Fiat insiste en aliarse con General Motors
Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de Fiat Chrysler Autombiles NV, está en conversaciones con fondos de cobertura y otros potenciales inversionistas para hallar un aliado dispuesto a tomar un enfoque activista y presionar a General Motors Co. para que busque seriamente una alianza con el fabricante de automóviles ítalo-estadounidense, según varias personas familiarizadas con las conversaciones.
La búsqueda de un activista dispuesto a presionar a GM hacia la consolidación es el más reciente paso tomado por Marchionne en su agresiva estrategia para encontrar un socio para su compañía de US$108.000 millones. Pero sus contactos con inversionistas activistas, meses después de que GM acordara cumplir con las demandas de los fondos de cobertura para recomprar miles de millones de dólares en acciones, aún tienen que producir resultados concretos, dijeron estas personas. Una estrategia similar podría estar siendo empleada con al menos una automotriz europea.
Marchionne se ha envalentonado por el éxito reciente de los activistas en GM, y los ve como una vía potencial para hacer realidad su convicción de que el sector automotriz debe consolidarse. El ejecutivo ítalo-canadiense considera que la industria necesita compartir costos de desarrollo en momentos en que consumidores y reguladores demandan vehículos más tecnológicos y menos contaminantes.
En su búsqueda de un socio, Marchionne —que cuenta para esto con el apoyo del presidente de la junta de la compañía— se ha acercado a varia automotrices de todo el mundo. El ejecutivo ha argumentado durante meses que para aumentar la rentabilidad debe hacerse algo con el exceso de producción, especialmente en Europa, y con la duplicación de los costos de ingeniería, entre otros costos.
El hecho de que haya hecho repetidas declaraciones públicas impulsando la consolidación ha llevado a muchos analistas de la industria a caracterizar la postura de Marchionne como desesperada. Aunque Fiat Chrysler es rentable, una potencial crisis de la industria automotriz y los costos de poner en práctica las nuevas regulaciones y la carrera tecnológica constituyen riesgos considerables para el presidente ejecutivo.
Directivos de GM y Fiat Chrysler se negaron a hacer comentarios.
GM ha resistido otras ofensivas recientes de Fiat Chrysler, incluyendo una apelación directa a su presidenta ejecutiva, Mary Barra, para fusionar ambas compañías. GM tiene una amplia escala y ha movido gran porcentaje de sus productos hacia las arquitecturas de vehículos globales, un movimiento importante que reduce la duplicación de tareas y aumenta la eficiencia.
GM lleva casi una década de un proceso de consolidación interna que según los ejecutivos redujo miles de millones de dólares de costos y condujo a la empresa a una posición de liderazgo en términos de retorno sobre el capital invertido. Barra ha dicho repetidamente que el equipo directivo no aceptará distracciones de ese objetivo.
Un grupo de inversionistas activistas, liderado por el ex gerente de fondos de cobertura Harry Wilson, contactó a Barra a principios de este año para presionar para que GM recomprara US$8.000 millones de sus propias acciones. La compañía, que ya había anunciado un costoso plan de dividendos y estaba analizando qué pasos adicionales dar para recompensar a los ac-cionistas, acordó una recompra de US$5.000 millones, ahorrándole así a Barra nuevas discusiones acerca de asientos en el directorio.
Marchionne considera que el éxito del equipo de los fondos de cobertura de Wilson (que incluye Taconic Capital Advisors LLC, Appaloosa Management LP, HG Vora Capital Management y Hayman Capital Management LP) como una razón para considerar un enfoque más agresivo hacia GM.
Marchionne piensa que la liquidez de GM estaría mejor invertida en aumentar la escala en lugar de la recompra de acciones, dijo una fuente. La disposición de Barra a trabajar con activistas a comienzos de este año sugiere que otros inversionistas podrían volver a atraer a GM a la mesa de negociaciones, según una persona familiarizada con la situación.
El lunes, en una nota a los inversionistas, Adam Jonas, analista del sector automotriz de Morgan Stanley, dijo que "las fusiones están cargadas de riesgo de ejecución y hay muchos ejemplos de fracaso en esta industria". Jonas señaló, sin embargo, que a diferencia de otros grandes fabricantes de automóviles —incluyendo Ford Motor Co— GM no tiene mecanismos de defensa que le permitan prevenir que los inversionistas usen su participación accionaria para promover intereses de corto plazo.
Marchionne ha confirmado que ha entrado en contacto con otros ejecutivos en los últimos meses aunque la semana pasada indicó que esos avances no eran necesariamente para proponer lo mismo que le había propuesto a Barra. En su búsqueda de GM, el mayor fabricante de autos de Estados Unidos y el número 3 por ventas globales de automóviles, Marchionne apunta a una empresa que ha coqueteado con asociaciones en su historia reciente.
Barra está convencida de que las fusiones a gran escala rara vez funcionan, y que GM tiene escala suficiente para prosperar como un fabricante independiente.
Barra ampliará sus argumentos el martes en la reunión anual de accionistas de GM en Detroit. Su objetivo es situar a la automotriz en el cuartil superior de las empresas de automóviles en términos de retorno sobre la inversión, así como convertir a GM en la compañía automotriz más valiosa del mundo.
Marchionne ha dicho que para los próximos años ve un sector del automóvil consolidando en torno a tres empresas con capacidad de producir cada una unos 15 millones de autos al año. Volkswagen, Toyota Motor Co. y GM son los mayores fabricantes de la industria y producen unos 10 millones de unidades al año cada uno. Fiat Chrysler es un séptimo distante con 4,7 millones el año pasado.