Fin del carry trade: el dato de inflación de marzo impulsó la dolarización de carteras y dejó al Banco Central ante una disyuntiva
El mes pasado el costo de vida aumentó un 7,7%, según el Indec, y hubo pocas inversiones que lograron empatarlo; los plazos fijos dejaron de ser atractivos, lo que podría llevar a la autoridad monetaria a subir las tasas de interés este jueves
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En los últimos dos meses se conjugaron dos factores que volvieron atractivos los instrumentos en pesos. Por un lado, los dólares libres se movieron en una relativa calma desde finales de enero, producto de las intervenciones que realizó el Gobierno en el mercado de bonos. Por el otro, en marzo el Banco Central (BCRA) aplicó una nueva suba en las tasas de interés, tras seis meses sin cambios. Eso incentivó a los inversores a posicionarse en moneda local en el corto plazo, con el objetivo de obtener ganancias y luego dolarizarlas, una estrategia que se conoce como carry trade en la jerga.
Sin embargo, esta estrategia pareciera haber encontrado un límite. El viernes se conoció que la inflación de marzo fue del 7,7%, la cifra mensual más alta en 21 años, y pocas inversiones lograron empatar o ganarle al avance de los precios. Por caso, los plazos fijos a 30 días quedaron 1,2 puntos por detrás (rinden alrededor del 6,5% mensual), mientras que los fondos comunes de inversión más conservadores tuvieron rendimientos de entre el 6% y 7%. Todo esto, en medio de una jornada en la que hubo fuertes rumores en los mercados, que terminaron con la salida de Antonio Aracre del Gobierno.
“El Banco Central debería subir las tasas de interés en breve. De lo contrario, esta inacción aceleraría el proceso de dolarización de cartera. Pero el escenario es de manta corta. Si suben mucho las tasas, aumentan (los rendimientos de) las Leliqs y son más pasivos del BCRA. Y si aumentan poco, no son atractivas para contener al dólar”, advirtió el analista financiero Salvador di Stefano. Este jueves habrá reunión de directorio, en la cual las autoridades monetarias podrían decidir una suba en las tasas.
Hoy, los plazos fijos tradicionales pagan una tasa nominal anual del 78% (113% efectiva). Para igualar la inflación de marzo -que los economistas consideran que continuará en niveles similares en abril-, la tasa debería escalar hasta alcanzar un 94% de tasa nominal, algo que tiene muy poca probabilidad de ocurrencia. En cambio, para Emiliano Anselmi, chief economist de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), en la reunión de directorio se podría acordar una suba de 4 puntos básicos, hasta 82% de TNA. Sería un rendimiento del 6,7% mensual.
“Los números de abril son más que preocupantes. En la primera semana se registró una inflación del 3%, la más alta desde septiembre de 2018, con la devaluación de Luis Caputo. El Banco Central no tiene otra alternativa que subir las tasas, porque si no quedarían más negativas todavía y la gente que todavía está posicionada en pesos va a huir hacia el dólar. Es un juego perverso donde no les queda otra que acompañar, porque de lo contrario espiraliza la suba de precios”, agregó.
Para Anselmi, en el mercado hay dos tipo de inversores. Por un lado, la “demanda regulada”, que se ve obligada a estar posicionada en pesos porque el cepo cambiario no les permite acceder siquiera a los dólares financieros. Es el caso, por ejemplo, de las empresas importadoras.
Por el otro, está la demanda “no regulada”, que se vio tentada por las tasas de interés y decidió hacer carry trade. Pero con el nivel de inflación actual, este último grupo está desarmando sus posiciones en moneda local y dolarizándose, para así intentar consolidar las ganancias obtenidas en los últimos tres meses.
Eso explica, también, la suba de los dólares libres en las últimas dos ruedas. El dólar blue pegó un salto de $20 en la semana y se vende a $420; hoy el MEP se dispara $17 y llega a los $411; mientras que el contado con liquidación (CCL) sube más de $15 en la jornada, hasta los $423,64. El dato de inflación dio la señal que era momento de pasarse a moneda dura, lo que disparó la demanda. “El que apuesta al peso pierde. El viernes, el carry trade murió”, dijo Di Stefano.
“Se creó el escenario propicio para una dolarización. No puede haber una inflación que amaga con llegar al 8% mensual y el tipo de cambio libre planchado. No existe. Sobre todo porque, cuando uno contrasta los pesos que hay dando vueltas en la economía, sale a relucir que el dólar tiene pendiente un recorrido al alza del 20-25%. Hubo mucha emisión de pesos y el contado con liquidación no acompañó. En algún momento tenía que corregir y cuando lo hace, no avisa”, advirtió Anselmi.
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