que después podamos discutir una agenda de competitividad y de productividad que ya la estamos instalando en este coloquio, porque en todas las células habrá algunas cuestiones o propuestas que tienen que ver con lo regulatorio o con el orden macroeconómico. Pero después hay que avanzar en la discusión sobre la eliminación de impuestos distorsivos, porque eso hace a la competitividad de la economía.
–En materia fiscal, ¿qué creen que el Gobierno está haciendo bien y qué consideran que está demorado?
GR: –Nosotros venimos hablando mucho de limitar el tema de las tasas municipales. Bueno, una parte se incluyó, pero eso no es todo. Hay un montón de otros impuestos distorsivos. El impuesto PAIS, por ejemplo, ya a fin de año se tiene que terminar. Después, a nivel provincial hay que ver el tema de Ingresos Brutos, porque genera un efecto cascada que es muy perjudicial para las empresas y para la economía en general. No se trata solo de eliminar un impuesto, sino que hay que proponer alternativas y buscar la forma de que no sea distorsivo. Entonces, debemos buscar formas de recaudar que no impacten en la competitividad y la productividad de las empresas, tanto en el ámbito doméstico como en el externo.
SM: –Además, por supuesto que hay que ampliar la base de contribuyentes, porque eso es lo que puede hacer sostenible al esquema. Hay que atacar la informalidad de una manera sostenida. ¿Cómo se logra? Bueno, hay muchas formas, pero hoy la tecnología ayuda. En ese contexto, sería bueno eliminar impuestos distorsivos como el de débitos y créditos bancarios, para incentivar la bancarización. También está el blanqueo, que es de stock, pero que hay que focalizar los controles para que también sea de flujo y pueda ser controlado en el tiempo. Hay fórmulas para achicar la brecha de informalidad. Otros países de la región lo han logrado, por lo que no hay ninguna razón para que la Argentina no pueda hacerlo.
–¿Qué se necesita para ganar más competitividad?
SM: –Necesariamente hay que hablar, como ya expresamos, de quitar impuestos distorsivos y de disminuir costos laborales no salariales, algo que vamos a estar analizando en la célula de empleo, porque eso hace a la competitividad de las empresas. Después, por supuesto, aparece otro tema que tiene que ver con el costo de la infraestructura y de la logística, algo que vamos a tratar cuando hablemos de la actualización de los convenios colectivos. Es en definitiva, insertar a la Argentina en el mundo.
GR: –La tecnología también tiene un rol importante en el aumento de la competitividad. En el Coloquio vamos a presentar ejemplos concretos de empresas que están utilizando la tecnología para ser más competitivas, ya sea con inteligencia artificial generativa, desarrollo de la cadena de valor, formación del propio capital humano. Es decir, vamos a pedir ciertas condiciones para poder ganar competitividad, pero también vamos a mostrar que estamos haciendo ya hoy desde las empresas.
–¿Creen que la actividad económica tocó piso en el segundo trimestre del año y que puede empezar a verse una recuperación de ahora en más?
SM: –En la última encuesta de expectativas que hicimos en IDEA, el 72% de los 240 empresarios consultados respondió que la situación va a ser mejor o mucho mejor en los próximos 12 meses. Hay coincidencia en que el piso se tocó efectivamente en el segundo trimestre del año. Además, con una expectativa inflacionaria ya marcada y con actualizaciones salariales que ya empiezan a estar por encima, se empieza a recuperar de alguna manera el consumo. Y un tercer elemento que puede impulsar esa recuperación de la actividad es el hecho de que el sector público ya no es tomador de crédito bancario, lo que permite que ese crédito se vuelque al sector privado, que genera inversión y consumo.
–Es verdad que hace cuatro meses que, según el Indec, los salarios le ganan a la inflación, pero esto todavía no se refleja en un aumento del consumo. ¿Por qué?
SM: –Yo creo que la reactivación del consumo se va a dar de forma paulatina. Hay que tener en cuenta que la recuperación salarial no se dio necesariamente en todos los sectores. De todos modos, cierta mejora se empieza a notar en lo que es la comparación mes a mes; no así en la medición interanual, porque ahí se compara con un 2023 en el que el consumo estaba dinamizado por la inflación que hacía que la gente quisiera sacarse los pesos de las manos. Eso levanta el piso de consumo frente a la medición interanual. Aún con todo eso, ¿por qué no vemos todo el derrame? Mi impresión es que no lo vemos porque parte de eso está yendo a solventar los incrementos en las tarifas, que también eran necesarios. No es una situación simple, donde si levanta el salario, levanta también el consumo de manera lineal, pero yo concuerdo con algunos economistas que ven que en 2025 la economía crecerá 5%.
GR: –Coincido en este punto. Hay algunas pequeñas señales, pero no en todos los sectores. Además, hay que ver si son sostenibles. Lo que veo de repunte en el consumo es más en compras del día a día y focalizado en el sector formalizado. Todavía falta que eso se vea en el sector informal. Hay buenas expectativas para el año que viene, donde también coincido en que habrá un crecimiento de 5%. Habrá que ir monitoreando todo mes a mes, pero en general la visión es optimista y se cree que el año que viene estaremos mejor.
–¿En su opinión, qué sectores serán los principales impulsores de la recuperación económica?
GR: –Yo coloco en esa lista al agro, la energía, la minería, por supuesto, y sumaría a toda la economía del conocimiento, donde están sucediendo muchas cosas positivas, y también el turismo, donde se ve mucho consumo.
–¿Temen que el ordenamiento de la economía al que hacen referencia se vea entorpecido por turbulencias políticas?
SM: –Yo creo que hasta ahora si algo bueno ha tenido este nuevo proceso es que ha habido cierto divorcio entre las discusiones políticas y el desarrollo de la economía. Eso permitió que el anclaje en el equilibrio fiscal y la idea de la baja de la inflación se hayan mantenido de forma sostenida. Entonces, vimos que hubo diversas discusiones políticas en los últimos meses, pero que no generaron corrida cambiaria ni presión sobre los precios.
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