Fernández-Bolsonaro-Lacalle Pou: la trama de las tensiones en una reunión cumbre
El encuentro entre los mandatarios generó tensión y preocupa a los especialistas por las consecuencias comerciales y diplomáticas de las divergencias entre los socios
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La Cumbre del Mercosur volvió a hacer hervir la disputa entre los países de la región en torno de la flexibilización de acuerdos bilaterales y la pretensión de algunos vecinos de bajar los aranceles en el comercio. La reunión entre cancilleres, a la mañana, y el posterior encuentro entre los mandatarios dejó a la Argentina en una posición distinta frente a las intenciones de Brasil y Uruguay.
El Gobierno se resiste a los dos puntos más importantes de negociación: la reducción de tarifas y permitir que los socios puedan negociar acuerdos unilateralmente. Uruguay, que ya venía presionando en sus demandas, comunicó inconsultamente que comenzará a concertar con otros países solo. Para los especialistas, quedó claro que Brasil lo apoyó y Paraguay se guardó en el silencio.
“No puede ser que el Mercosur sea un lastre, no estamos dispuestos a que sea un corsé del que nuestro país no pueda moverse”, expresó el mandatario uruguayo hace unos meses, recalentando la relación con Alberto Fernández, que retrucó: “No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre, que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie”.
Uruguay parece haber tomado literalmente la sugerencia de Fernández, pero fuentes de la embajada oriental aseguran que no son ellos los que están “cortándose solos”, sino que la Argentina es quién está aislándose de los socios, oponiéndose por considerar que una flexibilización del mercado común pondría en peligro sus industrias, protegidas por aranceles aduaneros y límites al intercambio.
Las fricciones, los desencuentros diplomáticos y los gestos hostiles podrían implicar altos costos para la Argentina, según la opinión de varios especialistas y exfuncionarios.
Los conocedores de la política exterior brasileña aseguran que el país tomaría medidas de represalia si la Argentina no da un gesto de concertación. Brasil había propuesto una reducción en los aranceles en el 100% de los productos acordados, pero la Argentina contraofertó seguir negociando, reducir en menor porcentaje, y sólo en el 75% de las mercaderías. Jair Bolsonaro fue contundente: “Brasil tiene apuro”.
“Lo vienen planteando hace dos años. No hay más paciencia y la Argentina no reacciona. Hay que ver en la agenda concreta productos argentinos que dejarían de llegar a Brasil. Pueden obstaculizar el comercio, la frontera, el paso de camiones. No se que decisión van a tomar, pero va a ser grave”, dijo Diego Guelar, ex embajador argentino ante Brasil.
Para algunos expertos, peligran los términos de comercio con nuestros países vecinos, particularmente con Brasil, que en 2020 representó el 14,4% de las exportaciones argentinas.
El aparente quiebre entre los socios podría perjudicar el acuerdo de comercio con la Unión Europea, que todavía requiere de tratamiento parlamentario en todos los países. “Si no se trabaja, el acuerdo va a caer en desuso. Algunos querían hacer correcciones, pero nadie lo hizo porque no hubo avances”, opinó Jorge Faurie, ex canciller de la Argentina. La falta de acuerdo pondría palos en la rueda para poner en ejecución el entendimiento con los países europeos.
Por ahora, los especialistas no consideran que esté en riesgo un rompimiento del bloque, pero convienen que la falta de acuerdo perjudica la competitividad de las economías regionales. Desde el Gobierno aseguran que los costos de flexibilizar son mayores.
“Imagino una Argentina cada vez más chica y aislada. Esto perjudica nuestra economía porque no tiene un tamaño que nos permita tener una escala productiva propia”, agregó Faurie.
Desde la Cancillería argentina comentaron a LA NACIÓN: “siempre es costoso pelearse con los socios, con los vecinos. Pero nosotros no podemos ceder a la posición inflexible de Uruguay para no pelearnos. Tenemos una posición pragmática y negociadora. No vamos a hacer una apertura indiscriminada como en el gobierno de Macri, en la dictadura o en el de Menem”.
Fuentes diplomáticas de la Argentina expresaron que para ellos, no hay riesgo. “Es una movida de marketing de Lacalle Pou, que tiene una gran capacidad para ubicarse en el centro de la escena, cuando en realidad no tiene ningún protagonismo. Este contraste le suma en la interna de Uruguay, le sirve diferenciarse de la Argentina”, dijeron.
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