Fuerte aumento de precios de los materiales de la construcción: en un año subieron 81,2%
El costo de la construcción avanzó 2,2% en marzo respecto de febrero y 43,9% si se lo compara con marzo de 2020; en lo que va del año el Gobierno está presionando al sector a través de distintos mecanismos para intentar contener los incrementos
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El costo de la construcción, una actividad clave para la reactivación de la economía, no deja de ser motivo de preocupación para el Gobierno: según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), aumentó en marzo 2,2%, respecto de febrero, y 43,9%, si se lo compara con marzo de 2020. En tanto, en el acumulado del año el incremento asciende a 10,6%.
Este resultado surge, principalmente, como consecuencia del alza de 4,0% en los materiales y de 3,2% en gastos generales, puesto que el costo de la mano de obra apenas tuvo un aumento de 0,2% en marzo pasado, respecto de febrero, según surge del Índice del costo de la construcción (ICC) en el gran Buenos Aires, que difunde el organismo estadístico.
Lo más preocupante es que, en el caso de los materiales, si hace la comparación con marzo de 2020 se puede observar que el aumento de precios llega al 81,2%, casi el doble que la inflación acumulada en el mismo período (marzo de 2020 a marzo de 2021). En tanto, el aumento acumulado de este año es de 15,1%.
Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma, comenta que en la medición interanual el aumento de costos de marzo fue mayor que la inflación del mismo período. “Influyó mucho el hecho de que en la segunda mitad de 2020 hubo un auge de la construcción, lo que hizo que creciera la demanda de materiales y ejerció presión sobre sus precios”, explica el economista.
Matías Rajnerman, analista económico de la consultora Ecolatina, opina que el dato de la comparación mensual entre marzo y febrero de este año no es malo, ya que muestra desaceleración respecto de la inflación de marzo, pero aclara que si se desagrega un poco la conclusión es diferente. “Cuando veo que materiales creció 4% y los salarios se mantuvieron inalterados prácticamente, la dinámica positiva se matiza un poco. A la vez, si se mira el dato interanual, en el que materiales crecen 81,2%, lo que se entiende es que la lógica de estar un poco más calmado tiene que ver con que el incremento se adelantó en otros meses y ahora tiene espacio para rezagarse”, señala el economista.
No por nada el aumento del costo de los materiales está en la mira del Gobierno desde hace unos meses y es por eso que comenzó a presionar sobre las empresas del sector: las incluyó en la primera tanda de empresas afectadas al Sistema informativo para la implementación de políticas de reactivación económica (Sipre), que requiere datos sobre stock, ventas y precios), las amenazó con aplicarles la ley de abastecimiento si no dan información y, tal como se anunció la semana pasada, se viene un acuerdo de precios para insumos difundidos de la construcción, entre otros.
Camilo Tiscornia director de C&T Consultores, afirma que, si solo se toma el dato de marzo en el costo de los materiales se puede decir que la política antiinflacionaria del Gobierno en ese rubro dio algunos resultados. “Pero el problema ahí es que en un futuro los materiales van a volver a aumentar, porque el impacto de las medidas que se tomaron para contener su precio no va a durar para siempre”, indica el economista.
Entre los principales aumentos de materiales en marzo de este año, respecto de febrero, están áridos (arena, piedras y tosca), con 7,9%; aberturas metálicas y rejas, con 7,6%; productos de cobre, plomo y estaño, con 6,8%; artefactos de iluminación y portero eléctrico, con 6,8%; cables y conductores de media y baja tensión, con 6,1%; productos aislantes, con 5,9%; caños y accesorios de hierro, con 5,4%, y productos metálicos para instalación sanitaria y eléctrica, con 5%.
Al dato de este aumento hay que sumarle el hecho de que la brecha entre el precio de los materiales para la construcción y la cotización del dólar blue es cada vez más chica. En el segundo semestre de 2020, gran parte de la recuperación de esta actividad se produjo porque la amplitud de esa brecha hacía que el costo de la construcción en dólares (a la cotización paralela) fuera muy conveniente, pero ese efecto empieza a agotarse.