Fiat quiere el 100 % de Chrysler y lanzar acciones en EE.UU.
Sergio Marchionne intenta sacar adelante el mayor acuerdo de su vida, y hay muchas piezas disponibles para banqueros, abogados y otros jugadores de peso en el sistema de fusiones y adquisiciones de Wall Street.
El presidente ejecutivo de Chrysler Group LLC y de su accionista mayoritaria, Fiat, apunta a que la empresa italiana compre el control completo del fabricante de autos de Detroit y cotice en Estados Unidos, una maniobra que probablemente incluiría una reacción en cadena que podría traducirse en más de US$20.000 millones en acuerdos.
Eso ronda el nivel de la oferta pública inicial (OPI) de US$23.000 millones de General Motors Co. en 2010. La venta de acciones generó US$260 millones para los bancos que trabajaron en el acuerdo. Las ambiciones de Marchionne están atrayendo a los mayores bancos de Estados Unidos y Europa.
Los banqueros de inversión han presentado ideas a Marchionne, de 60 años, sobre cómo armar esta transacción tan compleja. El fabricante de autos italiano Fiat ha acudido a Goldman Sachs Group Inc., Bank of America Corp., Deutsche Bank AG y otras entidades para ver la posibilidad de obtener financiamiento, aseguraron personas al tanto. Chrysler declinó hacer que Marchionne estuviera disponible para hablar sobre sus planes.
La meta final para Marchionne, un canadiense nacido en Italia que comenzó su carrera como contador y asumió las riendas de Fiat hace casi una década, es una OPI en EE.UU. de la empresa combinada que llenaría las arcas de Fiat, según personas cercanas. Para lograrlo, necesita obtener financiamiento, comprar la participación del fideicomiso sindical que es el propietario minoritario de Chrysler y reconfigurar la deuda de Chrysler.
Marchionne ha sido reservado a la hora de revelar detalles y qué bancos y firmas de valores participarán en la operación. "Siempre he visto a Fiat y Chrysler como una entidad", dijo recientemente durante una conferencia telefónica con inversionistas. "Cómo llegamos allí es una historia que será escrita".
Marchionne es conocido por salirse con la suya incluso si eso implica herir a rivales. Hace varios años, obligó a GM a pagarle US$2.000 millones a Fiat para deshacer una alianza. En 2009, como parte del rescate de Chrysler, persuadió al Departamento del Tesoro de EE.UU. a ceder el control de Chrysler a Fiat sin pagar nada.
Desde entonces, ha aumentado la participación de Fiat en Chrysler a 58,5%, ha fusionado los equipos directivos y ha logrado que las dos empresas colaboren en los campos de manufactura e ingeniería.
Pero en muchos aspectos, siguen estando separadas. Fiat no puede usar el efectivo de Chrysler bajo las condiciones de los préstamos para el fabricante estadounidense concedidos por los bancos y convenios de bonos vendidos a inversionistas.
Un objetivo importante de los acuerdos es conseguir acceso al efectivo de Chrysler —US$11.900 millones el 31 de marzo— y fusionar los balances generales de las dos empresas, según personas al tanto. Combinar el dinero también le permitiría a Fiat desarrollar nuevos vehículos que la empresa fusionada necesitará para competir contra gigantes como GM y Volkswagen AG. Fiat también está en aprietos por las dificultades económicas de Europa.
Marchionne ha estado trabajando por meses en dos elementos de su plan. Uno es una oferta para recaudar fondos para Fiat para darle un colchón financiero a la empresa mientras se ocupa de su estrategia general.
El segundo elemento es adquirir la participación de 41,5% en Chrysler que ahora está en manos de un fideicomiso que proporciona cuidados médicos a los trabajadores jubilados de Chrysler. Ese acuerdo se encuentra estancado en un tribunal.
El año pasado, Fiat ejerció una opción para comprar una participación de 3,3% del fideicomiso. El fondo está dispuesto a vender, pero las partes no se ponen de acuerdo sobre el precio.
Un fallo de la corte previsto para julio contribuirá a proporcionar una fórmula para fijar el precio de parte de la participación. Ambas partes después tendrán que negociar por su cuenta un precio para que Fiat compre el resto. Si no se alcanza un acuerdo, el fondo vendería sus acciones mediante una oferta pública. Pero eso sería una gestión costosa y complicaría el objetivo de Fiat de comprar el 100% de Chrysler.
Marchionne señaló que Fiat, que cerró el último trimestre con 11.100 millones de euros (US$14.400 millones) en efectivo, tiene suficiente liquidez para comprar la participación, que podría costarle entre US$1.750 millones y US$4.270 millones según cálculos de Fiat y el fideicomiso.
Sin embargo, los analistas opinan que Fiat está gastando mucho en Europa y que se arriesga a sufrir una rebaja en su calificación crediticia si usa su efectivo para comprar la participación.
Pero, incluso si Fiat compra el resto de Chrysler, a Marchionne todavía le quedan más tareas pendientes. En 2011, Chrysler consiguió un préstamo de US$2.900 millones para pagar su deuda al gobierno de EE.UU. Las condiciones del préstamo limitan a US$500 millones lo que Chrysler puede enviar a Fiat.
The Wall Street Journal