Flavia Royón: “Hoy lo que se gasta en facturas de servicios con relación a los salarios es relativamente bajo”
La Secretaria de Energía sugirió que las tarifas de los servicios públicos están baratas en la Argentina; admitió que los inversores tienen algunas “inquietudes sobre la estabilidad del país”, pero indicó que Vaca Muerta ya demostró ser “una política de Estado”
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HOUSTON.- Más allá de los aumentos tarifarios y el esquema de segmentación, la Secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, sugirió que las tarifas de algunos servicios públicos están baratas en la Argentina. “Hoy lo que se gasta en facturas de servicios con relación a los salarios es relativamente bajo”, dijo la funcionaria en diálogo con LA NACION, en el el marco de la CERAWeek by S&P Global, la conferencia más importante del sector energético a nivel mundial.
Royón llegó el martes a esta ciudad para participar del encuentro, en el cual mantuvo varias reuniones privadas con petroleras que tienen inversiones en el país y disertó en un panel de ministros, con sus pares de Brasil, Egipto y Noruega. La escuchaban atentamente varios ejecutivos argentinos, entre ellos, el CEO de Pan American Energy (PAE), Marcos Bulgheroni, y de Tecpetrol, Ricardo Markous.
En este contexto, la funcionaria admitió que los inversores tienen algunas “inquietudes sobre la estabilidad del país”, pero indicó que Vaca Muerta ya demostró ser “una política de Estado”, que atravesó gobiernos de distintos signos políticos. Además, reconoció que el país tiene “un problema de déficit fiscal”, explicó que los usuarios de ingresos altos ya pagan el costo pleno del gas y que el objetivo para este año es que los de electricidad hagan lo mismo, por lo cual podría haber más aumentos para este segmento de la población.
-En la conferencia se estuvo hablando mucho sobre el rol preponderante que tomó el mercado del gas natural licuado (GNL). ¿Qué oportunidad tiene la Argentina al respecto?
-Es muy bueno poner en valor lo que es la Argentina. Hubo algunas inquietudes sobre la estabilidad del país, pero compartí panel con Egipto y vemos que la realidad de la Argentina es distinta. No tiene un problema geopolítico y tiene una estabilidad jurídica. Vaca Muerta, en particular, ya quedó demostrado que ha sido política de Estado a través de varios gobiernos, de distintos colores políticos. La construcción del gasoducto le va a hacer dar un salto cuantitativo a Vaca Muerta, no solo porque se logrará un mayor grado de autoabastecimiento, sino porque le dará un salto productivo. Estamos dispuestos a pensar en grande en Vaca Muerta, por eso la ley de GNL. La Argentina está preparada para esa oportunidad.
-¿En qué estado está el proyecto de GNL? Porque se habla que se va a mandar al Congreso en los próximos días, pero hace unos meses, y todavía no se lo conoce.
-El proyecto ya está en su etapa final. Es decisión del ministro Sergio Massa cuándo lo mande y se dé la discusión en el Congreso.
-¿Cree que se logrará aprobar el proyecto, dada la paralización que hoy tiene el Congreso?
-Yo soy optimista y creo que tanto la oposición como los distintos cuadros del Gobierno van a dar una discusión de algo que hace al desarrollo de nuestro país, a un tema central de desarrollo, de generación de puestos de trabajo y de generación de divisas. Creo en la responsabilidad del compromiso de toda la política de darle discusión a estos temas que son centrales.
-Decía que compartió panel con Egipto, sin embargo, los inversores le temen a la Argentina. ¿Cree realmente que le tienen miedo y si es así, por qué?
-Hablaban de la estabilidad de la Argentina, pero cuando se pone a la Argentina en contexto con otros países, tiene una situación más favorable. Con la construcción del gasoducto, hacia 2024 y 2025, habrá altos grados de autoabastecimiento. Entonces la Argentina no va a tener la discusión del uso de divisas para la importación, que afecta y debilita a nuestra macroeconomía, que fue lo que pasó el año pasado con los precios del GNL. No vamos a tener la discusión del abastecimiento del mercado interno, ni en gas, ni en crudo. Eso va a ser un hito fundamental porque la desconfianza en la Argentina era sobre si daba los permisos de exportación en firme [que no son interrumpibles] o no. Ya este año estamos dando permisos de exportación en firme de gas en mayo y junio. Esta infraestructura está cambiando ese miedo que pueden tener los inversores. En materia de crudo, es la inversión privada la que está llevando la inversión de infraestructura y eso habla de un voto de confianza. La Argentina en materia energética está preparada para cambiar la historia. A pesar de que pueda haber alguna desconfianza, lo que se transmite en los medios son todos los problemas macroeconómicos de la Argentina, que son coyunturales. Si Argentina logra que los sectores que hacen al desarrollo, como la energía, la economía del conocimiento, la minería y el agro, generen divisas, el problema de la Argentina se acaba.
-Pero el control de cambios arrancó en 2012, tiene más de 10 años, con un pequeño periodo de excepción de menos de tres años. No es solo un problema de coyuntura y mismo en los paneles se ha preguntado por el control de capitales.
-Sí, pero de nuevo, hoy la Argentina tiene una oportunidad clara. El sector energético tuvo una balanza negativa el año pasado, este año estará en equilibrio, y en los próximos años estará encaminada a ser positiva. Y las inversiones no son las que vendrán, son inversiones que ya están comprometidas. Realmente, el gas y el crudo argentino puede resolver gran parte de los problemas. Y también la minería, que me lo preguntaron en la conferencia. Tenemos seis proyectos en construcción y dos en ampliación. Eso no es una promesa, es una realidad. Hoy hay una oportunidad clara en la Argentina.
-¿Cuántos proyectos más podríamos tener si no tuviéramos el control de cambios? El inversor ingresa con dólares, pero después no sabe si puede retirar las ganancias que genera.
-Pero qué otros problemas tendríamos si liberamos el control.
-La mayoría de los países del mundo no tienen control de cambios y no tienen tantos problemas. ¿Por qué nosotros sí?
-Porque tenemos un problema de déficit fiscal. Tenemos un problema macroeconómico, que podes conversarlo con Rubinstein [viceministro de Economía], pero sabes que hoy en la Argentina tenemos problemas macroeconómicos, que no son de ahora, que vienen de hace mucho tiempo en la Argentina y que también en un mercado chico, como es el nuestro, tenés que contener el tema de la inflación, el déficit, tenés que tener políticas a largo plazo, tenés que tener políticas a la inversión y del manejo de la deuda. Son problemas que pasaron muchos gobiernos de distintos colores políticos y que no lo han resuelto entonces. No hay soluciones mágicas a esto. Como dice Massa, hay que ir logrando un orden fiscal, hay que ir hacia la estabilización macroeconómica, pero esto no es de un día para el otro y no lo han logrado resolver durante muchos años, muchos gobiernos de distintos colores.
- Hablando del déficit, los subsidios a la energía aumentaron casi 119% en enero, por arriba de la inflación. ¿A qué se debe eso?
-Esa es la medición del base caja y tiene que ver con que nos estamos poniendo al día con algunos pagos atrasados, como el Plan Gas, los pagos a Cammesa [la compañía con control estatal encargada de los despachos eléctricos].
-¿Faltan anunciar más aumentos de tarifas en gas y electricidad?
-En enero anunciamos el de gas [que rige desde este mes] y ya dijimos que habrá otro aumento hacia fin de año, en noviembre.
-¿En gas ya hubo cuatro incrementos o quita de subsidios?
-Sí, hoy el segmento de gas de altos ingresos ya paga el costo pleno. Ingresos medios y bajos siguen con subsidios.
-¿En electricidad todavía tienen subsidios los usuarios de altos ingresos?
-Sí, en un principio el plan era quitarlos en febrero, pero todavía tenemos un 35% de usuarios entre altos ingresos y no inscriptos. Estamos haciendo una campaña muy fuerte para recordarle la inscripción porque hemos detectado usuarios de bajos ingresos, que deberían haber recibido el subsidio y que no lo recibieron porque no se inscribieron. El objetivo es que este año, se saquen todos los subsidios al segmento de altos ingresos.
-¿Entonces van a haber más aumentos?
-Para el segmento de altos ingresos.
-¿Se sabe en qué meses y qué proporción?
-No, todavía no. Hasta abril vamos a mantener lo que ya está publicado y estamos trabajando en la campaña de inscripción en el registro.
-¿Cuánto podría ser el aumento este año en electricidad para un usuario de ingresos altos, considerando la quita de subsidios y el aumento del valor de distribución de Edenor y Edesur?
-El precio del monómico va variando. Todavía queda quitar un par de subsidios, pero el aumento dependerá de la factura y del consumo. Hay que hacer el cálculo. Pero hoy, un usuario de ingresos altos que consume 250 kwh está pagando $3000. Y esa factura puede subir entre $1500 o $2000 más para ir a costo pleno. Los títulos en los medios después dicen que las facturas suben 150%, pero hoy lo que se gasta en facturas de servicios con relación a los salarios es relativamente bajo. Que a un segmento de altos ingresos le aumente $2000, puede ser porcentualmente mucho, pero no es algo fuerte para un grupo familiar que gana más de $520.000.
-¿Cuánto será el incremento interanual de gas el próximo invierno, teniendo en cuenta los aumentos que se hicieron?
-Para el gas ya hemos comprometido gran parte del GNL que necesitamos para este año a US$20 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), así que ya tenemos alguna previsibilidad. Si hay alguna otra compra a valores más altos, no la vamos a trasladar a tarifa. En gas es lo que se dijo en enero y se va a hacer una nueva audiencia a fin de este año.
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