Expectativas por los anuncios: lanzan un nuevo dólar más alto para el agro y suman un impuesto a las importaciones
Las medidas se comunicarían en las próximas horas a través de la Aduana, la AFIP, el Banco Central (BCRA) y la Secretaría de Agricultura; Economía espera sumar US$2000 millones con la extensión del tipo de cambio preferencial
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En el tramo final de las negociaciones entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Argentina por la quinta revisión del programa de Facilidades Extendidas, el ministro de Economía, Sergio Massa, lanzará un nuevo dólar más alto para el agro, encarecerá con un nuevo impuesto las importaciones, al tiempo que mantendría la meta fiscal en torno al 2%, 0,1 puntos mayor a la del acuerdo original. La intención oficial es enviar señales al mercado de que buscará acumular reservas -para evitar un salto cambiario en elecciones- y mantener cierto “orden fiscal” en las cuentas públicas.
Las medidas serían anunciadas en las próximas horas a través de la Aduana, la AFIP, el Banco Central (BCRA) y la Secretaría de Agricultura. Massa, dicen, estaría impedido de hacer la presentación por la veda electoral.
Fuentes del Palacio de Hacienda confirmaron a LA NACION que habrá un nuevo valor para el llamado dólar agro para las economías regionales, el girasol y el sorgo. “Serían US$2000 millones al 31 de julio”, informaron. Para la soja, en tanto, habría que esperar, quizás, hasta agosto. Economía no dio el nuevo valor. El actual es de $300 hasta el 31 de agosto. En el mercado estiman que ese precio podría verse incrementado en un 15%. No fue confirmado oficialmente.
El dólar agro no sólo llevaría dólares para las alicaídas reservas del Banco Central (BCRA), sino que sumaría más impuestos vía retenciones, una variable que se desplomó por el impacto de la sequía de este año. En ese sentido, pese a que los números fiscales del Gobierno -que incumplió casi todas las metas con el FMI en el primer y segundo trimestre- serían difíciles de acomodar con una baja real de la recaudación y un proceso electoral, la meta fiscal con el Fondo se mantendría en 2% del PBI. Se trata sólo de una décima más que la prevista en el programa original con el organismo (1,9%) .
LA NACION consultó a los voceros del FMI sobre los datos proporcionados desde el Ministerio de Economía, pero no hubo respuestas a los requerimientos periodísticos, algo habitual cuando el organismo está en plena negociación. “Nuestros equipos continúan trabajando constructivamente, en persona, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa de Argentina respaldado por el Fondo. Las discusiones continúan enfocadas en las políticas para fortalecer las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal. Continuaremos comunicando sobre el progreso de estas discusiones”, indicó una portavoz del Fondo.
El miércoles, confirmaron en Economía, hubo una conversación entre Massa y Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI. No trascendieron detalles de la conversación.
La devaluación fiscal
En un informe global que publica todos los años, el organismo multilateral indicó que para el país en 2022 el tipo de cambio real ideal debería haber sido entre un 15% y un 20% mayor, e instó a avanzar hacia un “régimen cambiario simplificado”; además propuso la eliminación gradual y con condiciones del cepo. Justamente, en los últimos meses, en el Palacio de Hacienda afirmaron que no aceptarían una devaluación del dólar oficial por el riesgo que implica en el actual proceso inflacionario. Sí confirmaron una devaluación fiscal. De esta manera, habrá un nuevo impuesto PAIS para bienes suntuarios y servicios del exterior. A contramano, los bienes de la cadena alimenticia y energética no pagarán el gravamen. Tampoco el que pague con sus propios dólares sus importaciones (esos no pagarán el PAIS ni IVA).
El equipo económico está actualmente en Washington negociando con el staff técnico la quinta revisión del programa con la Argentina. Las fuentes locales aseguraron, pese a las demoras, que buscan cerrar el acuerdo antes de las PASO. “Veremos”, contestaron en el Palacio de Hacienda cuando LA NACION preguntó si Massa viajará a los Estados Unidos.
En el equipo argentino indicaron que todavía se están discutiendo los desembolsos totales. Economía pretendía que se adelantaran todos los giros entre junio y diciembre, unos US$10.600 millones en dos tramos. El algún momento, incluso, se había especulado con un adelanto de US$1800 millones más de 2024.
Por otra parte, el 31 de julio hay vencimientos por US$2700 millones con el FMI. Se trata de un bundle (una consolidación de tres pagos en el mismo mes) que pidió Economía, que ya había hecho lo mismo en junio, cuando pagó un vencimiento con Derechos Especiales de Giro (DEG) y yuanes chinos. Si la Argentina no paga entrará en un arrears (un atraso) con el organismo que dirige Kristalina Georgieva.
La próxima revisión
Una segunda pelea, aún no definida, según pudo saber este medio, es cuándo será la próxima revisión del acuerdo. El ministro de Economía, que además es candidato a presidente por Unión por la Patria, pedía que fuera luego de la primera vuelta electoral, el 22 de octubre, con la intención de no tener generar más tensiones en el tipo de cambio previas a las elecciones. Sin embargo, se trata de un tema no resuelto aún. En un primer momento, se habló de septiembre.
“No les importa cómo estemos [con el FMI]”, dijeron en Economía sobre la posibilidad de acceder al segundo tramo del swap de libre disponibilidad con China. No hay, indicaron, una “cláusula FMI”. Esto implica que, llegado el caso, si no hay desembolsos del Fondo, Economía podría hacer uso nuevamente de la moneda china para pagar la deuda con el Fondo. El BCRA nunca informó cuál es el costo que tiene activar el swap para ese fin (habitualmente tiene uso comercial). En la entidad que dirige Miguel Pesce siempre afirmaron que se trata de un “acuerdo confidencial”. El Fondo acepta para los pagos de su deuda tanto dólares, como euros, yenes (la moneda japonesa) y yuanes (renminbi).
“La consolidación fiscal amistosa con el crecimiento, combinada con una política monetaria estricta y un régimen cambiario simplificado, sigue siendo esencial para moderar el crecimiento de la demanda interna, fortalecer la balanza comercial, reconstruir las reservas internacionales, recuperar el acceso al mercado y garantizar la sostenibilidad fiscal y de la deuda externa”, indicó el Fondo en el Informe del Sector Externo, o “External Sector Report”, difundido ayer en Washington, un trabajo que se publica todos los años desde 2012.
El BCRA terminó la jornada de hoy con ventas por US$28 millones y 198 millones de yuanes, en total unos US$56 millones para atender las necesidades del mercado. “En el mes, el BCRA acumula ventas en dólares por unos US$183 millones y en yuanes por unos 6401 millones”, afirmó el especialista Gustavo Quintana en su cuenta de Twitter.
La entidad que dirige Pesce mantiene una tenencia neta negativa de más de US$7000 millones, según fuentes del mercado. Además, acumula una deuda con importadores que se estima en unos US$12.000 millones.
Un nuevo tipo de cambio y la emisión
“Bajo el supuesto de un acuerdo con objetivos de corto plazo, aun así el sendero a recorrer dista de ser un lecho de rosas”, indicó el último informe del Ieral publicado ayer. “El signo negativo de las ventas netas del BCRA, en próximos meses, no podrá ser evitado, siendo que un eventual [dólar] ‘Soja IV’ podría apenas modificar la estacionalidad de esa dinámica. Al respecto, se estima que el stock en silobolsas podría alcanzar al equivalente a US$5000 millones, por lo que, teniendo en cuenta las últimas experiencias, el Central podría eventualmente capturar entre US$1500 y US$2000 millones por la reedición de un tipo de cambio especial para soja y derivados, al costo de ‘secar’ los ingresos de meses subsiguientes. La trayectoria descendente de las reservas del Banco Central de cara a fin de año puede encontrar una pausa, en caso de que ocurra este escenario, pero la tendencia no se interrumpirá”, advirtieron los economistas Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez.
“Aun cuando un eventual acuerdo con el FMI contenga instrumentos que permitan recortar parcialmente el déficit fiscal, hay que tener en cuenta que, en cierto modo, las turbinas de la expansión monetaria se han independizado”, advirtieron, y cerraron: “Considerando los distintos vectores que explican la variación de la base monetaria, al 14 de julio de 2022 se registraba una expansión bruta de 75,4 % respecto al nivel de fin de diciembre de 2021; pero para igual fecha de 2023, esa expansión acumula un 167% (antes de esterilización) respecto de fin de 2022″.
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