Estalló una nueva interna en el Gobierno: el kirchnerismo acusa a Guzmán de no girar fondos y anticipa que podría faltar gas

La pelea entre el kirchnerismo y los funcionarios leales al presidente Alberto Fernández acaba de anotar un nuevo capítulo. En un comportamiento inusual para la administración pública, el secretario de Energía, Darío Martínez, le hizo llegar una nota a su jefe, el ministro de Economía, Martín Guzmán, su preocupación por la negativa a habilitar fondos para el sector y advirtió sobre las graves consecuencias que traerá para la Argentina no pagar a tiempo las importaciones de gas natural licuado (GNL) por barco.

Con fecha del 15 de marzo, Martínez le avisó a Guzmán que los denominados “techos de caja” que le fueron impuestos y que rechaza a través de esa misma nota no le permiten hacer frente a los mínimos requerimientos técnicos de su cartera. En concreto, señala que de los $309.802 millones que necesita la Secretaría para este mes, el Tesoro liberó solo $66.015 millones, el 21% del total requerido.

Martínez escribió que ese dinero no alcanza “siquiera para cubrir el pago del gas que importamos desde Bolivia”, ni para pagar el buque de GNL que compró Ieasa, la empresa estatal presidida por Agustín Geréz, ni los 17 barcos de gasoil que contrató Cammesa, la compañía encargada del despacho de energía eléctrica que también controla el Estado. Además, advierte que se deja “desfinanciado todo el resto de las obligaciones de la Secretaría de Energía”.

El secretario también alerta que no hay fondos para pagar a los productores de gas, que utilizan ese dinero para “ejecutar inversiones necesarias para producir y entregar gas, que requiere la demanda residencial, industrial y nuestras centrales térmicas para producir energía eléctrica”. Por lo tanto, indica que, si la producción se resintiera por disminución de la inversión necesaria, producto del corte en los flujos financieros, podría comenzar a verificarse falta de aprovisionamiento”.

En este sentido, Martínez señala que se “abren las puertas a reclamos judiciales por mora e incumplimiento”, justo en momentos “en que se requiere plena producción del fluido nacional para limitar al mínimo posible la importación de GNL dados los precios internacionales descontrolados de este producto, que, crisis energética y guerra en Ucrania mediante, han escalado [entre] 400 y 500% en relación a los pagados el año pasado”.

Por otro lado, el secretario también le demandó a Guzmán el dinero que había sido destinado a la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que conectará Vaca Muerta con Bahía Blanca. La empresa estatal Ieasa se quedó a cargo de la construcción y operación del gasoducto, pero al momento solo se licitó la compra de caños. “Quedan pendientes aún la transferencia de la totalidad de los fondos adjudicados por ley 27.605 específicamente a Ieasa (...), destinado a la construcción de la primera etapa del ducto”, que equivalen a $58.000 millones.

La carta llamó la atención porque Martínez viajó hace una semana con Guzmán a Houston para participar de un evento de energía. Además, este conflicto público se suma a otros desencuentros internos que tuvo el economista en su Ministerio, como la vez que quiso echar al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, y no pudo, o como cuando los funcionarios que pertenecen a La Cámpora anunciaron que las tarifas de luz y gas subirían solo 20% este año.

Martínez le bajó el tono a la carta

Luego de hacerse pública la carta que Martínez le envió al Guzmán, el secretario de Energía expresó que “se ha acordado con la Secretaría de Hacienda los nuevos techos, y la planificación financiera para el mes de marzo, que garantiza el funcionamiento del sistema energético en su conjunto, la provisión de gas por redes y la generación de energía Eléctrica, y el cumplimiento de los programas de pago y las obligaciones la Secretaría de Energía”.

Martínez manifestó que “hay un ida y vuelta permanente administrativo con Hacienda y economía en materia de requerimiento de fondos y programaciones y reprogramaciones de los techos mensuales, así como de los pagos a efectuar, ejercicio habitual de todas las reparticiones del Estado Nacional, que se van ajustando en la medida de la disponibilidad general de fondos de la Tesorería, y es habitual que los techos se eleven o modifiquen en función de las notas de cada repartición, como ocurrió en este caso”.

El secretario informó que “junto al ministro de Economía” están analizando con detenimiento y preocupación “la situación internacional en materia de precios de la energía, así como los mecanismos para que esa situación tenga el menor impacto posible en el país”.

“La crisis derivada de la guerra en Ucrania, que todos queremos que termine de inmediato, tiene impacto global de una magnitud imprevisible, uno de ellos, elevando el precio de los commodities energéticos a valores desconocidos”, señaló.

Asimismo, el secretario indicó que hay suficiente gas para garantizar el “normal abastecimiento de la energía”, pese a que la misiva que envió al ministro advertía sobre otro escenario más negativo. “La producción de gas nacional producto del plan Gas.Ar, sumado a los habituales complementos de GNL como respaldo habitual del sistema y de gasoil para reponer los stocks de las centrales térmicas, garantizan el normal abastecimiento de la energía en nuestro país”, indicó.

“A esto debemos sumar la valiente y determinada decisión del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de haber implementada el plan Gas.AR y de construir el gasoducto Néstor Kirchner y todas sus obras complementarias para ampliar la red de transporte de gas y mejorar significativamente de esta manera, la posibilidad de nuestro país de defendernos de estas crisis globales”, agregó Martínez en un comunicado.

En la Casa Rosada, fuentes oficiales también buscaron bajarle el tono a la carta de Martínez y señalaron que se trataba solo de un secretario “defendiendo el presupuesto de su área” y dijeron que era “un procedimiento habitual” y que no había “ningún conflicto”.

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