FMI. Guzmán pidió en el Senado "consensos amplios" en las negociaciones
Son precisiones que el mercado mira con suma atención, sobre todo tras las reacciones que marcan la evolución de los diferentes tipos de dólares en el país. El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó hoy en el Senado que en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantendrá el déficit fiscal primario de 4,5% aprobado en el Presupuesto 2021 y confirmó que no habrá fondos frescos del organismo para el país.
El ministro mantuvo un encuentro virtual con senadores de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, programado por el envío al Congreso del proyecto de ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que involucra al Parlamento en las futuras operaciones de crédito en dólares bajo legislación extranjera y en las que se realicen con organismos multilaterales. Allí argumentó que el nuevo programa que está negociando con el FMI, como aquellos que se requieran en el futuro, "tienen que tener consensos y debates más amplios", o sea, que excedan a los gobiernos de turno.
La viabilidad política es uno de los reclamos del Fondo ante las tensiones existentes, particularmente dentro de la propia coalición de gobierno, y que llegaron a niveles elevados tras la carta que días atrás los senadores del Frente de Todos, con el aval de Cristina Kirchner, enviaron a la directora del FMI, Kristalina Georgieva.
"Los programas con el FMI tienen consecuencias que trascienden a un período de gobierno. Por eso, es fundamental que no se actúe solo como una política de gobierno sino en el contexto de una construcción y debate más amplios en los que el Congreso tenga un rol central", afirmó.
"Nuestra idea, de forma absoluta, es ejecutar el programa fiscal que se basa en el presupuesto 2021, que el Congreso aprobó ayer", confirmó el ministro ante una pregunta de un legislador de la oposición en un dato que LA NACION había anticipado en las últimas horas. "Estamos firmes en que el programa presupuestario para 2021 es el punto de partida. Es el primer punto del marco plurianual. Vamos a cumplir con el programa presupuestario", reconfirmó el ministro de Economía ante la repregunta al final de la sesión de la Comisión de Presupuesto.
Ante la consulta del senador Esteban Bullrich, el ministro se negó precisar cuándo enviará al Congreso las metas plurianuales que acordará con el Fondo para que sean debatidas por los diferentes bloques. Sin detalles, afirmó que el déficit de 2021 será menor al de 2020, y que el de 2022 seguirá ese mismo camino. Guzmán recalcó que los pilares del presupuesto son el crecimiento de la economía y un camino hacia el equilibrio fiscal a una velocidad que no ponga el peligro la recuperación de la actividad económica, que este año caerá más de 12%.
El ministro aceptó que el gasto público había crecido este año. "Con la pandemia ha habido un aumento del gasto público que fue esencial para proteger a los sectores de la economía y de la sociedad que estaban en estado de vulnerabilidad", agregó. Citó el ATP y el IFE, programas que ya no estarán el año que viene, bajas de gasto que se sumarán al determinado en las jubilaciones y al mantenimiento de los subsidios energéticos por las subas de tarifas.
Sin embargo, ante la crítica del senador Martín Lousteau por la eliminación de la ley de responsabilidad fiscal (que prohibía la posibilidad de ampliar plantillas en el Estado y que mantenía constante el gasto real) y otras atribuciones para incrementar el gasto, Guzmán contraatacó diciendo algo que viene repitiendo el presidente Alberto Fernández: que el mayor ajuste se hizo en la deuda. "Los pagos programados de deuda, amortización de capital más intereses, eran de US$12.500 millones para 2021. Ahora son de US$150 millones".
En un duelo de economistas, Lousteau volvió a la carga y señaló que el articulado del proyecto enviado por Guzmán sólo contemplaba la deuda en dólares bajo legislación extranjera, pero no la local, y que le parecía extraña esa discriminación cuando en la renegociación de deuda que llevó adelante el ministro meses atrás no había habido diferencias entre la legislación local y la extranjera, algo que el mismo ministro reconocía como una virtud. Guzmán hizo una explicación académica y señaló que no es un proyecto pensado por si las cosas salen mal sino para darle más atribuciones al Congreso en materia de financiamiento público.
"La idea es contar con financiamiento, refinanciar los pagos que están programados, la suma de capital a amortizar e intereses del SBA (Stand-By Agreement)", confirmó el ministro, sobre el financiamiento neto o los fondos frescos que no llegarán.
En su presentación Guzmán reconoció que la brecha cambiaria "no es buena para la economía" y señaló que su estrategia dio buenos resultados para frenar el alza del contado con liquidación (CCL) frente al dólar comercial. "Hay que resolverlo con pragmatismo", dijo.
Guzmán negó que haya emisión de deuda al 17% por la venta de bonos en manos del Banco Central (BCRA) y la Anses. Cuando lo consultaron por las reservas líquidas se mostró esquivo, pero aseguró que al haber superávit comercial, no tener vencimientos de deuda en dólares y tener los controles de capital (el cepo) podrán soportar los embates que sufren las tenencias del BCRA. Por otra parte, negó que se estuvieran vendiendo los encajes en dólares que tienen los bancos.
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