Fiebre en los supermercados. La pandemia le puso un final a la recesión en las góndolas
Después de cuatro años de números en rojo, la reactivación llegó a las góndolas de los supermercados argentinos, aunque no hay motivos para celebrar. La pandemia del coronavirus está detrás de los primeros indicadores positivos que puede mostrar el consumo masivo desde 2015.
En realidad, no se necesita ser un experto en consumo para darse cuenta del dramático cambio de tendencia que se vivió en los supermercados en las últimas dos semanas, aunque ahora se conoció el primer estudio que muestra con datos concretos los alcances de la reactivación. Según un informe de la consultora Scentia, en la primera quincena de marzo las ventas de los artículos de la canasta básica (alimentos, bebidas, tocador y limpieza) registraron un inédito salto del 27% en unidades, mientras que la suba en facturación llegó al 85% y el número de tickets creció un 9 por ciento.
La tendencia además se aceleró a medida que pasaron los días. De acuerdo con el estudio, durante la segunda semana de marzo las ventas en las góndolas crecieron un 20% frente a la primera semana, mientras que si se comparan los datos del domingo 15 contra los del domingo 1 la demanda directamente se duplicó.
Si se compara la evolución de las principales categorías, la mayor compra de productos de primerísima necesidad -básicamente alimentos secos y artículos de limpieza- fueron en detrimento de categorías que habían soportado mejor la recesión de los últimos cuatro años, como las bebidas alcohólicas.
En Scentia además destacan que la performance de algunas categorías se vio limitada por una cuestión de oferta. "Los quiebres de presencia de productos en las góndolas frenaron el crecimiento exponencial de algunas categorías entre la segunda semana y la primera semana de marzo, como alcohol en gel, rollos y paños de cocina o papel higiénico. Y es notorio cómo desde el día 12 de marzo se produce el mayor salto en la demanda, anticipándose a posibles anuncios de cuarentena", explican en la consultora.
Por familias de productos, la lista de ganadores de esta fiebre del consumo en los supermercados está liderada por el alcohol, que en promedio registró un salto en las ventas del 255% (es decir que la demanda se multiplicó por tres veces y media), seguida por caballa (221%), toallas desinfectantes (196%), insecticidas (190%) y snacks de arroz (182 por ciento).
La recuperación del consumo también se sintió en el e-commerce. Las ventas online de los supermercados crecieron en la primera quincena de marzo un 32% en unidades, mientras que los mayoristas también vieron cómo se disparaba la demanda, con una suba interanual del 13 por ciento.
Los datos positivos de la primera quincena de marzo contrastan con el panorama de los cuatro años del macrismo, aunque el panorama tampoco había sufrido grandes cambios a partir de diciembre de 2019 y el cambio de gobierno. Después de un 2014 con una fuerte caída del consumo y una leve recuperación en 2015, se inició una tendencia negativa que hasta ahora no había mostrado señales de frenarse. En 2016, las ventas habían caído 4,5%; en 2017, un 3,1%; en 2018 (el mejor año del macrismo en las góndolas), solo 1,5%, y en 2019 el derrumbe había llegado al 7,3 por ciento. Para este año, la proyección que manejaban en Scentia era otro número negativo, con una baja en torno al 5%, aunque está claro que este pronóstico quedó completamente desactualizado tras la llegada de la pandemia.
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