Firmas extranjeras vienen a comprar más tecnología rural
Empresarios que llegaron a la exposición destacaron que la devaluación hizo más competitivo al país para exportar; afirman que se achicaron las ventajas de Brasil
SAN NICOLAS.- Germán Ocampo, un colombiano que en su país comercializa maquinaria agrícola, ayer sacaba cuentas en Expoagro: por la devaluación del peso, calculaba que se le abarató un 25% la compra de equipos para el campo en la Argentina. Y decía que este año, después de mucho tiempo, seguramente se llevará equipos desde el país.
Ocampo vino a participar de una ronda de negocios que se hizo ayer con fabricantes locales, un espacio que en la muestra reunió a nueve compradores de países vecinos y a 72 empresas, la mayoría expositoras de todo el país. Las que no eran expositoras vinieron de Córdoba, Santa Fe y el municipio bonaerense de San Martín. Fue una movida organizada por Expoagro, la agencia ProCórdoba y el Ministerio de Producción de Santa Fe. Este ámbito logró que se generaran más de 350 reuniones de negocios.
Como este colombiano, otros extranjeros presentes en la ronda de negocios se reunieron con productores locales para evaluar la compra de maquinaria impulsados por una condición más favorable tras la devaluación. Para destacar, desde 2002 la exportación de maquinaria agrícola argentina creció a una tasa anual promedio del 19,6% en dólares y en 2013 alcanzó los US$ 286 millones.
Entre otros motivos, lo hizo con los acuerdos del kirchnerismo con Venezuela y el empuje de empresas que salieron a conquistar mercados. Sin embargo, caído ese mercado, y con el atraso del tipo de cambio, el mercado exportador se achicó a US$ 150 millones el año pasado.
Ahora podría revertirse la tendencia, según evaluaron los mismos compradores extranjeros. "Antes no se podía importar por la situación de la Argentina, pero en este momento el país está competitivo; nos resultan un 25% más barato los implementos", precisó Ocampo.
El colombiano, que vino a ver pulverizadoras y equipos vinculados con las tareas de preparación de la siembra, destacó que la Argentina quedó "muy parecida" a Brasil para comprar equipos. "No obstante, la calidad es mejor en la Argentina", elogió el empresario. Además del precio, Ocampo también observa un cambio de actitud en los empresarios argentinos. "Antes me decían: mirá el producto y tomá la decisión; ahora me lo explican y me ofrecen posibilidades de compra. Seguramente voy hacer negocios este año", afirmó.
Fernando Durán, un argentino que desde hace años trabaja para una empresa que importa repuestos de maquinaria agrícola en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, también quiere comprar.
"Ahora nos ofrecen mejores precios, hay una diferencia con respecto al año pasado que es más conveniente para nosotros. Por eso, nos interesa incrementar la compra desde la Argentina", dijo.
En la muestra Durán tenía una lista de contactos con empresas locales como Vassalli, Giorgi, Pampa, Sofama y Pampa. "Hasta el año pasado Brasil ofrecía mejores precios, pero ahora la Argentina se equiparó. Además, vemos que pueden aparecer nuevas oportunidades de negocios e incrementar los volúmenes de compras", indicó.
En un país donde las sembradoras que se fabrican son cada vez más grandes, Mónica Rodríguez Falconi vino a la ronda de negocios a buscar sembradoras manuales que no se accionan con tractor sino con un motor y son apenas para hacer uno o dos surcos. Son máquinas para agricultores familiares con superficies de una a cinco hectáreas. "Encontré tres empresas con esas máquinas; antes tenía la referencia de que los precios aquí eran caros, pero los precios que ahora me dieron están al alcance de la agricultura peruana", indicó.
"Mi idea es comercializar productos que estén al alcance del agricultor de mi país", agregó. En Perú, según la empresaria, el 80% del costo de producción de un agricultor familiar lo cubre el Estado.
Joao Roberto Martínez Araújo, un brasileño importador de maquinaria, decía ayer que estaba "buscando oportunidades", pero señalaba que, por la valorización que tuvo el dólar frente al real en su país, "por ahora no es buen momento para que compren los brasileños", opinó.