España muestra rayos de luz en medio de las sombras de la economía europea
La actividad manufacturera en la zona euro perdió fuerza en el segundo trimestre, según indican encuestas realizadas entre las empresas, una señal de que un año después de que la economía del bloque reanudara su expansión, su desempeño sigue siendo débil y desigual.
La empresa de datos Markit informó el martes que el puntaje de su encuesta mensual realizada entre 3.000 fabricantes de la zona euro descendió de 52,2 en mayo a 51,8 en junio. Una lectura por encima de 50 de su Índice de Gerentes de Compra indica una expansión de la actividad fabril.
Durante el segundo trimestre como un todo, el indicador promedió 52,4, un punto menos que en los tres primeros meses del año.
Dentro de un panorama sombrío, sin embargo, hubo rayos de luz. Algunos de los países más golpeados por la crisis europea mostraron signos alentadores. Las fábricas españolas, por ejemplo, registraron en junio su mejor mes desde abril de 2010.
El índice de la encuesta mensual que elabora Markit en España subió a 54,6 desde 52,9 en mayo, lo que constituye el séptimo mes consecutivo de avances en este indicador.
La encuesta indica que el crecimiento de las manufacturas en España probablemente continuará e incluso se acelerará, ya que los nuevos pedidos aumentaron a su mayor ritmo desde abril de 2007, es decir antes de la crisis financiera.
Esto beneficia al resto de la economía. Ante el alza de los pedidos, los fabricantes contrataron nuevos trabajadores, aunque incluso si se acelera el ritmo de creación de empleo, España probablemente necesitará muchos años para reducir una tasa de desocupación extremadamente alta, alcanzada tras el reventón de la burbuja inmobiliaria.
Aunque aún queda un largo camino por recorrer, las señales positivas se empiezan a acumular en España. La economía se expandió en los tres primeros meses a su mayor ritmo trimestral en seis años. El repunte de España, la cuarta economía de la zona euro, ha sido uno de los acontecimientos más positivos para el bloque monetario en los últimos seis meses.
No obstante, la actividad manufacturera se desaceleró en el núcleo de la zona euro, un grupo de países que abarca a Alemania, Austria y Holanda. En Francia y Grecia, asimismo, la actividad se contrajo.
La falta de dinamismo industrial plantea interrogantes acerca de la sostenibilidad de la recuperación económica del bloque.
Un influyente grupo de economistas europeos dijo el mes pasado que ni siquiera es claro que la zona euro haya salido de la recesión, a pesar de que la economía acumula cuatro trimestres consecutivos de expansión.
Un comité de ciclos de negocios del Centro de Investigación de Política Económica señaló que la zona euro podría ser presa de una "pausa recesiva" y advirtió la contracción que empezó a fines de 2011 puede reanudarse.
"La desaceleración ejercerá presión sobre las autoridades del Banco Central Europeo para que hagan más para prevenir un estancamiento de la recuperación y no cabe duda de que veremos nuevos llamados para la implementación de un relajamiento cuantitativo a gran escala", dijo Chris Williamson, economista jefe de Markit, en alusión a las gigantescas compras de bonos del Tesoro realizadas por la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales.
El BCE anunció medidas adicionales de estímulo en su reunión del 5 de junio ante la debilidad del crecimiento y una inflación excesivamente baja y prometió hacer más en caso de que las perspectivas de la economía no mejoren pronto.
Un informe de la Comisión Europea divulgado el viernes mostró que ni las empresas ni los consumidores consideran que las medidas emprendidas por el BCE tienen el potencial de mejorar el panorama tanto para la economía en general como para su situación en particular.
El Indicador de Estado de Ánimo Económico, que mide la confianza en varios sectores de la economía y entre los consumidores, cayó de 102,6 en mayo a 102 en junio.
El declive se pudo apreciar con claridad en Alemania, Francia y Holanda, las tres mayores economías de la zona euro. Por otra parte, el indicador en Grecia, el país más afectado por la crisis de la deuda, se disparó hasta alcanzar su promedio de largo plazo por primera vez desde agosto de 2008. El índice también aumentó en España y Holanda.
En otro plano, la agencia de estadísticas de la Unión Europea anunció el martes que el desempleo en la zona euro llegó a 11,6% en mayo, sin variaciones frente al 11,7% anotado en abril. La desocupación ha caído de manera lenta pero constante desde fines de 2013, aunque sigue muy por encima de los niveles que prevalecían antes de la crisis financiera de 2008.
Eurostat informó que la cantidad de personas sin empleo disminuyó en 28.000 en mayo y en 636.000 desde mayo de 2013. La cifra de desempleados, no obstante, llega a 18,5 millones, casi siete millones más que antes de la crisis financiera.
La próxima reunión del comité de política del BCE tendrá lugar el 3 de julio y no se esperan nuevas iniciativas.
La entidad ha reiterado su disposición a adoptar nuevas políticas de estímulo, incluyendo la compra de activos si estima que la inflación no repuntará desde sus niveles actuales y se acercará a la meta de poco menos de 2% establecida por el banco central.
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