¿Extrañan a De Vido y Moreno? La desconcertante polémica que se instaló en las empresas
Las empresas ven con preocupación la falta de liderazgo en el sector energético para administrar la escasez de gas en el invierno
- 6 minutos de lectura'
En el sector energético hay preocupación. El temor no pasa por la falta de gas que habrá en el invierno, una situación que ya ocurrió en 2012 y 2013, sino que genera nerviosismo no saber quién en el Gobierno administrará la escasez. Durante los últimos dos años, la industria se acostumbró al doble comando que impuso La Cámpora, con decisiones que prevalecieron incluso sobre las del ministro de Economía, Martín Guzmán; por ejemplo, en el tema tarifas. Sin embargo, durante los meses de junio y julio se esperan cortes de suministro de gas en la industria y no se vislumbra en el Gobierno quien tomará la responsabilidad que supo ocupar el exministro de Planificación, Julio De Vido, durante el mandato de Cristina Kirchner.
Se trata de una situación curiosa. Los empresarios cuestionaban con dureza a De Vido por aquellos días, en general por el manejo de la situación y los métodos al momento de dar órdenes. También a Guillermo Moreno, que tomó las riendas de la crisis en ocasiones. En el caso de De Vido, además, luego fue sometido a la Justicia por causas de presunta corrupción.
La falta de gas es un hecho para el sector. La Secretaría de Energía proyectaba contratar 74 buques con gas natural licuado (GNL) para abastecer el consumo si los valores se mantenían en torno de los US$23 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector). Pero la disparada de precios le puso un límite a la cantidad de barcos que se pueden adquirir dada la falta de reservas en el Banco Central. Ahora se cree que el Gobierno contratará solo 35 buques, 20 menos incluso que el año pasado, cuando la actividad económica era menor.
Esta semana, la empresa estatal Ieasa (ex-Enarsa), encargada de las compras de GNL, adjudicó ocho buques por valores de entre US$35 y US$45 el millón de BTU. La operación le costó al Tesoro alrededor de US$800 millones, cuando el año pasado había pagado US$1100 millones por los 56 barcos que adjudicó para todo el invierno.
“La licitación estuvo en línea con lo que se esperaba. La semana pasada, Pakistán hizo una para comprar GNL y los precios estuvieron entre US$36 y US$40. Hay una pelea por capturar el volumen disponible en el mercado. Eso se refleja en los precios esperados para mayo, junio y julio, ya que Europa quiere abastecer sus reservas para depender menos de Rusia en el próximo invierno, algo que normalmente no ocurría”, señala Marcos Pourteau, analista energético de Energy Consilium y con mucha experiencia en el mercado de gas licuado.
Para este año, en el sector proyectan que Guzmán destinaría hasta US$6000 millones a la compra de GNL y que los subsidios energéticos podrían alcanzar los US$18.000 millones, una suba significativa en comparación con los US$11.000 millones de 2021. De esta manera, la meta de bajar el gasto con recortes de la energía no solo sería imposible, sino que superaría el anterior récord de 2014, cuando los subsidios al sector llegaron a US$15.753 millones (2,8% del PBI).
Si bien el contexto internacional y los factores climáticos no acompañaron la suerte del Gobierno (por la guerra y por la sequía, que impacta en la generación hidroeléctrica), hubo una decisión política de llegar al invierno casi sin reservas económicas, que se vio reflejada en la tardanza para acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el congelamiento tarifario de los últimos dos años.
“En el mundo, los gobiernos están subsidiando el consumo energético para no tener que traspasar todo al alza de los costos. Pero en la Argentina, el Gobierno ya subsidia el 80% del consumo residencial de electricidad y el 70% del gas; no están los fondos para amortiguar la suba extraordinaria y no hay acceso al crédito. No hay ninguna reserva para afrontar un evento como este”, opinó Pourteau.
Un anticipo de lo que será el invierno se ve actualmente con el gasoil. El litro se vende hasta un 15% más caro en el mercado mayorista, donde suelen comprar el agro y la industria. Pero como el mismo gasoil se consigue más económico en las estaciones de servicio, el productor prefiere comprar en ese canal y se produce el desabastecimiento con el cupo de venta de hasta 15 litros por cliente. En general, YPF, la empresa controlada por el Estado, se ocupa de ordenar la situación, pero tampoco hay unidad en la gestión, ya que la relación no pasa por su mejor momento entre el CEO Sergio Affronti, un técnico cercano a Miguel Galuccio (fundador de Vista Oil), con el presidente Pablo González (futuro candidato a la gobernación de Santa Cruz) y los funcionarios que responden a La Cámpora.
“Desde hace tiempo se ve un desorden en el área energética, un sector que requiere de un management muy activo, pegado a la conducción de política económica, que no tenemos. Estamos en el contexto de partición del Gobierno, que es gravísimo, porque está segmentado el poder de quienes deben ejecutar”, analizó Fernando Navajas, economista jefe de FIEL.
La preocupación es compartida entre las empresas privadas, pero prefieren manifestarlo en reserva. Recuerdan que en el invierno de 2013 era Antonio Pronsato, exinterventor en el Enargas y funcionario clave en la gestión de De Vido, quien llamaba por teléfono para avisar a qué empresa había que cortarle el gas. Hoy Pronsato sigue vinculado al Gobierno, como asesor del presidente de Ieasa, Agustín Gerez, quien también trabajó el Ministerio de Panificación Federal como asesor en la Subsecretaría Legal, cuando tenía 22 años.
“Además de haber incertidumbre en el liderazgo del sector energético, tampoco hay funcionarios con grados técnicos para manejar la situación. Claramente, va a haber falta de reacción en la toma de decisiones, pero prefiero quedarme sin energía que volver a tener esos personajes”, dijo un ejecutivo, en referencia a De Vido y a Roberto Baratta.
Ayer, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, indicó que “no va a faltar gas este invierno en la Argentina”, aunque inmediatamente aclaró: “Digo esto y la realidad puede desmentirme, porque siempre la realidad es la realidad y no sabíamos que iba a suceder una guerra en Ucrania. Pero el Gobierno está tomando todas las medidas necesarias para que no haya faltante y para que los precios a nivel internacional no impacten en la Argentina”.
Otras noticias de Comunidad de Negocios
- 1
Giorgia Meloni, el Papa Francisco, un gobernador peronista y un “ídolo” libertario: el podio de quienes le hicieron regalos a Javier Milei
- 2
Se vende: un fiscal detectó irregularidades en la inminente subasta de un edificio del INTA y pide evitar “posibles hechos de corrupción administrativa”
- 3
Real hoy: a cuánto cotiza la moneda brasilera oficial y blue este sábado 21 de diciembre
- 4
Opinión. Zonas de exclusión: no es el glifosato sino el asfalto el que mata la vida biológica de los suelos