Frenan la devaluación del real en Brasil
El Banco Central vendió US$ 2750 millones y logró revertir la caída de su moneda, que había tocado los 1,95 reales por dólar
RIO DE JANEIRO.- Sacudida por la inestabilidad internacional que llevó a los inversores a desprenderse de activos de riesgo y refugiarse en el dólar, la Bolsa de San Pablo se derrumbó ayer. Por su parte, el real brasileño se devaluó a su mínimo valor en dos años, mientras el Banco Central, preocupado por los efectos sobre la inflación, intervino en el mercado a futuro para evitar un mayor hundimiento de su moneda.
Por cuarto día consecutivo, el índice de la Bolsa de San Pablo, Bovespa, cerró en baja, con una caída del 4,83% y acabó en 53.280,28 puntos, lo que representó una pérdida acumulada de 6,9 por ciento. En tanto, en una sesión sumamente volátil, el dólar se disparó a 1,95 reales ni bien comenzaron las negociaciones y, tras la actuación del Banco Central, terminó cerrando a 1,895 reales por unidad, su valor más alto desde septiembre de 2009.
El Central vendió el equivalente a 2750 millones de dólares para anticipar el vencimiento de contratos cambiarios. En una advertencia a los especuladores, señaló en un comunicado que podrá volver a actuar en cualquier momento "de modo de asegurar las condiciones de liquidez en los mercados de cambio".
Desde Nueva York, donde se encontraba para la Asamblea General de Naciones Unidas, la presidenta Dilma Rousseff afirmó que frente al nerviosismo de los mercados, el gobierno mantendrá la calma para buscar estabilizar el sistema doméstico. "Los mercados tienen esa volatilidad; así como suben, bajan. La política del Banco Central y la orientación del ministro (de Economía) Guido Mantega es de estabilizar el mercado brasileño. Tanto (el presidente del Banco Central, Alexandre) Tombini como Mantega están tomando previsiones, pero todavía no estamos encarando ninguna medida inusual. Pero quiero decir que estamos listos, completamente listos", resaltó la mandataria.
Desde hacía varios meses el gobierno deseaba una depreciación del real ya que, debido al enorme flujo de capitales, Brasil se había inundado de dinero, que también venía a aprovechar la alta tasa de interés local, que hasta hace un mes era del 12,5%. El real aumentó su valor hasta llegar a 1,54 por dólar, perjudicando a la industria, que comenzó a dar señales de desaceleración.
Competitividad
El escenario cambiario que se presenta ahora, con una devaluación de más del 15% en lo que va del mes, en principio, beneficiaría a la industria brasileña y a los exportadores locales, pero tanto el gobierno como los analistas temen por los efectos que pueda tener en la inflación.
"La devaluación del real ayudará a aumentar la competitividad de los productos brasileños en el exterior, pero un dólar valorizándose tan rápidamente ejercerá presión sobre la inflación: las empresas que importan -sobre todo fertilizantes, trigo, cobre, materiales farmacéuticos y químicos- van a tener aumentos en sus costos, que serán pasados a los consumidores. Y la inflación todavía es muy alta, está por encima de la meta establecida del 4,5%", indicó a La Nacion el economista Manuel Enríquez García, profesor de la Universidad de San Pablo.
La visión es compartida por el analista Silvio Campos Neto, de la consultora Tendencias, quien consideró que tanto la situación de un "super real" a 1,54 por dólar como la de casi 1,9 son exageraciones.
"Hay un fuerte componente de especulación en ambos casos. El gobierno y el Banco Central tienen que hacer todo lo posible por bloquear esos extremos y encontrar un equilibro", indicó a este diario Campos Neto, quien no descartó que el Central intervenga en el mercado a la vista en los próximos días.
El nuevo panorama no fue ni siquiera abiertamente bienvenido en la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, que en los últimos tiempos venía pidiendo medidas para contener la sobrevaluación del real y fortalecer las exportaciones. La cautela era la actitud que primaba.
"Este cuadro de volatilidad, con oscilaciones tan bruscas y sin una tendencia definida, dificulta el planeamiento de las empresas y genera incertidumbre en los negocios. Eso no es bueno para nadie", afirmó Fabio Faria, vicepresidente ejecutivo de la entidad.
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