España vuelve a ser la niña bonita del baile
El precio de su deuda soberana se ha disparado gracias a las garantías del BCE y la búsqueda de rendimiento
Después de un repunte extraordinario en los precios que llevó a algunos bonos soberanos de España a ofrecer el lunes una tasa de interés más baja que los del Tesoro de Estados Unidos, los inversionistas se tomaron un respiro el martes y optaron por reducir sus posiciones en deuda española y de otros países de la zona euro.
"El alza había sido incesante, de modo que tenía que haber una corrección", reconoce John Fath, director de tasas de interés globales en la gestión de activos internacionales de BTG Pactual en Nueva York, que administra fondos por cerca de US$10.000 millones.
El rendimiento del bono del gobierno de España a 10 años cayó a 2,579% el lunes, por debajo del retorno de 2,615% de la deuda del Tesoro de EE.UU. del mismo plazo, algo que no ocurría desde abril de 2010, antes de que se desatara la crisis europea. El martes, el rendimiento de la deuda soberana española ascendió a 2,64%, ligeramente por encima del 2,637% que ofrecía el bono estadounidense.
No obstante, el descenso en los precios podría ser efímero. "El repliegue apenas se nota en un gráfico", remarca David Keeble, director global de estrategia de tasas de interés de Crédit Agricole en Nueva York. "Hay una demanda acumulada de bonos de España de entre dos y tres años". Añade que la oferta de bonos españoles disminuirá en el segundo semestre puesto que el gobierno ha adelantado buena parte de sus necesidades de financiamiento para este año, lo que ayudaría a mantener bajos los rendimientos.
La demanda de deuda soberana de España y otros países de la zona euro se ha disparado desde mediados de 2012. La promesa del Banco Central Europeo de hacer todo lo que sea necesario para preservar la unión monetaria ha logrado sacar a las endeudadas economías de la periferia de la zona euro, como España y Portugal, del borde del precipicio financiero.
El repunte en los precios se debió inicialmente a la creencia de que, con el aval del BCE, era más improbable que España cayera en cesación de pagos. En los últimos meses, no obstante, los bonos también han servido como una alternativa de rendimiento más alto y se han beneficiado de las señales de que el banco central está dispuesto a inyectar fondos para reactivar el crecimiento de la zona euro.
"Las políticas de crédito fácil del BCE han seguido apuntalando el mercado de bonos de la zona euro", señala Robin Marshall, gestor de portafolio de renta fija en Londres de la firma de inversión Smith & Williamson Investment Management, que administra activos del orden de los US$20.000 millones. "En un entorno de rendimientos bajos, la gente está desesperada por obtener rendimientos" mayores.
Hace dos años, los inversionistas exigían tasas de más de 7% para comprar deuda del gobierno español a 10 años, un nivel considerado insostenible. El rendimiento cayó a 4,15% a finales del año pasado y ahora se ubica por debajo de 3%. El retorno total de los bonos de España en lo que va del año, hasta el lunes, alcanza 10,2%, según datos del banco de inversión Barclays PLC. El retorno de los bonos del Tesoro de EE.UU., en cambio, es de apenas 2,2% en idéntico período. El retorno total incluye el alza en los precios y los pagos de interés y se calcula en moneda local.
"Es posible que a estas alturas hayamos presenciado la mayor parte del repunte en la zona euro, aunque en un entorno en el que los inversionistas europeos buscan rendimientos más altos en forma desesperada, es poco probable que se produzca una venta generalizada en un futuro cercano", señala Mark Dowding, gestor sénior de renta fija de BlueBay Asset Management en Londres, que administra unos US$64.000 millones en activos.
El BCE pasó a ser la semana pasada el primer banco central de una de las principales economías del mundo en cobrar a los bancos por depositar fondos en el instituto emisor. El objetivo de la medida es incentivar a los bancos a prestar dinero a empresas y personas para estimular el crecimiento y la inversión.
No obstante, analistas y operadores indicaron que un efecto secundario de la decisión fue alentar a los inversionistas a comprar bonos de la zona euro puesto que pueden endeudarse casi sin pagar interés y comprar deuda que ofrece un rendimiento mucho más alto, pese a la caída generalizada de las tasas.