Fuerte reclamo empresarial: “No se puede vivir en un contexto en el que el cambio de reglas sea un hecho habitual”
Marcelo Fell, presidente del Instituto Argentino de Finanzas (IAEF), indicó que hace décadas hay preocupación por los mismos temas: inflación, déficit fiscal, falta de estabilidad de la moneda, desocupación y falta de reglas de juego claras
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SALTA.– El panorama económico de los próximos meses no es alentador, según las principales empresas del país. Para 2023, el 60% de los responsables de negocios anticipa que sus inversiones se mantendrán constantes o caerán, según una encuesta realizada por la consultora EY y el Instituto Argentino de Finanzas (IAEF). Asimismo, “frente a un escenario de alta inflación e incertidumbre cambiaria”, los 70 ejecutivos de finanzas consultados prevén para el año próximo una desaceleración en el crecimiento de sus ventas y en la rentabilidad.
“Hace décadas que nos preocupamos por los mismos temas: por la inflación, el déficit fiscal, la falta de estabilidad de nuestra moneda, la desocupación y por la falta de reglas de juego claras, que no sean modificadas permanentemente de acuerdo con las necesidades de corto plazo de las autoridades de turno. La incertidumbre que ello genera es un factor determinante tanto para los que debemos tomar decisiones, como para todos aquellos potenciales inversores locales como del exterior. Y, cuando digo inversores, me refiero tanto a grandes corporaciones como a una pyme. No se puede vivir en un contexto en el que el cambio de reglas sea un hecho habitual”, dijo de manera cruda Marcelo Fell, presidente del IAEF en la inauguración de la 43º Convención Anual del Instituto, que se realiza en esta ciudad.
“La educación, la cultura del trabajo y la seguridad, o mejor dicho la falta de seguridad en el sentido más amplio, también son preocupaciones no solo para nuestros colegas, sino para toda la sociedad. También, y no menos importante, el peligro que conlleva la falta de independencia de poderes, base de nuestra República”, indicó Fell, que terminó su disertación con un mensaje esperanzador: “Debemos, finalmente, salir de este largo círculo vicioso para entrar definitivamente en uno virtuoso. La Argentina lo merece y, si todos lo impulsamos, será posible”.
Si bien en la provincia de Salta se vive una “burbuja económica”, gracias a la actividad que generan el campo y el reciente boom del litio, para la mayoría de los ejecutivos de finanzas que llegó desde Buenos Aires a esta ciudad el escenario del próximo año será negativo. Según la encuesta de EY, solo el 30% de los empresarios proyecta una mejora de su rentabilidad en 2023, pese a que el 60% estima una mejora de sus ventas. Son contradicciones que suelen suceder en países con niveles de inflación alta.
Los agronegocios, la energía y la infraestructura continúan siendo los sectores con mayor potencial para impulsar el crecimiento y la exportación, según la encuesta. “El nuevo contexto geopolítico que enfrentamos producto de la guerra en Europa es visto como una gran oportunidad y parece haber consensos sobre lo que hay que cambiar para aprovecharlo”, indicó Pablo De Gregorio, socio de EY Argentina.
Sobre las medidas que podrían favorecer la confianza para decidir una inversión, los ejecutivos piden un plan económico claro y sustentable (30%), una política cambiaria estable (25%), una reforma tributaria que estimule la inversión (19%), leyes de protección de la inversión (9%), acuerdos sindicatos-gobierno (7%), acuerdos sectoriales (5%) y acuerdos internacionales (2%).
Las principales acciones del Estado que los ejecutivos afirman que mejorarían la competitividad y facilitarían su plan de inversiones, a su vez, son la simplificación tributaria y administrativa, y acuerdos entre Gobierno, sindicatos y empresas.
Los ejecutivos consultados manifestaron algunas de las prioridades donde se debería hacer foco para concretar un país con éxito y futuro, como ser uno de los grandes proveedores de alimentos del mundo (26%), ser líderes en la producción y exportación de gas no convencional y energías renovables (26%), liderar la exportación del sector de la economía del conocimiento, ser un gran jugador en el mercado de la minería, producción de litio y otros minerales (15%), agregar valor a los productos de las economías regionales (10%) y liderar el desarrollo del ecosistema emprendedor y tecnológico de la región (3%).
“Tenemos una parte del camino recorrido. Sabemos hacia dónde deberíamos ir y qué tenemos que cambiar. Solo necesitamos de protagonismos y consensos para que esta transformación pueda convertirse en realidad”, analizó De Gregorio.
Con respecto a las inversiones de este año, los ejecutivos indicaron que estuvieron enfocadas principalmente en activos fijos, incorporación de tecnología y aumento de capital de trabajo. Sin embargo, el 56% afirmó que estas inversiones no generaron la necesidad de nueva mano de obra. “Las respuestas nos indican una muy alta utilización de la capacidad instalada”, dijo De Gregorio.
Acerca de las fuentes de financiamiento que utilizaron las compañías para sus proyectos, el 31% se autofinanció, el 27% lo hizo a través de los bancos y el 19% con los proveedores, el resto lo hizo con la casa matriz (11%), el mercado de capitales (7%) y entidades financieras del exterior (6%).
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