Está listo el proyecto de coparticipación
El Gobierno tiene listo un nuevo proyecto de coparticipación federal de impuestos y se dispone a iniciar una ronda de consultas con los gobernadores.
Aunque no haya razones para entusiasmarse con la posibilidad de que el Congreso se enfrasque en tamaño debate antes de las elecciones, ciertamente se trata de un paso adelante.
Al menos, ya parece no haber disidencias entre los ministros como las que antes impidieron acordar un proyecto. Al cabo de una tarea imaginablemente ardua, Carola Pessino, la secretaria de Equidad Fiscal de la Jefatura de Gabinete, está convencida que esta semana podrá presentar el fruto del trabajo realizado con Rogelio Frigerio (n),secretario de Programación Económica y Regional y Rodolfo Vacchiano, su colega de Relaciones Institucionales con las provincias.
A la luz de los hechos, no parece necesario abundar en las deficiencias del actual regimen de coparticipación, derivadas de su alta complejiodad, su falta de flexibilidad para el diseño fiscal y su carencia de criterios racionales de distribución.
Las responsabilidades del Estado en materia de educación y salud fueron transferidas a las provincias pero eso no se correspondió con una descentralización tributaria y por lo tanto de mayor y verdadera autonomía fiscal en las provincias. Los técnicos hablan por eso de desequilibrio fiscal vertical.
Los criterios objetivos de reparto que deberían ser equitativos, solidarios y dar prioriddad al logro de un grado equivalente de desarrollo,calidad de vida e igualdad de oportunidades en las distintas regiones del país, solo están estampados en la letra constitucional. Pero el actual sistema ha derivado en que algunas provincias reciban recursos per cápita varias veces superiores a los que perciben otras. Lo que los expertos, identifican como desequilibrio fiscal horizontal.
A ello se añade - según los fundamentos que maneja la secretaria de Equidad Fiscal -que las provincias generan más del 50% de sus recursos a través del impuesto a los ingresos brutos y que en general las transferencias presupuestarias en materia social son automáticas, sin que se controle el cumplimiento de los objetivos ni se aplique un criterio federal"que preserve el concepto de Nación por encima de una simple unión de provincias autónomas".
Esos enunciados bastan para aquilatar la magnitud y la calidad del debate que se avecina si, en definitiva, en estos días los ministros Jorge Rodriguez, Carlos Corach y Roque Fernández, dan via libre al proyecto.
Principales propuestas
Los que siguen son algunos puntos contenidos en la propuesta de reforma:
- Unificación de los criterios de coparticipación de diferentes impuestos e inclusión de los aportes patronales en la masa de coparticipación.
- Se sustituyen los impuestos a los ingresos brutos y el de sellos por una "IVA coampartido entre la Nación y las provincias.
- Aplicación de "criterios racionales ´para la llamada distribución secundaria y paulatinamente devolver potestades tributarias a las provincias con la descentralización impositiva.
- Se propicia un programas de igualación entre las provincias de manera de asemejar los recursos fiscales por ciudadano ; de ese modo se igualarían potencialidades.
- Las transferencias de recursos de la Nación para educación, vivienda, salud y programas sociales en general se harán sobre la base de principios nacionales acordados con las provincias.
El proyecto prevé que en términos absolutos se mantengan los actuales niveles de recursos entre la Nación y las provincias y que los excedentes de recaudación que se logren por los cambios tributarios propiciados sean parte de un sistema de transición.
Se propone,además, crear un organismo fiscal federal que controlará el cumplimiento de lo que finalmente acuerde la Nación con las provincias y la Ciudad de Buenos Aires.