Fin a la liquidación más larga de la historia: el Gobierno cerró el Inder
El fallecido Julio Nudler, por entonces columnista de Página 12, describió en 2004 el uso que se le dio al Instituto Nacional de Reaseguros (Inder) a partir de 1992, momento en que el Estado dejó de tener el monopolio en el sector. Roberto Guzmán, uno de sus tantos liquidadores, "debió lidiar con la presión" de las compañías de seguros, que reclamaban que el instituto se hiciera cargo de una deuda de US$2000 millones. Pero también "contra el tándem que conducía la Superintendencia de Seguros de la Nación: Alberto Fernández y su incondicional y apolítico Claudio Moroni (nombrado en esos días por Néstor Kirchner a cargo de la Sigen)", escribió Nudler. "Ellos presionaban para que el Inder reconociera una deuda de casi 1200 millones con el sector, cuando Guzmán demostró fehacientemente que el pasivo a lo sumo llegaba a 500 millones. Frustró así uno de los mayores robos contra el Estado", sentenció Nudler.
Quien se encargó de desmentir a Nudler y de defender a Fernández fue Horacio Verbitsky. Así lo recordó ayer Fernández en comunicación con LA NACION. "Fui yo y no Guzmán quien redujo las obligaciones del Estado en 500 millones", plasmó Verbitsky las palabras del entonces jefe de Gabinete en una extensa nota ese mismo año. "A una década de distancia, los resultados parecen darle la razón a Fernández: con su propuesta se hubiera pagado mucho menos", concluyó Verbitsky en ese mismo artículo.
Ese distó de ser el único escándalo en el que estuvo envuelto el Inder en los últimos años. Por citar solo otro caso, en 2009, el entonces fiscal de Investigaciones Administrativas (FIA), Manuel Garrido, denunció que un grupo de funcionarios del Ministerio de Economía autorizó el pago en efectivo de casi $54 millones por una supuesta deuda de más de 20 años -no acreditada por la Justicia- de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro (CNAS). Ese pasivo se pagó a través del Inder.
Ahora, luego de 25 años de decretada su disolución, el Gobierno logró cerrar el Inder. Se trata de la liquidación más larga de la historia, con 19 liquidadores en su haber desde 1992. El instituto estatal que monopolizó el mercado del reaseguro desde 1952 (cuando reemplazó al Instituto Mixto de Reaseguros) dejará de existir, y según datos de Hacienda generará un ahorro al Estado de $60 millones anuales.
Fue con el decreto N° 171/1992 que se declaró la disolución del Inder, pero solo luego de la resolución N° 743 del 19 de diciembre pasado, dictada por el Ministerio de Hacienda, el instituto cerrará sus puertas. "Había que esperar 90 días para que quedara firme. El Gobierno no hizo olas para que no apareciera ningún trasnochado", explicó a LA NACION el abogado Juan Pablo Chevallier-Boutell, especialista del estudio Beccar Varela.
"A comienzos de la década del 90 se había dado el primer paso hacia la apertura del negocio del reaseguro mediante la liberación del 40% de los negocios. Es a partir del 1° de enero de 1992 que comienza el proceso de liquidación del Inder y la apertura total del mercado", escribió Chevallier-Boutell en una breve reseña sobre el instituto y los cambios en el mercado de los seguros en los últimos años. Allí recuerda además la reforma impulsada por el kirchnerismo en 2011, en la que vislumbró una reedición del Inder que no terminó de tomar forma.
"A partir de 2015 se insinúa una flexibilización del régimen vigente. En noviembre de 2016 se dicta la resolución general 40.163, que implicaba un significativo incremento de los capitales mínimos para las reaseguradoras locales, de $30 millones a $300 millones", recordó el abogado. En 2017 se subió a $350 millones.
Con su cierre, el Inder transferirá al Tesoro $500 millones en liquidez, actualmente colocados en plazos fijos y bonos soberanos. El edificio que ocupó durante años se reciclará para dar lugar al nuevo Tribunal Fiscal de la Nación, contaron cerca de Nicolás Dujovne.
"Después de 25 años terminamos una de las liquidaciones más largas en la historia del país", afirmó a este medio Fernando Jasnis, subsecretario de administración y normalización patrimonial sobre el ente considerado "buen pagador, pero mal cobrador". El costo de mantener la estructura durante 25 años fue de US$150 millones. Félix Biet fue el último liquidador desde julio de 2017 hasta el 21 de marzo de este año.
El Inder tuvo 500 empleados, afirman en el Gobierno. Esa plantilla se fue reduciendo con retiros voluntarios. Cuando se cerró había 54 personas haciendo tareas administrativas, de liquidación de siniestros, legal y tesorería. Hoy quedan solo 17 atendiendo lo remanente: cobranzas del exterior, administración de los juicios y peritajes, y depuración contable.