Europa podría negarle una nueva ayuda a Grecia, advierte Schäuble
BERLÍN—En una advertencia inusualmente categórica, el ministro alemán de Finanzas dijo que la zona euro podría negarse a otorgarle a Grecia un nuevo rescate, lo que empujaría a Atenas a una cesación de pagos a menos de que logre convencer a Europa de que puede reformar su economía y su aparato estatal.
"Grecia necesita decidirse", dijo Wolfgang Schäuble en una entrevista con The Wall Street Journal, al ser consultado sobre el segundo paquete de rescate de más de 130.000 millones de euros (US$172.000 millones) previsto para ese país. Agregó que Europa estaba "lista para apoyar a Grecia" con un nuevo préstamo, pero advirtió que a menos de que Grecia deje de anunciar decisiones sin implementarlas, "ningún dinero podrá resolver el problema".
Las declaraciones de Schäuble se producen luego de que Alemania lanzara la semana pasada la idea radical de nombrar un "comisionado de presupuesto" con facultades de veto sobre el gasto de Grecia, lo que suspendería de manera parcial la soberanía nacional de Grecia sobre su presupuesto. "Tal vez nosotros y nuestros socios deberíamos considerar formas de ayudar a Grecia en esta tarea difícil en una forma aún más estrecha", dijo Schäuble, aludiendo a la recomendación alemana.
La propuesta de Berlín se topó con el escepticismo de varios líderes europeo y la irritación del gobierno griego. En un comunicado divulgado el domingo, el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo que "países más grandes" no deberían obligar a Grecia a enfrentar "un dilema de ‘asistencia económica o dignidad nacional’".
El deterioro de las finanzas griegas y sus crecientes necesidades de financiación están resucitando tensiones políticas en la zona euro que amenazan con reanudar la crisis de deuda de la región, que este año ha dado muestras tentativas de estabilización.
En Alemania y otros países del norte de Europa, crece la frustración sobre la aparente incapacidad de Grecia de controlar el gasto, mejorar su recaudación tributaria o liberalizar la economía. A los legisladores de la coalición de gobierno en Alemania, encabezada por Angela Merkel, les preocupa arriesgar miles de millones de euros en un nuevo paquete de asistencia a Grecia.
Se espera que hoy Merkel y Lucas Papademos, el primer ministro griego, analicen un cumplimiento más estricto de las reformas de Grecia con ocasión de una cumbre de líderes europeos en Bruselas.
Los constantes déficits fiscales de Grecia reflejan sus dificultades para restaurar su solvencia, a pesar de que se anticipa un acuerdo con los tenedores de bonos que podría reducir su deuda con el sector privado en hasta 100.000 millones de euros. Numerosos economistas dicen que los gobiernos de la zona euro y el Banco Central Europeo al final no tendrán más remedio que condonar una parte de lo que Grecia les adeuda. Schäuble se negó a descartar esa posibilidad y dijo que "tenemos que ver cómo sería el paquete final". El ministro añadió que el BCE toma sus propias decisiones.
La zona euro debe decidir a más tardar en marzo si concede un segundo rescate a Grecia, que algunas autoridades europeas dicen bordearía los 145.000 millones de euros en vez de los 130.000 millones de euros acordados el año pasado.
La alternativa, una cesación de pagos griega a finales de marzo, podría desatar una nueva ronda de pánico en el mercado de bonos soberanos griegos, lo que amenazaría el acceso a crédito de otros países de la zona euro cuyas deudas están en alza.
El temor a ese contagio es la razón principal por la que Alemania y otros acreedores consideran que la nueva ayuda es el mal menor.
Pero Berlín está perdiendo la paciencia con los partidos políticos griegos, que al parecer no apoyan del todo la dolorosa reforma, y su administración pública disfuncional, que no ha podido poner en práctica las reformas.
Durante la entrevista, Schäuble, de 69 años, defendió el manejo de su gobierno de la crisis de la zona euro en contra de una reciente avalancha de críticas. El funcionario, que es el segundo miembro más poderoso del gobierno después de Merkel, insistió en que se están tomando las mejores medidas posibles para incentivar el crecimiento en la mayor economía de Europa y rechazó los llamados a reforzar en forma significativa el fondo de rescate de la zona euro.
"La única manera de recuperar la confianza perdida es a través de políticas estables" en vez de decisiones que cambian constantemente, aseveró Schäuble. La respuesta cautelosa de Alemania a la crisis "no es tan mala", agregó, señalando a la relativa calma financiera en Europa desde Navidad.
Sin embargo, aunque algunos sugieren que lo peor de la crisis ya pasó, Schäuble aclaró que es muy prematuro para cantar victoria dada la incertidumbre en Grecia y otros miembros de la zona euro en problemas. norte de Europa, crece la frustración sobre la aparente incapacidad de Grecia de controlar el gasto, mejorar su recaudación tributaria o liberalizar la economía. A los legisladores de la coalición de gobierno en Alemania, encabezada por Angela Merkel, les preocupa arriesgar miles de millones de euros en un nuevo paquete de asistencia a Grecia.
Se espera que hoy Merkel y Lucas Papademos, el primer ministro griego, analicen un cumplimiento más estricto de las reformas de Grecia con ocasión de una cumbre de líderes europeos en Bruselas.
Los constantes déficits fiscales de Grecia reflejan sus dificultades para restaurar su solvencia, a pesar de que se anticipa un acuerdo con los tenedores de bonos que podría reducir su deuda con el sector privado en hasta 100.000 millones de euros. Numerosos economistas dicen que los gobiernos de la zona euro y el Banco Central Europeo al final no tendrán más remedio que condonar una parte de lo que Grecia les adeuda. Schäuble se negó a descartar esa posibilidad y dijo que "tenemos que ver cómo sería el paquete final". El ministro añadió que el BCE toma sus propias decisiones.
La zona euro debe decidir a más tardar en marzo si concede un segundo rescate a Grecia, que algunas autoridades europeas dicen bordearía los 145.000 millones de euros en vez de los 130.000 millones de euros acordados el año pasado.
La alternativa, una cesación de pagos griega a finales de marzo, podría desatar una nueva ronda de pánico en el mercado de bonos soberanos griegos, lo que amenazaría el acceso a crédito de otros países de la zona euro cuyas deudas están en alza.
El temor a ese contagio es la razón principal por la que Alemania y otros acreedores consideran que la nueva ayuda es el mal menor.
Pero Berlín está perdiendo la paciencia con los partidos políticos griegos, que al parecer no apoyan del todo la dolorosa reforma, y su administración pública disfuncional, que no ha podido poner en práctica las reformas.
Durante la entrevista, Schäuble, de 69 años, defendió el manejo de su gobierno de la crisis de la zona euro en contra de una reciente avalancha de críticas. El funcionario, que es el segundo miembro más poderoso del gobierno después de Merkel, insistió en que se están tomando las mejores medidas posibles para incentivar el crecimiento en la mayor economía de Europa y rechazó los llamados a reforzar en forma significativa el fondo de rescate de la zona euro.
"La única manera de recuperar la confianza perdida es a través de políticas estables" en vez de decisiones que cambian constantemente, aseveró Schäuble. La respuesta cautelosa de Alemania a la crisis "no es tan mala", agregó, señalando a la relativa calma financiera en Europa desde Navidad. Sin embargo, aunque algunos sugieren que lo peor de la crisis ya pasó, Schäuble aclaró que es muy prematuro para cantar victoria dada la incertidumbre en Grecia y otros miembros de la zona euro en problemas.
Andreas Kissler, Marcus Walker y William Boston
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