Fría demanda de deuda española reaviva los temores sobre Europa
LONDRES—Una débil subasta de bonos del gobierno español el miércoles dejó al desnudo un problema fundamental para los países europeos con problemas financieros: ¿quién comprará su deuda?
España vendió un total de 2.590 millones de euros, unos US$3.430 millones, en bonos con vencimiento entre 2015 y 2020, una cifra que se ubica en el extremo inferior de lo que pretendía, y se vio obligada a pagar rendimientos más altos para captar inversionistas. Como consecuencia, los retornos de la deuda soberana de Italia también subieron y contribuyeron a una caída generalizada de las bolsas mundiales.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 124,80 puntos para quedar en 13.074,75 unidades. El índice DAX, que agrupa las principales acciones de la Bolsa de Fráncfort, cedió 2,8%, su mayor descenso en una jornada en un mes. El Promedio Nikkei, de la Bolsa de Tokio, bajó 2,3% en su peor día desde el 10 de noviembre.
"La gente pensó que los bancos centrales resolverían todos nuestros problemas y que nos podíamos olvidar de Europa", dice Jerry Webman, economista jefe de Oppenheimer Funds, en Nueva York. "La debilidad de la subasta española nos dice que los riesgos en Europa siguen latentes. Los mercados tienen todo el derecho a ser un poco cautos sobre la evolución de la situación europea".
El rendimiento del bono español a 10 años se ubicó en 5,71%, un alza importante frente al 5,45% del martes, según la firma de análisis de datos Tradeweb. El bono comparable italiano pagó 5,38%, frente al 5,15% de la jornada previa.
Las implicaciones de la tibia recepción de la colocación española son amplias. Los bancos españoles han absorbido una gran cantidad de deuda soberana del país, lo que ha ocultado el escaso interés de los inversionistas extranjeros. Un descenso en las compras de los bancos locales podría ser el preludio de nuevos problemas.
Los inversionistas italianos también compraron grandes montos de deuda soberana a principios de año, y también hay señales de una merma en la demanda. Los retornos de deuda italiana en el mercado secundario han registrado un alza brusca después de haber tocado fondo a comienzos de marzo. El bono italiano a dos años, por ejemplo, tuvo un rendimiento de 3,11% el miércoles, un aumento respecto del 2,12% del 7 de marzo. La débil demanda en las subastas es un problema particularmente agudo para Italia, que planea emitir 56.000 millones de euros en bonos durante el segundo trimestre, la mayor cifra de la zona euro. Su próxima subasta tendrá lugar el 12 de abril.
La subasta también constituye el primer veredicto sobre el presupuesto del nuevo gobierno español, que contempla severos recortes de gasto y aumentos de impuestos para reducir el déficit fiscal. Varios economistas han advertido que esta clase de austeridad podría sumir a las economías débiles en una profunda contracción. España ya tiene una tasa de desempleo de 23% y el gobierno proyecta una contracción de la economía de 1,7% para este año.
Europa comienza un feriado por Semana Santa. El jueves, el viernes y el lunes son feriados públicos en España, un factor que podría haber contribuido al menor interés de los inversionistas por la deuda del país. Varios otros mercados permanecerán cerrados el viernes y el lunes.
Aun así, la subasta del miércoles representa un marcado contraste con la situación que imperaba a principios de año, cuando España atrajo una alta demanda de su deuda.
Ahora, la demanda de los bancos españoles es "mucho más baja que en enero y febrero", dice Laurent Fransolet, de Barclays Capital en Londres. Era improbable, señala, que los bancos locales hubiesen "seguido comprando bonos por 20.000 millones de euros al mes". Los inversionistas extranjeros también podrían ser escépticos respecto a los planes fiscales del país. "Hay muchos signos de interrogación sobre el sistema bancario y el presupuesto", sostiene.
Gracias al interés de los inversionistas en los primeros meses del año, España ha concretado casi la mitad de las emisiones previstas para este año. Los resultados del miércoles, no obstante, sugieren que la demanda ha caído. Un bono que vence en enero de 2015 atrajo ofertas por 2.800 millones de euros, 2,41 veces el monto vendido, con un retorno promedio de 2,89%. Hace tres semanas, en cambio, el interés quintuplicó la oferta de deuda soberana española y el país pagó un interés de 2,44%.
Los bancos han comprado deuda soberana en buena parte porque han sido los beneficiarios de una avalancha de créditos baratos a tres años otorgados por el Banco Central Europeo a fines de 2011 y en febrero.
Hasta febrero, los bancos españoles tenían 142.000 millones de euros, según el Tesoro español. Las posiciones extranjeras de esa deuda se derrumbaron a 245.000 millones de euros ese mismo mes, de 281.000 millones en diciembre.