Europa afirma la vuelta al crecimiento, mientras China sigue perdiendo fuerza
FRÁNCFORT—Después de años de generar preocupaciones sobre sus finanzas, la lenta reactivación de la economía e incluso la amenaza de caer en deflación, la zona euro empieza a mostrar señales de mejoría. La buena noticia para la economía mundial se ve empañada, no obstante, por la persistente desaceleración de China.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo el miércoles que el plan de estímulo que ha seguido la entidad empieza a rendir frutos y le restó importancia a las dudas de que el BCE pondrá fin a la compra de activos antes de lo previsto.
La conferencia de prensa de Draghi fue interrumpida por una manifestante que saltó a la mesa donde estaba el economista y gritó "fin a la dictadura del BCE".
Una vez superado el incidente, Draghi dijo que las políticas de estímulo están "echando raíces" en la economía, lo que se puede apreciar en un mayor acceso al crédito y la caída de las tasas de interés reales. "La economía de la zona euro ha cobrado más bríos desde fines de 2014", aseguró. "Prevemos que la recuperación económica se amplíe y fortalezca en forma paulatina", observó.
Draghi, de todos modos, hizo hincapié en que el repunte depende de que se implementen todas las políticas que recomienda el BCE. Entre ellas figuran tasas de interés sumamente bajas que el organismo mantuvo intactas el miércoles; créditos baratos a cuatro años para los bancos y el programa de compra de deuda soberana lanzado el mes pasado y que no acabará sino hasta septiembre de 2016.
El martes, el Fondo Monetario Internacional elevó su proyección de crecimiento de la zona euro de 1,2% a 1,5%.
Aunque se trata de una expansión magra frente a la registrada por otros países, es un acontecimiento positivo para una región que el año pasado apenas se escapó de cerrar con recesión tres de sus últimos seis años. El FMI, en todo caso, advirtió que el programa de estímulo del BCE podría tener efectos nocivos en la economía y los mercados si no es respaldado por reformas estructurales y esfuerzos para abordar el problema de las carteras vencidas de la banca.
La economía china, mientras tanto, registró su crecimiento trimestral más lento desde 2009, lo que deja en evidencia la pérdi-da de potencia del que fuera hasta hace poco un motor del crecimiento de la economía mundial y en particular de América Latina.
China se expandió 7% interanual en el primer trimestre, una desaceleración frente al 7,3% interanual del cuarto trimestre del año pasado. La cifra deja al gobierno con muy poco margen de error para alcanzar la meta de crecimiento de 7% fijada para este año.
Las autoridades sienten la presión para poner en marcha políticas de estímulo en los ámbitos fiscal y monetario en un momento en el que también tratan de evitar un estímulo que aumente el endeudamiento y acentúe el exceso de capacidad en los sectores de bienes raíces e industria pesada.
Beijing tiene que lograr un delicado acto de equilibrismo entre hacer que la economía dependa más del consumo interno y contamine menos, por una parte, pero por el otro se expanda con dinamismo para generar la suficiente cantidad de empleos y evitar cualquier posibilidad de que se produzcan disturbios sociales.
Otras cifras divulgadas el miércoles apuntan a un debilitamiento de la economía y algunos creen que el gobierno no demorará mucho en tomar cartas en el asunto. "Todavía tienen muchas municiones a su disposición", señaló Brian Jackson, economista de la consultora estadounidenses IHS Global Insight.
Draghi, por su parte, enumeró una larga lista de razones para explicar que la actual recuperación de la zona euro será duradera. La caída en los precios del petróleo, manifestó, ayudan a las políticas de estímulo del banco central para reactivar la economía. El funcionario también resaltó el aumento de la confianza tanto de las personas como de las empresas.
No obstante, esos mismos síntomas positivos han generado preocupación en los mercados de que el BCE podría poner fin o reducir la escala del estímulo antes de lo presupuestado cuando aparezcan los primeros indicios de que la inflación se acerca a la meta de 2% fijada por el organismo. Los precios al consumidor cayeron 0,1% entre marzo de 2014 y marzo de 2015.
"Estoy bastante sorprendido por la atención que se ha prestado a una posible salida de un programa que empezamos a imple-mentar hace apenas un mes", dijo Draghi, quien añadió que es como preguntarle a un maratonista si va a llegar a la meta después de correr el primer kilómetro.
En otro plano, Draghi le restó importancia a las insinuaciones de que al BCE le costará encontrar la cantidad suficiente de bo-nos para comprar su cuota mensual de 60.000 millones de euros durante los próximos 18 meses. La entidad prometió no adquirir deuda cuyo rendimiento esté por debajo de su tasa de depósitos, que se ubica en menos 0,20%.
No obstante, un número creciente de bonos de gobiernos europeos tienen rendimientos negativos, lo que despierta inte-rrogantes sobre si el BCE puede hallar activos suficientes en países como Alemania, la mayor economía de la zona euro. La calificadora de riesgo Moody’s Investors Service advirtió el martes que al banco central se le podrían agotar los activos para comprar hacia fines de año.
"No vemos problemas", resaltó Draghi. "Tales preocupaciones son prematuras, ciertamente la evidencia actual no las respalda".
El rendimiento del bono del gobierno alemán a 10 años, conocido como bund, alcanzó el miércoles un nuevo mínimo his-tórico al llegar a 0,107%. La tasa de la deuda a 30 años quedó en 0,52%, otro mínimo histórico. Las deudas a 10 años de los gobiernos de España e Italia alcanzaron el miércoles 1,28% y 1,18%, respectivamente. El rendimiento de los bonos se mueve en dirección opuesta a los precios. "No es inconcebible que el rendimiento del bund alemán a 10 años caiga a menos 0,2%", dijo Alan Wilde, director de renta fija de Barings Asset Management.
—Mark Magnier y Joise Cox contribuyeron a este artículo.