Finanzas: la nueva suba de tasas resulta insuficiente ante el avance de la inflación
El Banco Central incrementó el tipo de interés 200 puntos básicos, pero se espera para marzo un alza de precios superior al 5%; en tanto, pese a que Guzmán logró postergar el pago al Club de París, los bonos de la deuda argentina no responden
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1. Otro paso para Guzmán, pero los bonos no responden
Tras cerrar el acuerdo con el FMI, postergar el pago al Club de París se convirtió en el objetivo del Gobierno: Guzmán viajó a París y consiguió patear los pagos por dos años y medio, en línea con los tiempos pactados con el Fondo. De todas formas, las negociaciones con el Club de París continuarán a lo largo de las próximas semanas para ultimar detalles y con vistas a llegar a un entendimiento final antes del 30 de junio. Una noticia favorable para el Gobierno, pero que pasó desapercibida para la deuda argentina. De hecho, el precio promedio ponderado de los Globales argentinos cayó 2,5% y rompió el umbral de los US$32 por primera vez desde el 9 de marzo. A pesar de la debilidad reciente, los bonos están todavía un 7% por encima de los mínimos posrestructuración.
2. ¿Este es el Banco central ortodoxo?
En medio de un escenario preocupante en materia inflacionaria, el Banco Central subió la tasa de interés 200 puntos básicos, en línea con lo esperado. Los tres retoques en el año incrementaron la tasa de política monetaria (Leliq a 28 días) desde una TNA de 38% a fin de 2021 hasta la actual 44,5%. ¿Eso fue todo? ¿Acaso alcanza este leve endurecimiento para sostener la tasa real de interés? Todo lo contrario. Las estimaciones de alta frecuencia sugieren que la inflación de marzo se ubicaría por encima del 5%, superando el 4,7% de febrero y resultando en una tasa real incluso más negativa. En síntesis, el incremento de tasa es insuficiente y refuerza nuestra hipótesis de que la entidad no seguirá al pie de la letra el entendimiento de tasas de interés reales positivas sugerido en el memorando con el FMI.
3. Otra prueba superada por el Tesoro
Sin contratiempos, Finanzas cubrió por completo los vencimientos en pesos de la semana por $15.018 millones, elevando el financiamiento neto del mes a $182.300 millones. Dado que los pagos no eran abultados, el equipo fue menos generoso con las tasas y la mayor parte de lo levantado fue a través de instrumentos que ajustan por inflación (55,8%). En tanto, el experimento de licitar una letra a tasa variable (la de pases a 1 día del BCRA) careció de interés. En lo que va del año, el Tesoro ya consiguió $463.500 millones. No fue gratis. Más allá de una mayor exposición del sector financiero a la deuda del Tesoro, se debieron mejorar las condiciones: menor duration y tasas más altas. La composición de ajustables por CER también se incrementó: en lo que va de marzo, el 75,6% se captó vía activos que ajustan por inflación.
4. Señales de la FED: próximos pasos
El comité de mercado de la Reserva Federal decidió aumentar en 25 puntos básicos la tasa de política monetaria por primera vez desde 2018. La magnitud del retoque reflejó la preocupación de los oficiales con respecto a las consecuencias todavía no observadas de la guerra. Sin embargo, pocos días después varios funcionarios (incluyendo a Jerome Powell) salieron a plantar un tono más agresivo de cara a las próximas reuniones. El presidente de la Fed sugirió un enfoque más agresivo que lo anticipado, según cómo evolucione la economía tras el inicio del tightening. Powell ratificó el rol decisivo de la Fed para combatir la inflación y aseguró que hará lo que sea necesario para combatir los precios. Así, abrió la puerta a nuevos retoques en la tasa con alzas de hasta 50 puntos básicos hacia adelante.
5. Un año especial en Brasil
Al igual que el resto de la región, Brasil comenzó con el pie derecho el año: el real es la moneda que más se apreció entre las divisas emergentes, ya que se fortaleció alrededor de 4,5% en la última semana frente al dólar (15% en el año). La guerra incrementó los precios de gran parte de las exportaciones y favoreció la recepción de flujos desde otros lugares del mundo. Brasil viró a comienzos de 2021 hacia un enfoque monetario contractivo, con siete subas de tasas en el año, pero la inflación tocó el 10,74% anual. El equity sufrió el contexto de tasas más altas y la reaparición de Lula: el Bovespa cerró el año en negativo. Pero en 2022 a la mejora de los precios de las commodities se le agrega la posibilidad de un Lula moderado (al estilo de Boric en Chile). ¿Será este un año de rebote para Brasil?